Poco esperaba la policía de las Islas Marshall realizar la mayor incautación de cocaína de su historia sin despeinarse ni un pelo. El cargamento de casi 650 kilos de droga iba a bordo de un barco no tripulado que encalló en una isla coralina oceánica tras estar a la deriva aparentemente uno o dos años.
El fiscal general Richard Hickson informó el miércoles de que el barco de 5,5 metros fue descubierto la semana pasada en el atolón Ailuk, una remota isla con 400 habitantes del archipiélago del Pacífico. La embarcación iba cargada con 649 kilogramos de cocaína que había sido escondida en un compartimiento de debajo de la cubierta. Se intuye que el bote 'zarpó' de América del Sur o Centroamérica.
La policía anunció en su cuenta de Facebook que la droga, que estaba empaquetada en bolsas de un kilogramo marcadas con las letras "KW", fue quemada el martes, con la excepción de dos paquetes que serán enviados para su análisis a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en sus siglas en inglés).
Es relativamente común que los escombros de todo el Pacífico terminen en las Islas Marshall. Las autoridades han encontrado a menudo cargamentos de droga en sus costas, incluida la de Ailuk, pero nunca tan importantes como el descubrimiento de la semana pasada.
El barco puede haber sido abandonado por sus marineros al temer un arresto o podrían haber perecido en el mar durante una tormenta.
En enero de 2014, un pescador salvadoreño, José Alvarenga, quedó varado en las Islas Marshall más de 13 meses después de embarcarse hacia la costa oeste de México con otro pescador que había perecido, ya que su bote se desvió debido a daños en el motor.
Después de esta extraordinaria historia de supervivencia, los investigadores de la Universidad de Hawai realizaron 16 simulaciones de deriva por computadora de la costa oeste de México. Casi todas terminaron en las Islas Marshall.