El expresidente boliviano, Evo Morales, se ha saltado la cuarentena de catorce días que tienen obligación de realizar todos los residentes en Argentina cuando regresan al país después de un viaje al exterior. Morales, acogido por el gobierno peronista en Buenos Aires con estatus de refugiado político, visitó este jueves un museo de la capital argentina que, por otro lado, está cerrado al público por la pandemia.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) voló el viernes pasado a Caracas en un misterioso viaje relámpago en un avión enviado expresamente por el régimen chavista, que su equipo de prensa trató de mantener en secreto. Sin embargo, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, explicó que había recibido a Morales y posteriormente el propio exmandatario se vio obligado a reconocer que había viajado a Venezuela, regresando el sábado, cuando fue preguntado en una entrevista del medio ruso Sputnik realizada por vídeoconferencia y publicada el lunes.
Morales no solo se saltó la cuarentena argentina, sino también la de Venezuela, donde los viajeros están obligados igualmente a realizar 14 días de cuarentena al ingresar al país
Morales no solo se saltó la cuarentena argentina, sino también la de Venezuela, donde los viajeros están obligados igualmente a realizar 14 días de cuarentena al ingresar al país. Este jueves Morales recorrió en Buenos Aires la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros de detención y tortura de la dictadura (1976-1983), ahora convertida en museo.
Como todos los museos porteños –que reabren este fin de semana-, este centro de memoria está cerrado al público a consecuencia del confinamiento decretado por el gobierno de Alberto Fernández, que ya dura más de siete meses. Sin embargo, las autoridades se saltaron el cierre y Morales recorrió la ESMA acompañado de una amplia comitiva de altos funcionarios, encabezada por el ministro de Cultura, Tristán Bauer, y el secretario de Estado de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla. Además, la Casa Rosada difundió un comunicado de la visita donde aclaraba que “contó con todos los protocolos de prevención frente al coronavirus”, ignorando que el visitante principal había regresado recientemente del exterior y debía estar cumpliendo la preceptiva cuarentena.
El cumplimiento de la cuarentena y las medidas obligatorias de aislamiento ha generado numerosos incidentes y polémicas durante estos siete meses largos. Sin ir más lejos, poco después de regresar de un viaje a Europa, un juez ordenó el registro de la residencia del expresidente Mauricio Macri, a las afueras de Buenos Aires, por una denuncia penal de violación de la cuarentena, ya que supuestamente el exmandatario derechista había recibido a dirigentes de su partido, ahora en la oposición. Sectores cercanos al gobierno pusieron entonces el grito en el cielo, criticando a Macri, mientras que la oposición denunció que la Casa Rosada pretendía hostigar al expresidente.
Morales lleva desde diciembre refugiado en Buenos Aires, aunque esta semana anunció su regreso a Bolivia, previsto para el 9 de noviembre, después de que su delfín, Luis Arce, se impusiera en las recientes elecciones presidenciales.