Nerón es un emperador con mala prensa. Según la historiografía tradicional, tras unos comienzos prometedores, se convirtió en un ser depravado que reinó en medio del crimen y la extravagancia. No habría dudado en asesinar a su propia madre, y suya habría sido también la responsabilidad del pavoroso incendio de Roma, atribuido a los cristianos a modo de conveniente chivo expiatorio. Se supone que, mientras la ciudad ardía, él interpretaba una pieza musical, obsesionado como estaba por sobresalir con sus dotes artísticas.
Por todos estos episodios, el césar se convirtió en un monstruo en el imaginario popular occidental. Sin embargo, en este relato sobre otro tirano desequilibrado, sobre un nuevo Calígula, no queda claro qué hay de cierto y qué de leyenda.
Hay que empezar por tener muy presente que las fuentes no son imparciales. Historiadores como Tácito o Suetonio se identificaban con los valores del Senado, opuestos a los que representaba el populismo neroniano. El emperador, en contra de los valores romanos tradicionales, trató de implantar un despotismo al estilo oriental, una especie de monarquía ilustrada –salvando las distancias– en la que todo sería para el pueblo pero sin el pueblo.
Algunas medidas tocaron de lleno los intereses de las clases altas. Se instauró, por ejemplo, una reforma fiscal que sustituyó algunos impuestos indirectos por gravámenes que afectaban a los que más tenían. Eso explica que la aristocracia, soliviantada, hiciera todo lo posible por desprestigiar la memoria de Nerón. Desde este punto de vista, el césar podría incluso ser visto como una figura de relativo progresismo.
Respecto a si culpó o no a los cristianos del incendio de la capital del Tíber, lo cierto es que no hay acuerdo entre los historiadores en la actualidad. Es posible que no llegara a perseguirlos porque, seguramente, en aquellos momentos un romano aún no era capaz de distinguir entre un judío y un cristiano.
Isabel Margarit, directora de Historia y Vida, y la periodista Ana Echeverría Arístegui abordan en este episodio a uno de los personajes más polémicos del Imperio romano. Al final del episodio nos recomiendan la macroexposición “Nero, the man behind the myth”, en el British Museum londinense hasta el 24 de octubre, sobre el último de los césares de la dinastía julio-claudia. La muestra intenta arrojar una nueva mirada para aclarar estos enigmas.