El régimen chavista avanzó ayer tímidamente contra el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó. La Contraloría General (Tribunal de Cuentas) anunció la inhabilitación para cargos públicos durante quince años contra el titular de la Asamblea Nacional (AN). La decisión es tímida porque el Parlamento no ejerce poder real, al igual que Guaidó, desde que el legislativo fuese suplantado en el 2017 por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El líder opositor calificó la inhabilitación de “farsa”, en el marco del pulso de legitimidades: Guaidó no reconoce al actual contralor general, Elvis Amoroso, como no reconoce al presidente Nicolás Maduro.
“No existe un contralor, no existe una inhabilitación, el Parlamento venezolano es el único que puede designar un contralor”, declaró ayer Guaidó, recordando que Amoroso fue elegido por la ANC, no reconocida por la oposición. “A ese señor (Amoroso) lo activaron y sacaron el polvo para meterle miedo a los hoteles que nos alojaron”, añadió el presidente del Parlamento, en referencia a los gastos de viaje y alojamiento de Guaidó que el contralor esgrime para inhabilitarlo por falsear su declaración patrimonial.
“No se han dado cuenta de que esa cosa (la ANC) que crearon hace dos años ya ni se reúne”, agregó Guaidó. “(La ANC) No habla de una Constitución, que era teóricamente por lo que se creó, sólo sacan la ley del odio y la figura de un tipo que me iba a inhabilitar”, afirmó. “Lo peligroso es que siguen atacando a la presidencia encargada”, añadió.
“Se presume que falseó datos en su declaración y recibió dinero de instancias internacionales, sin notificar”, indicó Amoroso. “Ha usurpado funciones públicas y cometido acciones con gobiernos extranjeros que han perjudicado al pueblo de Venezuela y al patrimonio nacional”, dijo el contralor, dejando claro que la medida busca evidenciar el apoyo logístico y económico que estaría recibiendo de EE.UU. Guaidó mantuvo reuniones en el extranjero en los meses previos a su designación en enero al frente de la AN, donde fraguó el plan de autoproclamarse presidente.
Amoroso resumió en cifras sus movimientos desde que accedió al escaño en el 2015, realizando noventa viajes al extranjero con un costo de casi 84.000 euros, permaneciendo fuera del país 248 días y alojándose en “hoteles de lujo”.
El chavismo recurre de nuevo a la inhabilitación, que ya aplicó a otros dirigentes opositores, como el excandidato presidencial Henrique Capriles. No obstante, Guaidó no ha sido detenido debido a la presión internacional y a las advertencias de EE.UU., a pesar de que violó la orden de salir del país dictada por el Tribunal Supremo, que le investiga por usurpar las funciones presidenciales, aunque el máximo órgano judicial, controlado como todas las instituciones por el chavismo, no parece tener la misma prisa que tuvo con otros líderes opositores.
Ayer se celebró en Quito la segunda reunión del Grupo Internacional de Contacto, impulsado por la UE, con la participación de 16 países, que persigue una solución dialogada al conflicto, mediante la celebración de elecciones libres. Mientras, un informe de la ONU filtrado a la prensa revela que el organismo también está tratando de mediar entre chavismo y oposición. La ONU entregó recientemente a las dos partes este documento, que critica el uso político que tanto el Gobierno como el antichavismo hacen de la ayuda humanitaria. “La politización de la asistencia humanitaria en el contexto de la crisis hace más difícil la entrega de la asistencia en concordancia con los principios de neutralidad, imparcialidad e independencia”, dice el informe.
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