Amnistía Internacional retira su máxima distinción a Suu Kyi por la crisis de los rohinyá
Premio Embajadora de Conciencia
La ONG la acusa de haber “dejado de ser un símbolo de esperanza, valentía y defensa imperecedera de los derechos humanos”
Amnistía Internacional ha comunicado este lunes la retirada de su máxima distinción, el Premio Embajadora de Conciencia, a Aung San Suu Kyi, ante “la vergonzosa traición de la lideresa de Myanmar a los valores que antaño defendió”.
En un comunicado, la ONG ha detallado que el secretario general Kumi Naidoo remitió una carta el día 11 de noviembre a la mandataria para informarle de la retirada del galardón que le fue concedido en 2009. “Esperábamos que, como Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional, continuaría usando su autoridad moral para denunciar la injusticia dondequiera que la encontrase, incluso dentro del propio Myanmar”, escribió Naidoo, quien acusó a Suu Kyi de haber “dejado de ser un símbolo de esperanza, valentía y defensa imperecedera de los derechos humanos”.
AI critica que desde que Suu Kyi se convirtiera en líder de facto del Gobierno birmano no denunciara las “atrocidades de las fuerzas armadas contra la población rohinyá en el estado de Rajine, que lleva años viviendo bajo un sistema de segregación y discriminación equivalente al apartheid”.
La organización acusa a la Nobel de la Paz y Premio Sájarov de negar las acusaciones de violaciones de derechos humanos y obstruir las investigaciones internacionales sobre abusos. “Su administración fomenta activamente la hostilidad hacia la población rohinyá”, subrayan, y añaden que su “inacción” es una de las razones por las que no pueden seguir “justificando” que sea Embajadora de Conciencia.
“Su administración fomenta activamente la hostilidad hacia la población rohinyá”
En la nota difundida en su página web, SI critica que “si no se reconocen los terribles crímenes cometidos contra la comunidad, resulta difícil concebir cómo va a tomar medidas el gobierno para protegerla de atrocidades en el futuro”.
Además, la ONG también destaca que desde que asumiera el poder, “defensores y defensoras de los derechos humanos, personas dedicadas al activismo y periodistas han sido detenidos y encarcelados, y otros sufren amenazas, hostigamiento e intimidación por su trabajo”. Una muestra de ello fue la defensa de Suu Kyi el pasado mes de septiembre de la condena a siete años de prisión que se impuso a dos periodistas de la agencia Reuters, acusados de espionaje al investigar una matanza de musulmanes rohinyás.