Dinamarca externaliza el asilo

La política migratoria europea

Una nueva ley obligará a los solicitantes a esperar una respuesta en un centro en África

FILE PHOTO: A resident climbs through a window at Kaershovedgaard, a former prison and now a departure centre for rejected asylum seekers in Jutland, Denmark, March 26, 2019. REUTERS/Andrew Kelly/File Photo

Una persona escapa de Kaershovedgaard, un centro de atención a los demandantes de asilo en Jutlandia 

ANDREW KELLY / Reuters

Dinamarca acaba de sacar adelante una nueva ley para disuadir a potenciales solicitantes de asilo, siguiendo con la senda de medidas antiinmigración que le está forjando la fama de ser uno de los estados europeos más intransigentes con los refugiados.

El Parlamento danés aprobó este jueves una normativa que permitirá al Gobierno enviar a los peticionarios de asilo a un centro de refugiados fuera de Europa, con la idea de que esté ubicado en África. Según esta propuesta, impulsada por el Ejecutivo socialdemócrata de Mette Frederiksen, las personas que lleguen a Dinamarca solicitando asilo serán enviadas a un tercer país, donde se tramitará su caso. La estancia allí, sin embargo, no será temporal mientras dure el proceso: si la respuesta es favorable, no podrán volver a territorio danés, sino que tendrán derecho a protección en ese tercer país, que también será el encargado de deportarlas si la solicitud acaba rechazada.

Protección en el país tercero

Los solicitantes serán enviados a un país africano y no podrán volver a Dinamarca aunque obtengan asilo

Este es el primer paso para que la medida goce de apoyo legal, aunque el Gobierno danés todavía está en proceso de negociación con varios países africanos para albergar el centro de acogida a cambio de compensación económica. Según el periódico Jyllands-Posten , el Ejecutivo ha tenido conversaciones con Egipto, Etiopía, Túnez y Ruanda.

Este último es el país con el que más se ha especulado, después de que a finales de abril se hiciera público un viaje del ministro de Inmigración e Integración danés, Mattias Tesfaye, a Kigali, la capital ruandesa. Tesfaye aseguró que habían firmado un memorando de entendimiento para “crear las condiciones para una cooperación futura” en cuestiones de migración, pero negó que se hubiera negociado específicamente sobre el centro de refugiados. “Es cierto que el Gobierno tiene el deseo de establecer un nuevo sistema de asilo, con la tramitación fuera de Dinamarca. Estamos en conversaciones con varios gobiernos sobre esto, pero nos gustaría mantenerlas en confidencialidad”, dijo a los periodistas que lo esperaban a su llegada al aeropuerto de Copenhague. “Desde el lado danés, tenemos el deseo de abordar la migración mejor y de una forma más justa. Hemos acordado trabajar en eso”, añadió el ministro.

Negociaciones

El Gobierno danés negocia con Ruanda, Egipto, Túnez y Etiopía para que acojan 
a los peticionarios

De llevarse a cabo, Dinamarca se convertiría en el primer país en gestionar los procesos de asilo fuera de Europa. La lógica detrás de la propuesta, según los argumentos del Gobierno, es que tendrá un efecto disuasorio y salvará vidas. “Eliminará el incentivo que hace que las personas en Oriente Medio y África arriesguen sus vidas en sus esfuerzos por llegar a Europa”, arguyó Rasmus Stoklund, portavoz de Asuntos Exteriores de los socialdemócratas daneses.

La propuesta ha recibido duras críticas de organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional, que la considera “no solo inadmisible, sino potencialmente ilegal”, y el Consejo Danés por los Refugiados, que ha opinado que es “irresponsable y carece de solidaridad”. También el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que ha asegurado que es “contraria a los principios de la cooperación internacional para los refugiados” y ha alertado de un posible efecto dominó en otros países europeos. Asimismo, la Comisión Europea reprochó que el Parlamento danés diera luz verde a la ley: “No es posible bajo las ­normas de la UE o bajo el nuevo Pacto para la Migración y el Asilo”, dijo el portavoz de Migración, Adalbert Jahnz, según publicó el diario Jyllands-Posten .

Sin embargo, el ministro danés ha asegurado que este sistema se establecería “por supuesto, en el marco de las convenciones internacionales”. “Esto sería un prerrequisito para un acuerdo, y además deberíamos tener un mecanismo de monitorización para poder asegurar continuamente que todo va según lo planeado”, afirmó a Afp.

Rechazo de la sociedad civil

La norma aprobada por el Parlamento indigna a las organizaciones de derechos humanos y las Naciones Unidas

Esta ley supone una nueva polémica alrededor de la política migratoria del país escandinavo, go­bernado por un Ejecutivo socialdemócrata en minoría que está manteniendo el camino iniciado por los anteriores gabinetes conservadores. Recientemente ha sido también reprobado por haber decidido empezar a deportar a refugiados sirios, considerando que la región de Damasco es suficientemente segura.

El año pasado, Dinamarca concedió asilo a unas 600 personas, la cifra más baja desde que en 1992 se iniciaron los registros, lo que se debe “sobre todo a la estricta política de inmigración”, según Tesfaye. Sin embargo, el objetivo del Gobierno danés es llegar a los cero refugiados “espontáneos”, de forma que se pueda establecer un sistema de “cuotas controladas” acordadas con la ONU.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...