Tomar la decisión de salir de Venezuela no fue fácil, lo hizo “con el corazón arrugado”, pero Leopoldo López la adoptó consciente de lo que hacía y de que en estos momentos es más útil trabajando desde el exilio que preso en su país. El opositor venezolano, que llegó a Madrid el pasado domingo después de haber pasado 18 meses refugiado en la embajada española en Caracas, dejó claro, en su primera comparecencia ante la prensa desde que llegó a España, que la salida de su país no es abandonar la causa por la que lleva luchando tantos años, sino que trabajará de otra forma para obtener el mismo objetivo.
Desde Madrid, aseguró López, trabajará en tres objetivos: conseguir la celebración de unas elecciones presidenciales libres, justas y verificables; hacer lo que corresponda para que “los responsables” de lo que está ocurriendo en Venezuela “sean sometidos a la justicia internacional”, y por último, “buscar todos los mecanismos para aliviar el sufrimiento del pueblo”, garantizando que la ayuda humanitaria y la económica lleguen a los venezolanos.
El político, después de dejar Caracas, afirma que Maduro no solo es un dictador, “es un criminal y un asesino”
Leopoldo López no quiso desvelar cómo consiguió salir de la embajada española y de Venezuela, ni qué ruta utilizó para llegar a España, en primer lugar para no comprometer a personas que le ayudaron desde dentro y desde fuera de Venezuela, y porque está seguro de que habrá otros muchos venezolanos que pueden necesitar utilizar esa ruta para huir del país. Solo negó que haya sido una operación negociada con Maduro. La salida, añadió, fue cosa suya y solo sabían lo que iba a pasar cinco personas, ni siquiera su mujer, Lilian Tintori, que vive en España desde el 2019.
El opositor venezolano, que forma parte del Gobierno de Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela reconocido por 60 países, entre ellos España, compareció en rueda de prensa tras reunirse con Pedro Sánchez, que le recibió en la sede del PSOE y no en el palacio de la Moncloa. Leopoldo López agradeció al embajador español en Caracas su trato estos 18 meses, y al Gobierno español, la acogida que dio a su familia en España.
Tras reunirse con Sánchez, a Leopoldo López no le queda ninguna duda de que el presidente español apoya “la causa venezolana”, con una “posición muy clara” respecto a a Maduro, a quien considera, sin ningún tipo de duda “un
dictador”. Es más, ve a Pedro Sánchez “proactivo, y nos va a ayudar en la liberación de Venezuela”.
Sobre que Podemos no admita que Maduro es un dictador, López subrayó que quien piense eso “debe revisar su propio concepto de la libertad y la democracia, y no nos van a callar”. Eso sí, lo que quiere es debatir con ellos, para que conozcan de primera mano lo que ocurre en Venezuela.
Según el opositor venezolano, Maduro no solo es un dictador. Es “un criminal, un asesino, un represor vinculado al narcotráfico”, y es tarea del mundo libre “hacer lo que corresponda para liberar a Venezuela. Con la fuerza interior de los venezolanos, pero en coordinación con el mundo libre”.