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La Segunda Guerra Mundial empezó según los libros de texto en septiembre de 1939, pero se puede decir que lo hizo antes, con la Guerra Civil y otros conflictos locales. Los desesperados intentos de Juan Negrín por llegar a la paz con Franco fueron el prólogo de lo que vino después.
El llamamiento de Negrín. Con una República que llevaba ya casi dos años perdiendo terreno, el presidente del Gobierno, Juan Negrín, lanzó en abril de 1938 un llamamiento desesperado al bando nacional para la reconciliación. Sus trece puntos fueron desoídos por los sublevados que avanzaban posiciones en todos los frentes. Negrín sabía lo que venía después, por eso, tras la negativa nacional y la derrota en la batalla del Ebro, proclamó la necesidad de resistir.
Guerra total. Y lo que venía después fue una guerra global como no había habido otra. En todos los frentes: Francia, la URSS, África o el Pacífico. Los centenares de combates en esos lugares dan para muchas historias, como la batalla de la isla de Ramree, donde los cocodrilos causaron enormes bajas en el bando japonés, o al menos esa es la versión que circuló en su día. ¿Qué hay de cierto en ella?
Salto salvador. Más allá de los choques armados, la segunda guerra mundial ha pasado a la historia por los crímenes perpetrados por el nazismo. Los campos de exterminio se han convertido en sinónimos de atrocidad y símbolos de unos hechos que no deberían volver a repetirse jamás. En medio de esa tragedia, trascienden historias como la de Simon Gronowski, que a los once años saltó de un tren con destino a Auschwitz.
Heroísmo y tragedia. En los últimos tiempos de la guerra el diplomático sueco Raoul Wallenberg salvó a miles de judíos de Hungría de la deportación y de una muerte casi segura. Sin embargo, en enero de 1945 fue secuestrado por Stalin y asesinado en su reclusión en la URSS. ¿Por qué? Al parecer su vinculación con los servicios secretos occidentales se encuentra tras su trágico final.
Más allá
Un viaje trascendental. Probablemente el viaje en tren más famoso y trascendental de la historia fue el de Lenin desde Suiza, donde se encontraba exiliado, hasta su país en los últimos tiempos de los zares. El regreso fue auspiciado por los alemanes que creían así que acabarían con la participación rusa en la Gran Guerra. Poco después, la Rusia zarista acabaría desapareciendo; la Alemania imperial, también. La historia de este viaje, en dos entregas (aquí y aquí), en Jotdown.
Calzadas romanas. Es cierto que las calzadas romanas fueron fundamentales en la articulación del imperio y que todavía lo son, pues su presencia conecta directamente el presente con la Antigüedad. Pero solo se ha localizado un 10% de las que existían y muchas de las que hoy se destacan como romanas no lo son. Este artículo publicado en la versión española de The Conversation hace una puesta al día de la situación.
Déjà vu
Siempre la vivienda. La vivienda en España está abandonando la categoría de mero problema para entrar de lleno en el terreno de la alarma social. Entre septiembre del 2023 y el mismo mes del 2024 los precios de venta de los pisos se incrementaron un 8,1%, según datos del portal inmobiliario Idealista, que señalaba que en algunas ciudades como Valencia, el encarecimiento era superior, por encima del 20%. Eso en el caso de adquirir una casa, porque en el alquiler la situación es incluso peor, con una oferta no solo insuficiente sino además menguante. Las razones se encuentran en la poca vivienda construida y el incremento de la población.
Es en este contexto, en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado esta misma semana una batería de medidas para incrementar la oferta de alquiler asequible, así como para facilitar la construcción de viviendas públicas. El mismo contexto en el que solo unas horas antes el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, hizo también público un plan en este mismo sentido.
No es la primera ocasión en que España se ha tenido que enfrentar a una situación crítica por lo que respecta a la vivienda. El franquismo tuvo que hacer frente a una emergencia parecida por la migración masiva del campo a la ciudad de los años 50 y 60. Entonces se inició un programa para la construcción de cientos de miles de viviendas protegidas y subvencionadas que tenía como objetivo que España se convirtiera en un país “de propietarios y no de proletarios”, según el falangista José Luis Arrese.
Al margen de la valoración que pueda hacerse de la política de vivienda de Franco –antes de echar las campanas al vuelo hay que pensar que se partía de unas ciudades repletas de chabolas por lo que el margen de mejora era muy amplio- lo cierto es que España se ha visto cíclicamente afectada por la escasez de vivienda digna. Y en ambos casos la razón se encuentra en los movimientos masivos de población, la emigración del campo a la ciudad en el siglo XX y la llegada de inmigrantes desde el extranjero en el XXI.