Las protestas bloquean el metro de Hong Kong para denunciar la violencia policial
Alta tensión desde junio
China defiende la intervención policial y acusa a occidente de desestabilizar la excolonia británica
Múltiples heridos y detenidos tras la represión policial de las manifestaciones contra el gobierno local este fin de semana
La tensión en Hong Kong no hace sino crecer. Muchos usuarios del metro de Hong Kong han discutido acaloradamente este martes con los manifestantes que bloqueaban las puertas de acceso a los trenes suburbanos, generando retrasos en el servicio. Los activistas, que clamaban contra el gobierno de la excolonia británica, han aprovechado la hora punta para paralizar estaciones estratégicas de la red viaria.
El operador de metro MTR confirmó los retrasos e incluso la suspensión parcial del servicio en las líneas de la isla y Kwun Tong. MTR respondió proporcionando minibuses para reemplazar los trenes retrasados y el servicio normal se restableció alrededor del mediodía. Los manifestantes habían efectuado otro bloqueo similar la semana pasada.
Encamisados blancos agredieron a manifestantes en el metro
Protestan contra la impunidad del 21 de julio
Ken Chan, manifestante de 32 años, explicó que quería que los funcionarios de MTR explicaran por qué supuestamente no tomaron medidas el 21 de julio cuando una banda de hombres violentos con camisas blancas arremetieron en el metro contra participantes de una protesta. Los golpearon brutalmente cuando ésta ya había terminado. Esas imágenes han dado la vuelta al mundo.
Según Chan, ancianos y niños fueron golpeados y (el personal de MTR) “hizo la vista gorda”.
“El gobierno no ha abordado los problemas en nuestra sociedad” explica Lorraine Lee, activista de 26 años, para quien la interrupción del metro era una forma “creativa” de recordar a la ciudadanía las injusticias políticas y el supuesto fracaso del gobierno para abordar los temas sociales y económicos.
La policía actuó tarde para defender a los agredidos
Versiones opuestas del mismo hecho
Las autoridades de Hong Kong justifican que el clima de bloqueo de calles que vive la ciudad por la acción de los manifestantes fue lo que dificultó que la policía actuara de inmediato contra la banda de asaltantes de blanco el 21 de julio.
Para los manifestantes, la lenta respuesta policial indicaba complicidad con los agresores. El lunes pasado, la policía arrestó a seis hombres en relación con el ataque, algunos vinculados al crimen organizado.
Fin de semana caliente
Fin de semana caliente
El sábado, los antidisturbios se emplearon a fondo para dispersar a las masas, causando múltiples heridos y detenidos ante una protesta que consideraban que provocaba importantes perturbaciones del orden público.
Las fuerzas del orden de Hong Kong dispararon gases lacrimógenos y bolas de goma para desalojar por la fuerza a los manifestantes que habían desafiado sus advertencias de no avanzar. La violencia policial ha generado reacciones airadas en las redes. Los policías han recibido el apoyo oficial.
China carga contra occidente por desestabilizar su región autónoma
Beijing y Hong Kong defienden la actuación policial
El gobierno de Hong Kong y de China ha culpado a los manifestantes por provocar la confrontación.
Yang Guang, portavoz del gabinete chino para Hong Kong y Macao acusó a ccidente de hacer gala de una “lógica extraña” que los lleva a ser comprensivos con los “crímenes violentos”, mientras critican la “diligencia debida” de la fuerza policial.
Para él, la intención es crear problemas en Hong Kong, y convertir el territorio autónomo en un problema para el gigante asiático, y así “contener el desarrollo de China “. Afirmo también que Beijing no tolerará interferencia externa.
Yang saludó la actuación policial ”que se ha mantenido fiel a sus puestos y cumplió sus obligaciones contra viento y marea”.
Posteriormente los objetivos se han ampliado
El origen fue protestar contra la ley de Extradición
Las protestas en Hong Kong comenzaron a principios de junio con la finalidad de hacer retirar un polémico proyecto de ley de extradición que habría permitido enviar a juicio a los ciudadanos de la antigua colonia británica a China continental, donde sus derechos se verían amenazados.
A pesar de que el gobierno de Hong Kong encabezado por Carrie Lam pidió disculpas públicamente, suspendió indefinidamente la legislación, y liberó al lider de las protestas Joshua Wong, el movimiente cívico ya era imparable. La marea negra ha ampliado sus objetivos y ahora intenta hacer caer a Lam y exige mayor democracia y rendición de cuentas por parte del gobierno autónomo.