Rainiero III, el ‘pirata’ emprendedor
HACE 100 AÑOS
Rainiero III, príncipe soberano de Mónaco, nace en Mónaco. Sucesor de su abuelo Luis II en el trono del principado, convertirá Mónaco en un centro turístico y de negocios reconocido internacionalmente
La dinastía monegasca siempre repartió sabiamente sus papeles: mientras la glamurosa actriz Grace Kelly copaba las portadas y ponía de moda al país, su augusto marido, el príncipe Rainiero, se arremangaba en los despachos para traer dinero a Mónaco ya que, tras la Segunda Guerra Mundial, los casinos (su principal fuente de ingresos) habían quedado en bancarrota.
Si el principado no remontaba, podría acabar siendo anexionado por su vecino y protector, Francia.
Nacido el 31 de mayo de 1923, Rainiero, monarca y noble perteneciente a la Dinastía Grimaldi, había llegado al trono a los 25 años. Educado en Gran Bretaña, Suiza y Francia, el Príncipe, sucedía a su abuelo Luis II en el trono del principado, que convirtió en un centro turístico y de negocios reconocido internacionalmente. Tomando el timón aguerridamente, Rainiero emprendió negocios primero en alianza con el armador griego Aristóteles Onassis, con quien creó la Sociedad Monegasca de Bancos y Metales Preciosos, que controlaba el Casino de Montecarlo, varios hoteles y atracciones turísticas.
A principios de los años 50, recompró al armador sus acciones e inició en solitario su imparable carrera en los negocios. Su estratégico matrimonio con la estrella de Hollywood Grace Kelly en 1956 contribuye a ello.
Con el 'príncipe constructor', como se le apodaba, Mónaco conoció un desarrollo inmobiliario sin precedentes, que unido a su condición de paraíso fiscal, le convirtió en uno de los países con mayor renta per cápita del mundo. Fue entonces cuando impulsó él solito una frenética actividad inmobiliaria, acometiendo la construcción de grandes rascacielos, que harían crecer a Mónaco en vertical, la única posible.
Rainiero III ejerce como Príncipe del principado de Mónaco desde el 12 de abril de 1950 hasta su muerte el 6 de abril de 2005, con la ayuda de las exenciones fiscales, atrajo a las grandes fortunas.
Su fortuna personal se estima entre 1.800 y 2.000 millones de euros. El príncipe cuenta 81 años.