Líderes europeos envían una propuesta a Von der Leyen para preparar a la UE ante futuras pandemias
Emergencia sanitaria
Merkel, Macron y Sánchez entre otros hacen llegar una carta a la presidenta de la Comisión Europea en la que urgen a estrechar la cooperación tras la experiencia del coronavirus
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha recibido este martes una carta a la que ha tenido acceso La Vanguardia firmada por la canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, la primera ministra danesa Mette Frederiksen, la belga Sophie Wilmès y el polaco Mateusz Morawiecki en la que le proponen las vías a seguir para “asegurar la preparación de la UE a las pandemias tras la experiencia del coronavirus”.
Los firmantes incluyen una posible hoja de ruta en la que exponen “una amplia gama de medidas” de cara a una futura emergencia sanitaria o ante una probable segunda ola de la pandemia en la que se necesitará una mayor cooperación. “Esperamos que el documento sirva de inspiración para debates fructíferos y posteriores a nivel europeo”, concluyen los seis jefes de gobierno.
La propuesta subraya que “una estrategia más amplia y holística de la UE será más eficiente que que cada estado miembro intente mejorar su preparación por su cuenta”. Dicha respuesta conjunta constaría de seis pilares para garantizar la disponibilidad de medicamentos críticos, dispositivos médicos, equipos de protección y vacunas.
El documento señala como primer punto la monitorización eficiente y la compartición de datos. “Respetando la privacidad y el uso de datos personales, una estrategia de la UE que tiene como objetivo mejorar la preparación para futuras pandemias debería analizar cómo la podría aumentar significativamente su capacidad para realizar un seguimiento del desarrollo de la pandemia para ayudar a identificar emergencias de salud en aumento y aumentar la conciencia situacional en toda la unión”, explica el texto.
Para ello, debería establecerse un consenso sobre los datos a monitorear, establecer una metodología armonizada que permitiera una comprensión compartida y actualizada de la situación e identificar las acciones correctas para responder con firmeza y rapidez. Además de fortalecer el mandato del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.
Por otro lado, la propuesta señala que el para asegurar una mejor distribución y coordinación de suministros se debería buscar una “división eficiente del trabajo dentro de la UE para optimizar la producción europea, aprovechando la experiencia nacional y regional en grupos de ciencias de la vida y las instalaciones de producción existentes”. Además, la UE debería establecer existencias comunes de medicamentos estratégicos y productos médicos críticos y, como complemento a la gestión nacional de crisis, el Mecanismo Europeo de Protección Civil debería ayudar a coordinar la distribución entre los estados miembros.
Los seis países firmantes consideran fundamental realizar “fuertes inversiones en investigación” así como alinear esfuerzos de investigación e innovación y mejorar “la vinculación de estos con la fabricación europea de productos y medicamentos”. “Desarrollar una vacuna es una tarea enorme y costosa, y una estrategia unificada tiene un gran valor añadido europeo”, señalan. Desarrollar una red de laboratorios de diagnóstico que se active cuando sea necesario también debería formar parte de la estrategia, así como el aumento de la financiación desde Bruselas de la investigación médica.
Por otra parte, para apoyar la cooperación publico-privada, sería necesario mejorar el marco regulatorio en cuestiones como la s normativas antimonopolio y reforzar el mercado único europeo.
No obstante, como los productos de los socios comerciales internacionales son esenciales, el documento propone diversificar las líneas de suministro. “Esto incluye la identificación de nuevos socios comerciales con el objetivo de disminuir la dependencia de los países de la UE de proveedores únicos”. Teniendo en cuenta las crecientes tensiones comerciales, el texto considera que “existe un riesgo real de que la situación actual conduzca a la retirada de los mercados mundiales” de ciertos medicamentos, algo que debería atenuarse “mediante un enfoque en cadenas de valor flexibles y sólidas dentro y fuera de la UE”.