"Una fecha que vivirá en la infamia”. Así calificó Roosevelt lo ocurrido cuando la aviación japonesa bombardeó la base naval norteamericana de Pearl Harbor sin haber declarado la guerra y se negociaba para intentar poner fin a las tensiones entre ambos países, crecientes desde hacía seis meses.
El sorpresivo y fulminante ataque es una de las pesadillas que emborronan un siglo XX de éxitos militares de EE.UU.: la sociedad estadounidense quedó conmocionada por un zarpazo militar en que murieron 2.402 personas, mil fueron heridas, se perdieron casi 200 aeronaves y cuatro acorazados fueron hundidos.
Japón por su parte pierde 55 pilotos y 29 de sus 360 aviones
Pearl Harbor arrastró a EE.UU. a la Segunda Guerra Mundial y marcó el inicio de una complicada relación del imperio americano con el continente asiático, con sus siguientes escalas en Corea y Vietnam.