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El Estado Islámico hace pasar por suya la ayuda de la ONU

El Programa Mundial de Alimentos descubre que los yihadistas hacen pasar por suyos los suministros que envía a Siria

Una mujer carga un paquete de ayuda de la ONU en el que se ve la bandera del Estado Islámico

Propias

GINEBRA/BEIRUT. (Reuters).- El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha declarado su “extrema preocupación” por las fotografías de sus paquetes de comida que se distribuyen en Siria en los que aparece el sello de Estado Islámico. La agencia de la ONU ha descubierto en las redes sociales que el sello del EI ha sido impreso encima del suyo en cajas de cartón que son repartidas por la Media Luna Roja Siria en el territorio dominado por Estado Islámico, que tiene la ciudad de Raqqa como su capital.

El PAM no puede acceder a estas zonas si no es gracias a un intermediario. La Media Luna Roja Siria dijo a Reuters que negocia con el EI el acceso a la población pero que distribuye con sus propios medios y personal.

“El PAM condena esta manipulación de la ayuda alimentaria que se necesita desesperadamente en Siria”, dijo Mohanad Hadi, coordinador regional de emergencias del PAM, en un comunicado. Las fotos parecen haber sido tomadas en la localidad de Deir Hafr, a unos 50 kilómetrosde Alepo.

En septiembre pasado, según el PAM, Estado Islámico saqueó almacenes de la Media Luna Roja en los que podría haber alimentos. La portavoz de la entidad siria no ha confirmado que esto sucediera.

Jitka Kovránková, que trabaja con la oenegé checa People in Need, una de las pocas organizaciones internacionales presentes en Alepo, dijo que ha tenido que dejar de coordinarse con Estado Islámico desde mediados del 2014 ante su pretensión de controlar la ayuda y poner condiciones. Esta “presión”, según Kovránková, es mayor desde que comenzó la campaña de bombardeos de la coalición internacional, el pasado julio.

People in Need trabaja en varias zonas controladas por otras facciones sirias, incluido el Frente Al Nusra, la rama oficial de Al Qaeda. “Va bien –afirma la cooperante checa-. Prohíben el inglés en las escuelas, y es lo único que nos gusta”. Según ella, los grupos insurgentes presionan a las organizaciones para que les cedan los paquetes de ayuda, pero “nunca hemos sido obligados a entregarlos”.