Trump flirtea con atacar Irán y alienta el temor sobre su final de mandato

Una despedida bomba

El presidente pidió opciones para atacar el arsenal nuclear iraní pero lo descartó

El desafío de Trump evidencia la vulnerabilidad del sistema electoral

Horizontal

Mujeres en las calles de Teherán, ayer; la tercera ola de la pandemia está golpeando Irán con especial virulencia

ABEDIN TAHERKENAREH / EFE

La noticia de que las centrifugadoras iraníes giran a toda velocidad y han permitido a Teherán hacerse en poco tiempo con 12 veces la cantidad máxima de uranio enriquecido recogida en el acuerdo del 2015 fue interpretada por algunos analistas, quizás los más optimistas, como un movimiento estratégico de cara a la negociación con la futura administración Biden, pero ha dado ideas al presidente Donald Trump que podrían cambiar radicalmente la situación sobre el terreno a pocas semanas de que deje la Casa Blanca.

Reunido en el despacho oval con varios asesores, el presidente estadounidense pidió que le presentaran opciones militares para atacar las instalaciones nucleares de Irán, informaron ayer los diarios The Wall Street Journal y The New York Times . El encuentro tuvo lugar en jueves tras conocerse el informe de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y en él participaron el vicepresidente, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo; el nuevo secretario de Defensa en funciones, Christopher Miller, y el jefe del Estado Mayor, Mark Milley, entre otros.

Tensión en la región

Los asesores le convencieron de que un ataque provocaría un conflicto mayor

Para cuando terminó la reunión, la idea había sido descartada por Trump, persuadido por sus asesores de que podría provocar un conflicto regional del que nadie saldría bien parado, en especial ahora que su Gobierno intenta poner fin a la larga presencia de EE.UU. en Irak y Afganistán. Según el Times , salieron del despacho oval con la sensación de que “un ataque con misiles en Irán no estaba sobre la mesa”.

El impulso del presidente, sin embargo, ha alimentado los temores de que antes de irse pueda querer ahondar su huella en deter­minados dossiers para así complicar la gestión de Joe Biden, cuya victoria sigue sin reconocer. Donald Trump despidió la semana pasada fulminantemente al secretario de Defensa, Mark Esper. A ese relevo le siguió una purga que ha reconfigurado la cúpula del Pentágono, donde ha colocado a nuevos altos cargos con un perfil muy político.

Estados Unidos se retiró del acuerdo internacional con Irán en el 2018 y lanzó una campaña de presión basada en las sanciones económicas con la que pretendía forzar al régimen de los ayatolás a paralizar su programa nuclear. La economía quedó devastada pero eso no cambió la actitud de los ayatolás. Muy al contrario, Teherán ha seguido desafiando a la comunidad internacional y el año pasado adquirió unas centrifugadoras avanzadas que le han permitido acelerar el proceso de enriquecimiento de uranio. El tiempo teóricamente necesario para fabricar el arma nuclear se ha acortado en el último año.

Relevo en Washington

Biden quiere retornar al acuerdo del 2015 si Teherán vuelve a cumplir las condiciones

Trump, entre tanto, ha conseguido unir a varios países árabes vecinos de Israel alrededor de su odio compartido por Irán y les ha vendido importantes partidas de armamento. Teherán ha seguido permitiendo el acceso de los inspectores internacionales y según el último informe de la OEIA su arsenal nuclear se eleva actualmente a 2.443 kilos, en lugar de los 203 que el acuerdo del 2015 preveía. Se cree que cualquier ataque, cibernético o balístico, estaría dirigido a la planta de Natanz donde este organismo constató el crecimiento del arsenal. Las autoridades iraníes no les permitieron, sin embargo, acceder a otro sitio sospechoso.

A pesar de los esfuerzos de Europa, Teherán dio por roto el acuerdo de Viena después de la salida de Washington. La futura administración estadounidense ha dicho que está dispuesto a retornar a ese acuerdo, firmado cuando Joe Biden era vicepresidente con Barack Obama, si Teherán vuelve a cumplir las condiciones. El demócrata calificó de “error peligroso” la decisión de Trump de abandonar aquella entente, que llevó más de diez años de negociaciones internacionales.

Sin embargo, para Trump y el ala dura del Partido Republicano, la firma de ese acuerdo representaba como ninguna otra la imagen de debilidad que Obama transmitía al mundo y en cuanto llegó a la Casa Blanca empezó a dar pasos para romperlo con el pretexto de negociar otro más ambicioso, empeño al que no se prestaron ni los socios internacionales de EE.UU. ni Irán.

La vuelta a la situación de partida, cuando Washington abandonó el acuerdo, será complicada. Para hacerlo, el presidente Hasan Rohani exige el inmediato levantamiento de las sanciones impuestas por la Administración Trump además de “compensaciones” por el daño causado, una posición que difícilmente aflojará ante la celebración de elecciones en junio del 2021.

Ante las noticias sobre las tentaciones militares de Trump, Teherán replicó ayer que responderá con determinación a cualquier ataque estadounidense. “Cualquier acción contra la nación iraní se enfrentaría sin duda a una respuesta aplastante”, dijo el portavoz Ali Rabii en declaraciones transmitidas por un sitio web oficial del Gobierno. La respuesta al asesinato del general iraní Qasem Soleimani a manos de las fuerzas especiales de EE.UU. en Irak fue menos contundente de lo que algunos temían en Washington, lo que da argumentos a quienes como Trump abogan por dar una respuesta inequívoca a las acciones de Irán. Algunos funcionarios americanos, según el Times , observan con aprensión el aniversario del asesinato, el próximo 3 de enero, dos semanas antes del relevo presidencial en EE.UU.

¿Cambiarán mucho el mundo y Estados Unidos con Joe Biden en la Casa Blanca? Gracias por participar Tu voto ha sido contabilizado No No poll_amp.error.message Encuesta cerrada. Han votado Personas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...