El arte de matar al padre y matar también al hijo

Cambiando el mundo

El dadaísmo abogó por acabar con cualquier manifestación artística convencional, incluidas las vanguardias, para limitar la creación al azar y la incoherencia

Un esbozo de la 'Gioconda' de Marcel Duchamp

Un esbozo de la 'Gioconda' de Marcel Duchamp

“Coja un periódico. / Coja unas tijeras. / Escoja en el periódico un artículo de la longitud que piensa darle a su poema. / Recorte el artículo. / Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa. / Agítela con cuidado. / Ahora saque cada recorte uno tras otro. / Copie concienzudamente en el orden en que hayan salido de la bolsa. / El poema se parecerá a usted. / Y ya es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendido del vulgo.”

¿Puede ser un poema un manual de instrucciones y un manifiesto a la vez? Para el poeta rumano Tristan Tzara puede ser eso y mucho más. Así fue cómo fijo, sin más ornamento, la poética dadaísta en Dadá. Manifiesto sobre el amor débil y el amor amargo, el séptimo de los siete manifiestos del dadaísmo que escribió y recopiló en un libro en 1924.

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Éste, como los otros seis manifiestos, es mucho más que un poema. Los siete contienen un completo argumentario que quedó fijado en el segundo de ellos, el Manifiesto Dadá –que ofrecemos íntegro–, publicado en 1918 en el número 3 de la revista DADA, editada en Zúrich. Fue precisamente allí donde había nacido el movimiento. En concreto, en el Cabaret Voltaire, fundado en 1916 por el poeta alemán Hugo Ball.

En la neutral Suiza, un grupo de artistas e intelectuales entre los que se encontraban Richard Hülsenbeck, Marcel Janco, Sophie Taeuber-Arp, Jean Arp, Emmy Hennings y los propios Ball y Tzara se reunieron en este pequeño local para celebrar veladas antiartísticas en las que se cargaba contra cualquier expresión artística establecida, incluidas las vanguardias, bajo un concepto nihilista que inspiraba esa creación destructiva.

Hugo Ball, durante un recital en el Cabaret Voltaire

Hugo Ball, durante un recital en el Cabaret Voltaire

El local editó un panfleto, precisamente titulado, Cabaret Voltaire, que contenía textos y dibujos de otros artistas que venían a certificar su valor como referente artístico de vanguardia como Guillaume Apollinaire, Filippo Tommaso Marinetti, Pablo Picasso, Amedeo Modigliani, Vasili Kandinski y Jean Arp, que ilustraba la portada. Sus polémicas actividades fueron sonadas y acabaron forzando su cierre.

De hecho, el cabaret estuvo abierto apenas seis meses, de febrero a julio de 1916, aunque el eco de sus recitales, conciertos, representaciones dramatizadas y perfomances llegó a toda Europa y pronto cruzó el Atlántico. Fue allí donde Tzara leyó el Manifiesto del señor Antipirina, fruto directo de los procesos creativos del local, incluido en la recopilación de los siete manifiestos dadaístas.

El dadaísmo era negación y rebelión del concepto mismo de arte para limitar la creación artística al azar y la incoherencia

Esa lectura que dejaba a las claras que el dadaísmo se reivindicaba como algo más que una representación en tanto que primera manifestación contracultural del arte contemporáneo. Ni arte burgués y bienpensante ni ningún otro sucedáneo estético y comercial. El dadaísmo era negación y rebelión del concepto mismo de arte para limitar la creación artística al azar y la incoherencia, anticipándose y anticipando en este sentido el surrealismo. Hasta el punto de atraer e influir decisivamente en André Breton.

Simplemente eso, junto a la originalidad de sus postulados antiartísticos, nutridos del psicoanálisis y el pensamiento de Nietzsche y Schopenhauer, ya supusieron toda un revolución en el arte occidental. Sin embargo, las propias propuestas creativas de Tzara, Marco, Arp y Duchamp, quien con sus propuestas rupturistas de arte cinético y arte ready-made, que llevó a Estados Unidos, convirtió el Dadá en una estética reconocida en todo el mundo.

El manifiesto

“La magia de una palabra DADÁ que ha puesto a los periodistas ante la puerta de un mundo imprevisto no tiene para nosotros ninguna importancia.

”Para alcanzar un manifiesto es preciso querer A, B, C., fulminar contra 1, 2, 3, impacientarse y aguzar las alas para conquistar y esparcir a grandes y pequeños a, b, c, firmar, gritar, jurar, arreglar la prosa a manera de evidencia absoluta, irrefutable, probar su non plus ultra y mantener que la novedad se asemeja a la vida así como la última aparición de una olla prueba lo esencial de Dios. Su existencia ya ha quedado probada por el acordeón, el paisaje y la palabra dulce.

”Imponer su A, B, C es algo natural, y por consiguiente lamentable. Todo el mundo lo hace a guisa de cristalbluffmadona, sistema monetario, producto farmacéutico, pierna desnuda que convida a la primavera ardiente y estéril.

”El amor por la novedad es la cruz simpática, es la prueba de un meimportacarajismo ingenuo, signo sin causa, pasajero, positivo. Pero esta necesidad es tan vieja como otras. Al dar al arte el impulso de la suprema simplicidad: la novedad, uno es humano y verdadero respecto de la diversión, impulsivo, vibrante para crucificar al tedio. En la encrucijada de las luces, alerta, atento, al acecho de los años, en el bosque.

La sensibilidad no se construye sobre una palabra; toda construcción converge en una perfección que aburre

”Yo escribo un manifiesto y no quiero nada, digo sin embargo ciertas cosas y estoy por principio contra los manifiestos, como también estoy contra los principios (decilitros para el valor moral de toda frase, demasiada comodidad; la aproximación fue inventada por los impresionistas).

”Yo escribo este manifiesto para mostrar que pueden ejecutarse juntas las acciones opuestas, en una sola y fresca respiración, y también de la afirmación, no estoy ni a favor ni en contra y no lo explico porque odio el sentido común.

”DADÁ, ésta es una palabra que lleva a la caza las ideas; cada burgués es un dramaturgo en pequeño, inventa temas diferentes en vez de colocar a los personajes convenientes al nivel de su inteligencia, crisálidas en las sillas, busca las causas o los fines (siguiendo el método psicoanalítico que él practica) para cementar su intriga, historia que habla y se define.

”Cada espectador es un intrigante si trata de explicar una palabra (¡conocer!). Desde el refugio enguatado de las complicaciones serpentinas, hace manipular sus instintos. De ahí los infortunios de la vida conyugal.

Una obra de arte jamás es bella, por decreto, objetivamente, para todos. La crítica es por lo tanto inútil

”Explicar: diversión de los vientres rojos a los molinos de los cráneos vacíos.

”Si a uno le parece fútil y si uno no pierde el tiempo con una palabra que no significa nada... el primer pensamiento que revolotea en esas cabezas es de índole bacteriológica: hallar su origen etimológico, histórico o psicológico, por lo menos. Por los diarios se entera uno que a la cola de una vaca santa los negros Krou la llaman DADÁ. El cubo y la madre en cierto lugar de Italia, DADÁ. Un caballo de madera, la nodriza, doble afirmación en ruso y en rumano: DADÁ.

”Hay sabios periodistas que ven en estos un arte para los críos, y otros santos jesúsllamandoalosniñitos del día, el retorno a un primitivismo seco y ruidoso, ruidoso y monótono. La sensibilidad no se construye sobre una palabra; toda construcción converge en una perfección que aburre, idea estancada de una dorada ciénaga, relativo producto humano.

”La obra de arte no debe ser la belleza en sí misma, o está muerta; ni alegre ni triste, ni clara ni oscura, regocijar o maltratar a las individualidades sirviéndoles pasteles de las aureolas santas o los sudores de una carrera arqueada a través de las atmósferas. Una obra de arte jamás es bella, por decreto, objetivamente, para todos.

”La crítica es por lo tanto inútil, no existe más que subjetivamente, para cada un, y sin el menor carácter de generalidad. ¿O acaso se ha hallado la base psíquica común a toda la humanidad? Quedan, bajo las alas anchas y benévolas del intento apocalíptico: el excremento, los animales, las jornadas. ¿Cómo es que se quiere ordenar el caos que constituye esa infinita informe variación: el hombre? El principio ‘ama a tu prójimo’; es una hipocresía.

No reconocemos ninguna teoría. Estamos hartos de las academias cubistas y futuristas: laboratorios de ideas formales

” ‘Conócete a ti mismo’ es una utopía, pero más aceptable pues hay un contenido de maldad en ella. Ninguna piedad. Luego de la matanza nos queda la esperanza de una humanidad pacificada. Y hablo todo el tiempo de mí, puesto que no quiero convencer, no tengo derecho de arrastrar a otros en mi corriente, no obligo a nadie a seguirme y todo el mundo hace su arte a su manera, si es que conocer la alegría que sube en flechas hacia las capas astrales, o aquella que desciende a las minas de flores de cadáveres y espasmos fértiles.

”Estalactitas: buscarlas por doquier, en los pesebres agrandados por el dolor, en los ojos blancos como liebres de los ángeles. Así nació DADÁ, de una necesidad de independencia, de desconfianza para la comunidad. Aquellos que nos pertenecen conservan su libertad.

”No reconocemos ninguna teoría. Estamos hartos de las academias cubistas y futuristas: laboratorios de ideas formales. ¿Es que se hace arte para ganar dinero y acariciar a los gentiles burgueses?

”Las rimas suenan a la asonancia de las monedas y la inflexión resbala a lo largo de la línea del vientre de perfil. Todas las agrupaciones de artistas han desembocado en este banco cabalgando sobre diversos cometas. La puerta abierta a las posibilidades de arrellanarse en los cojines y en la comida.

El artista nuevo protesta: ya no pinta (reproducción simbólica e ilusionista) sino que crea directamente. Toda obra pictórica o plástica es inútil

”Aquí echamos el ancla en la tierra feraz. Aquí tenemos derecho a proclamar, pues hemos conocido los escalofríos y el despertar. Resucitados ebrios de energía, clavamos el tridente en la carne despreocupada. Rebosamos de maldiciones en la tropical abundancia de vertiginosas vegetaciones: goma y lluvia es nuestro sudor, sangramos y quemamos la sed. Nuestra sangre es vigorosa.

”El cubismo nació de la simple manera de mirar el objeto: Cézanne pintaba la taza 20 centímetros más abajo que sus ojos, los cubistas la miran desde arriba, otros complican la apariencia al hacer una sección perpendicular y colocándola sensatamente de lado. (No olvido a los creadores, ni las grandes razones que ellos volvieron definitivas).

”El futurista ve la misma taza en movimiento, una sucesión de objetos uno al lado del otro que maliciosamente hace atractiva con algunas líneas de fuerza. Ello sin prejuicio de que el lienzo sea de buena o mala pintura destinada a la inversión de capitales intelectuales.

”El pintor nuevo crea un mundo, cuyos elementos son también los medios, una obra sobria y definida, sin argumento. El artista nuevo protesta: ya no pinta (reproducción simbólica e ilusionista) sino que crea directamente en piedra, madera, hierro, estaño, organismos locomotores a los que pueda voltear a cualquier lado el viento límpido de la sensación momentánea.

Un cuadro es el arte de hacer que se encuentren dos líneas paralelas en un lienzo, en un mundo transpuesto según nuevas condiciones

”Toda obra pictórica o plástica es inútil; que sea un monstruo que asuste a los espíritus serviles, y no dulzona para exornar los refectorios de animales con hábitos humanos, ilustraciones de esta triste fábula de la humanidad.

”Un cuadro es el arte de hacer que se encuentren dos líneas geométricamente comprobadas paralelas en un lienzo, ante nuestros ojos, en la realidad de un mundo transpuesto según nuevas condiciones y posibilidades. Este mundo no está especificado ni definido en la obra, sino que pertenece en sus innumerables variaciones al espectador. Para el autor, ese mundo carece de causa y teoría. Orden = desorden; yo = no yo; afirmación = negación: resplandores supremos de un arte absoluto. Absoluto en pureza de caos cósmico y ordenado, eterno en el glóbulo segundo sin duración, sin respiración, sin luz, sin control.

”Me gusta la obra antigua por su novedad. Tan sólo el contraste nos enlaza con el pasado.

”Aquellos escritores que enseñan moral y discuten o mejoran la base psicológica tienen, además de un deseo oculto de ganar, un conocimiento ridículo de la vida, a la que han clasificado, dividido, canalizado; se empeñan en hacer bailar a las categorías al ritmo que ellos tocan. Sus lectores se ríen y prosiguen: ¿Y de qué sirve? Hay una literatura que no le llega a la masa voraz. Obra de creadores, procedente de una verdadera necesidad del autor, y para él. Conocimiento de un supremo egoísmo, donde se ajan las leyes.

Cada página debe reventar, ya sea merced a la seriedad profunda y grave, el torbellino, el vértigo, lo nuevo, lo eterno, merced a la burla aplastante

”Cada página debe reventar, ya sea merced a la seriedad profunda y grave, el torbellino, el vértigo, lo nuevo, lo eterno, merced a la burla aplastante, merced al entusiasmo de los principios o la manera en que queda impresa. Y queda un mundo bamboleante y los medicastros literarios con ganas de mejoramiento.

”Yo se lo digo: no hay comienzo y nosotros no temblamos, no somos sentimentales. Nosotros desgarramos, viento furioso, la ropa de las nubes y de las plegarias, y preparamos el gran espectáculo del desastre, el incendio, la descomposición. Preparemos la supresión del duelo y reemplacemos las lágrimas con sirenas tendidas de un continente a otro. Pabellones de júbilo intenso y viudos de la tristeza de la ponzoña.

”DADÁ es la insignia de la abstracción; la publicidad y los negocios también son elementos poéticos.

”Destruyo las gavetas del cerebro y las de la organización social: desmoralizar por todas partes y echar la mano del cielo al infierno, los ojos del infierno al cielo, restablecer la rueda fecunda de un circo universal en las potencias reales y en la fantasía de cada individuo.

”La filosofía es la cuestión: de qué lado empezar a mirar la vida, dios, la idea, o cualquier otra cosa. Todo lo que uno mira es falso.

”El resultado relativo no me parece más importante que escoger entre pastel y cerezas para el postre. La manera de mirar rápidamente el otro lado de una cosa, a fin de imponer su opinión indirectamente, se llama dialéctica, es decir, regatear el espíritu de las patatas fritas bailando la danza del método en derredor.

No hay una verdad última. La dialéctica es una máquina divertida que nos conduce a las opiniones que hubiéramos tenido de todas maneras

”Si yo grito: Ideal, ideal, ideal. Conocimiento, conocimiento, conocimiento. Bumbum, bumbum, bumbum.

”He registrado con bastante exactitud el progreso, la ley, la moral y todas las otras bellas calidades que diferentes personas muy inteligentes han discutido en tantos libros, para llegar, a final de cuentas, a decir que a pesar de todo quien ha bailado según su bumbum personal, y tiene razón en lo que toca a su bumbum, satisfacción de la curiosidad enfermiza; timbre privado para necesidades inexplicables; baño, dificultades pecuniarias; estómago con repercusión en la vida; autoridad de la vara mística formulada en ramillete de orquesta-fantasma con arcos mudos, engrasados con filtros a base de amoníaco animal.

”Con los quevedos azules de un ángel han excavado el interior por veinte céntimos de unánime reconocimiento. Si todos tienen razón y todas las píldoras no son sino Pink, por una vez intentemos no tener razón.

”Uno cree poder explicar racionalmente, mediante el pensamiento, lo que uno escribe. Pero es muy relativo. El pensamiento es algo muy bonito para la filosofía, pero es relativo. El psicoanálisis es una enfermedad peligrosa, adormece las propensiones antirreales del hombre y sistematiza la burguesía.

”No hay una verdad última. La dialéctica es una máquina divertida que nos conduce de una manera banal a las opiniones que hubiéramos tenido de todas maneras. ¿O es que se cree que, mediante el refinamiento minucioso de la lógica, se ha demostrado la verdad y establecido la exactitud de nuestras opiniones? Lógica ceñida por los sentidos es una enfermedad orgánica.

Estoy contra los sistemas, el más aceptable de los sistemas es no tener, por principio, ninguno

”A los filósofos les gusta agregar el siguiente elemento: el poder de observación. Pero precisamente esta magnífica cualidad de la mente es la prueba de su impotencia. Uno observa, uno mira de uno o muchos puntos de vista, uno los escoge entre los millones que existen. También la experiencia es un resultado del azar y de las facultades individuales. La ciencia me repugna en cuanto se vuelve especulativa-sistema, pierde su carácter utilitario -tan inútil-, pero por lo menos individual.

”Odio la objetividad grasa y la armonía, esa ciencia que encuentra que todo está en orden. Sigan, hijos míos, humanidad... Dice la ciencia que somos servidores de la naturaleza: todo está en orden, hagan el amor y rómpanse la cabeza. Sigan, hijos míos, humanidad, gentiles burgueses y periodistas vírgenes...

”Estoy contra los sistemas, el más aceptable de los sistemas es no tener, por principio, ninguno. Completarse, perfeccionarse en su propia pequeñez hasta llenar el vaso de su yo, coraje para combatir por y contra el pensamiento, misterio del pan, desencadenamiento súbito de una hélice infernal en flores de lis baratas.

”La espontaneidad dadaísta.

”Llamo meimportacarajismo al estado de una vida en que cada uno observa sus propias condiciones, sabiendo sin embargo respetar las otras individualidades, o si no defenderse, el paso doble volviéndose himno nacional, tienda de baratillo, T. S. H., el teléfono sin hilos transmitiendo fugas de Bach, anuncios luminosos y afiches de burdeles, el órgano difundiendo claveles para Dios, todo eso junto, y realmente reemplazando a la fotografía y al catecismo unilateral. La simplicidad activa. La impotencia para discernir entre los grados de claridad: lamer las penumbras y flotar en la gran boca llena de miel y de excremento.

El arte no tiene la importancia que le prodigamos desde hace siglos. El arte es algo privado, el artista lo hace para sí mismo

”Medida en la escala eternidad, toda acción es vana (si dejamos que el pensamiento tenga una aventura cuyo resultado fuese infinitamente grotesco, dato importante para el conocimiento de la impotencia humana). Pero si la vida es una farsa barata, sin objetivo ni parto inicial, y porque nosotros creemos deber salir adelante limpiamente, como crisantemos lavados, del asunto, hemos proclamado única base de entendimiento al arte.

”El arte no tiene la importancia que nosotros, centuriones de la mente, le prodigamos desde hace siglos. El arte no aflige a nadie y aquellos que sepan interesarse por él recibirán caricias y buena ocasión para poblar el país de su conversación. El arte es algo privado, el artista lo hace para sí mismo; la obra comprensible es producto de periodista, y pues que se me antoja en este momento mezclar a ese monstruo con colores de aceite: tubo de papel que imita metal que uno aprieta y automáticamente vierte odio, cobardía, villanía.

”El artista, el poeta se regocija del veneno de la masa condensada en un jefe de sección de esta industria, es feliz cuando se le injuria: prueba de su inmutabilidad. El autor, el artista alabado por los periódicos, comprueba la comprensión de su obra: miserable forro de un abrigo con utilidad pública; andrajos que cubren la brutalidad, meados colaborando al calor de un animal que cobija bajos instintos. Fofa e insípida carne que se multiplica con la ayuda de los microbios tipográficos.

”Hemos arrollado la tendencia llorona en nosotros. Toda filtración de esa naturaleza es diarrea confitada. Alentar este arte significa digerirla. Nos hacen falta obras fuertes, rectas, precisas e incomprendidas para siempre. La lógica es una complicación. La lógica siempre es falsa. Ella tira de los hilos de las nociones, palabras, en su exterior formal, hacia objetivos y centros ilusorios.

Nos hacen falta obras fuertes, rectas, precisas e incomprendidas para siempre. La lógica es una complicación. La lógica siempre es falsa

”Sus cadenas matan, miriápodo enorme que asfixia a la independencia. Casado con la lógica, el arte viviría en el incesto, engullendo, tragándose su propia cola siempre su cuerpo, fornicándose en sí mismo, y el genio se volvería una pesadilla asfaltada del protestantismo, un monumento, una pila de intestinos grisáceos y pesados.

”Pero la soltura, el entusiasmo e inclusive el júbilo de la injusticia, esa pequeña verdad que nosotros practicamos con inocencia y que nos hace bellos: somos finos y nuestros dedos son maleables y resbalan como las ramas de esa planta insinuante y casi líquida; ella precisa nuestra alma, dicen los cínicos. También ese es un punto de vista; pero no todas las flores son santas, por fortuna, y lo que de divino hay en nosotros es el despertar de la acción antihumana.

”Se trata de una flor de papel para el ojal de los señores que frecuentan el baile de la vida enmascarada, cocina de la gracia, blancas primas ágiles o gordas. Ellos trafican con lo que nosotros hemos seleccionado. Contradicción y unidad de los polares en un solo chorro puede ser verdad. Eso si uno insiste en pronunciar esa banalidad, apéndice de una moralidad libidinosa, maloliente.

”La moral atrofia como todo azote producto de la inteligencia. El control de la moral y de la lógica nos ha impuesto la impasibilidad ante los agentes de la violencia -causa de nuestra esclavitud-, ratas pútridas de las que está repleto el vientre del burgués, y que han infestado los únicos corredores de vidrio claros y limpios que quedaban abiertos a los artistas.

Que grite cada hombre: hay un gran trabajo destructivo, negativo, por cumplir. La limpieza del individuo se afirma después del estado de locura

”Que grite cada hombre: hay un gran trabajo destructivo, negativo, por cumplir. Barrer, asear. La limpieza del individuo se afirma después del estado de locura, de locura agresiva, completa, de un mundo dejado en manos de bandidos que desgarran y destruyen los siglos. Sin fin ni designio, sin organización: la locura indomable, la descomposición. Los fuertes por la palabra o por la fuerza sobrevivirán, pues son vivos en la defensa, la agilidad de los miembros y de los sentimientos chamusca sus flancos labrados.

”La moral ha determinado la caridad y la piedad, dos bolas de sebo que han crecido como elefantes y a las que llamamos buenas. La moralidad es la infusión de chocolate en las venas de todos los hombres. Esta tarea no fue ordenada por una fuerza sobrenatural, sino por el cartel de los mercaderes de ideas y los acaparadores universitarios.

”Sentimentalidad: viendo a un grupo de hombres que se pelean y se aburren inventaron el calendario y el medicamento sabiduría. Pegando etiquetas, se desencadeno la batalla de los filósofos (mercantilismo, balanza, medidas meticulosas y mezquinas) y se entendió una vez más que la piedad es un sentimiento, como la diarrea, en relación con el asco que arruina la salud, la inmunda tarea de las carroñas de comprometer al sol.

”Yo proclamo la oposición de todas las facultades cósmicas a esta blenorragia de un sol pútrido salido de las fábricas del pensamiento filosófico, la lucha encarnizada, con todos los medios del ASCO DADAÍSTA.

Libertad: DADÁ, DADÁ, DADÁ, aullido de dolores crispados, entrelazamiento de todas las contradicciones, de los grotescos, de las inconsecuencias

”Todo producto del asco susceptible de convertirse en una negación de la familia es DADÁ; protesta con todas las fuerzas del ser en acción destructiva: DADÁ; conocimiento de todos los medios hasta ahora rechazados por el sexo púdico del compromiso cómodo y la cortesía: DADÁ; abolición de la lógica, danza de los impotentes de la creación: DADÁ; de toda jerarquía y ecuación social instalada para los valores por nuestros lacayos: DADÁ; cada objeto, todos los objetos, los sentimientos y las oscuridades, las apariciones y el choque preciso de las líneas paralelas, son medios para el combate: DADÁ; abolición de la memoria: DADÁ; abolición de la arqueología: DADÁ; abolición de los profetas: DADÁ; abolición del futuro: DADÁ; creencia absoluta indiscutible en cada dios producto inmediato de la espontaneidad: DADÁ; salto elegante y sin perjuicio de una armonía a la otra esfera; trayectoria de una palabra lanzada como un disco sonoro grito; respetar todas las individualidades en su locura del momento: seria, temerosa, tímida, ardiente, vigorosa, decidida, entusiasta; pelar su iglesia de todo accesorio inútil y pesado; escupir como una cascada luminosa el pensamiento chocante o amoroso, o mimarlo -con la viva satisfacción de que da igual- con la misma intensidad en el zarzal, puro de insectos para la sangre bien nacida, y dorada de cuerpos de arcángeles, de su alma.

”Libertad: DADÁ, DADÁ, DADÁ, aullido de los dolores crispados, entrelazamiento de los contrarios y de todas las contradicciones, de los grotescos, de las inconsecuencias:

”LA VIDA.”

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