El color lila ha dibujado estos días una historia dentro de la gran historia de la toma de posesión del presidente Joe Biden. Un trazo que viene del pasado, se asienta en el presente y se proyecta al futuro; la línea del feminismo. Kamala Harris, primera mujer que ocupa la vicepresidencia de Estados Unidos, vestía de lila de pies a cabeza, también lo hacía Hillary Clinton, y el día antes era la opción de Jill Biden. El color lila es el del feminismo, y con él Harris enviaba un mensaje al mundo. Las mujeres llegan para quedarse, gracias a las que lucharon años atrás y porque la lucha por la igualdad es una tarea conjunta.
“Estoy aquí gracias a las mujeres que vinieron antes”, señalaba Harris. Un tributo a la genealogía feminista que indica que la igualdad va a ser un eje de su mandato, o más que un eje una mirada y una acción transversal. El liderazgo feminista con el que inicia su nuevo camino no se expresa por el mero hecho de que ella sea mujer, sino por la expresa convicción de llevar a cabo una acción política en aras de la igualdad, que requiere de una modificación de las estructuras patriarcales sobre las que se sustenta la sociedad.
Kamala Harris es la primera mujer que es vicepresidenta de Estados Unidos. Y es negra, una condición que amplía aún más las dificultades para las mujeres, donde se cruza la discriminación racial. Su nombramiento rompe así esta doble discriminación. Avanza el feminismo interseccional llegando a todas, y a todas las razas.
La misma vicepresidenta se autodefine como feminista, y esta es una declaración de intenciones de cómo va a encaminar un mandato que podría llevarle en el futuro a la presidencia de Estados Unidos, un mandato en el que preve entrelazar igualdad y democracia. Harris se ha rodeado de un equipo formado solo por mujeres, tal como lo anunció el pasado mes de diciembre. Un cambio radical después de que Donald Trump –quien ha intentado ningunearla– llegara y ejerciera el poder desde posiciones neomachistas.
La vicepresidenta, mujer y negra, abre el camino de un liderazgo transformador desde el feminismo
Un cambio que se visualiza también en el papel que va a desempeñar el marido de la vicepresidenta, Douglas Emhoff. Este abogado estadounidense será el second gentlman , el primero en ejercer este nuevo papel en Estados Unidos. Dejó su trabajo como abogado para evitar conflictos de intereses y ha dado el paso de convertirse en segundo caballero y tener un papel de apoyo público hacia su mujer.
Un escenario en el que se cambian los roles tradicionales, y que expresaba en un nuevo perfil de en Twitter bajo con el nombre de @secondgentlman.
“Estoy honrado con ser el primer esposo de una presidenta o vicepresidenta de Estados Unidos –escribía ayer–. Pero siempre voy a recordar las generaciones de mujeres que han servido antes en mi puesto, muchas veces sin tanto respaldo y reconocimiento. Es sobre su legado de progreso sobre el que me voy a construir como segundo caballero”.
Una primera pincelada de feminismo en su nueva carrera, dedicada a valorar el papel de todas las mujeres. Juega Emhof un nuevo cometido en la historia contemporánea donde sí que hay mujeres al mando pero en pocos casos las parejas masculinas –por ejemplo el caso de Angela Merkel– asumen esta función público, entendiendo que cada país tiene su propio ordenamiento sobre estas figuras.
Su esposo estrena la figura de segundo caballero en una ruptura de los roles de género clásicos
Harris llega así con un potente mensaje de igualdad que se proyecta en su país y en el mundo. Un ejemplo inspirador para todas las mujeres y que hace prever nuevas alianzas estratégicas en el escenario internacional en clave de sororidad. Aunque sea prematuro, se pueden prever contactos con la primera ministra de Islandia, de Finlandia, Noruega o Nueva Zelanda.
El feminismo cuajó en el 2018 como un gran movimiento masivo de la mano del #MeToo, y debido precisamente a su fuerza hace tiempo que se arman movimientos para evitar que la igualdad real se asiente. La llegada de Kamala Harris a la vicepresidencia de Estados Unidos es un nuevo paso para lograrlo, y ha dejado bien claras sus intenciones, construyendo sobre esta largo trazo lila.