La pandemia en la India está descontrolada. En las últimas 24 horas, las autoridades han confirmado 4.000 defunciones y 412.000 casos nuevos de coronavirus. El fuerte aumento de casos ha desbordado a los hospitales de las ciudades indias con falta de camas y de oxígeno para los enfermos.
El gobierno del primer ministro Narendra Modi se ha resistido a imponer un nuevo bloqueo, aunque varias regiones, incluida la capital, Nueva Delhi, Bihar y Maharashtra, han impuesto cierres locales.
A pesar de que el país lucha contra el peor brote de infecciones del mundo, la cifra de vacunaciones diarias ha disminuido drásticamente desde el máximo histórico alcanzado a principios del mes pasado.
Mientras las empresas nacionales se esfuerzan por aumentar el suministro y las importaciones se ven limitadas, La media de inoculaciones diarias ha sido de 2,5 millones desde que se alcanzó un máximo de 4,5 millones el 5 de abril.