Claudio Sánchez Albornoz, un apasionado de la historia de España
F IRMAS CÉLEBRES
Intelectual comprometido con la Segunda República.
Exiliado durante casi cuarenta años en Argentina, regresó para morir en España.
Demócrata liberal y anticomunista, escribió en nuestras páginas 82 artículos durante sus últimos años de vida.
Claudio Sánchez Albornoz nació en Madrid el 7 de abril de 1893, el mismo día en que su padre juraba el cargo de diputado a Cortes por Ávila. Primogénito de nueve hermanos, se licenció en Filosofía y Letras en 1913. A los veinticinco años ganó por oposición la cátedra de Historia de España de la Universidad de Barcelona; después pasó por Valencia, Valladolid y, finalmente, Madrid, donde fue catedrático desde 1920 hasta 1933; en 1932 fue nombrado rector de la Universidad Central.
Demócrata liberal, católico y feroz anticomunista, Sánchez Albornoz defendió lealmente la Segunda República española. Miembro del partido Acción Republicana, diputado por Ávila desde 1931 a 1936, fue consejero de Instrucción Pública, vicepresidente de las Cortes y, en 1933, durante unos pocos meses, ministro de Estado.
El 15 de mayo de 1936 fue nombrado embajador en Lisboa, donde permaneció hasta otoño del mismo año, cuando el gobierno portugués rompió relaciones con el de Madrid. Exiliado en Francia, fue profesor de la Universidad de Burdeos hasta la ocupación alemana de 1940, cuando decidió trasladarse a Argentina.
Tras una breve estancia en Mendoza, recaló en Buenos Aires donde fue catedrático de Historia Medieval. Fundó el Instituto de Historia de España y su órgano de difusión: Cuadernos de Historia de España . Asimismo, entre 1962 y 1970 continuó su actividad política como presidente del Gobierno republicano en el exilio.
El 23 de abril de 1976, tras cuarenta años de exilio, regresó a España para una visita de poco más de dos meses, en las que pronunció conferencias y realizó declaraciones cargadas de emoción y nostalgia. Recibió el título de miembro de honor del Instituto de Estudios Asturianos y fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Oviedo. Desde entonces los reconocimientos fueron muchos, entre otros, el premio Godó de periodismo, en mayo de 1978; el de hijo adoptivo de Asturias en 1979 y la Medalla de Oro de Ávila, en 1980. En diciembre de ese mismo año, fue designado primer miembro de honor de la Fundación Príncipe de Asturias.
El 21 de junio de 1983 ingresó varios meses en el Hospital Español de Buenos Aires, aquejado de una neumonía. Tras su recuperación, el 29 de julio de 1983 regresó definitivamente a España, asentándose en Ávila. En mayo de 1984, le fue concedido el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.
El 8 de julio de 1984 falleció en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, de Ávila, tras diez meses de reposo y tratamiento médico, a consecuencia de una dolencia broncorrespiratoria. Fue enterrado en el claustro de la ciudad abulense, en una ceremonia presidida por el presidente Felipe González. Curiosamente, don Claudio, apasionado de la historia y la política, reposa ahora a escasos metros de la sepultura del presidente Adolfo Suárez.
Sánchez Albornoz en La Vanguardia
El historiador colaboró en nuestras páginas desde marzo de 1977 hasta julio de 1983, cuando cayó enfermo de gravedad en Buenos Aires. Durante esos seis años publicó 82 artículos en los que salteaba temas de la actualidad con otros de carácter familiar y biográfico –el Madrid de su juventud, exilio argentino o los años republicanos. Asimismo, destacan los que tratan su concepción de la historia de España, una historia, que a diferencia de las tesis de Américo Castro –con el que mantuvo un duro debate intelectual durante los años sesenta, se basa en el carácter ancestral de lo hispano que se materializa en la Reconquista y la acción colonizadora en América.
12.03.1977 El sueño de una noche de verano
17.08.1977 Las llaves de una casa perdida
23.09.1977 Porras Barrenechea
02.11.1977 Tres San Migueles
04.12.1977 Un chico vivo que promete
25.12.1977 Recordando el belén familiar
11.02.1978 Frente a una arremetida
14.03.1978 En mi prisión
22.04.1978 Los puntos sobre las íes
17.05.1978 Dos elogios de Aldo Moro
06.06.1978 Mundial de Fútbol. Proyecciones deportivas del desastre de la Invencible
20.06.1978 ¿Y usted qué es?
05.07.1978 Una huelga inesperada
26.07.1978 La fecundación artificial ¡Pobres toros!
31.08.1978 Castillejo: Un ejemplo a imitar
09.09.1978 Solzenytsin, Albornoz y Madariaga
04.10.1978 Algunas amargas verdades
25.10.1978 En torno a mis tacos castellanos
15.11.1978 Un extraño cautiverio
06.12.1978 Hace ochenta años…
06.01.1979 ¡Pobre Reconquista!
08.02.1979 De Buenos Aires a Australia
04.03.1979 La difusión del idioma. Anécdotas y reproches
29.03.1979 Mis libros
22.04.1979 En la patria y el exilio. Dos vidas
23.05.1979 Ante un inexorable mañana
25.07.1979 La inflación que padecemos. ¡Llueven Giles!
16.08.1979 ¿Alá contra Cristo?
04.10.1979 Quehacer histórico de un centenario. “Las tres vidas de Jorge Manrique”
04.10.1979 Cuatro tragedias reales… ¡y Sevilla!
02.11.1979 Dos visitas a Compostela. La vigencia de Santiago
24.11.1979 El “Guernica” de Picasso. Una noche en el Museo del Prado
20.12.1979 En la hora de ahora
03.01.1980 ¡Por el alma de…!
31.01.1980 Réquiem por el Madrid de mi juventud
14.02.1980 No debemos olvidar la guerra civil
08.03.1980 Cuatro reyes españoles transidos de españolía
28.03.1980 Una venganza de Picasso
11.05.1980 Soledad
25.05.1980 La España cristiana
29.05.1980 La fundación de Buenos Aires y… La problemática de la historia española
21.06.1980 De tiempos pasados (I) Azaña: Recuerdos y reflexiones
02.07.1980 De tiempos pasados (y II) Temor al energumenismo
31.07.1980 Gratitud a la Argentina
16.08.1980 Cacerías
26.08.1980 Reconquista de la reconquista
04.09.1980 ¿Y después?
17.09.1980 Nacionalidades. Las persecuciones antihebraicas de 1931 y la unidad de España
15.10.1980 Los treinta y ocho abulenses
06.11.1980 ¡Mea culpa!
02.12.1980 La justa rebelión de las masas
31.12.1980 ¡Estas mujeres!
22.01.1981 Mi faldón de cristianar
15.02.1981 Una sugestión sobre la Ley del divorcio
29.03.1981 La juventud de hoy. Pesimismo
26.04.1981 Un caballero y un labrador
27.05.1981 A los cuarenta años de mí llegada a Argentina
28.06.1981 Los ríos van a la mar; ayer se cayó una torre
09.08.1981 Vivir no es volver
06.09.1981 Un extraño fenómeno psíquico
13.09.1981 Santiago, Toledo y Sevilla. En la forja de lo hispano
31.10.1981 De la Commune francesa a la guerra civil española
08.11.1981 Escuchemos a Jorge Manrique
05.12.1981 Una habanera prehistórica, otro fenómeno psíquico
20.12.1981 Las viudas del ayer
24.12.1981 Meditación sobre la España del futuro inmediato
20.03.1982 Un sueño cruel: España sin Reconquista
03.04.1982 …Y si los islamitas no hubiesen invadido España
17.04.1982 ¿Gobernar es transigir?
26.05.1982 Las que he visto en 90 años. Otra guerra
09.06.1982 Sobre mi regreso. El poder de la radio
26.06.1982 Proyección de la invasión islámica en la vida cultural española
22.08.1982 Lord Disraeli y yo
09.09.1982 Disidentes e intelectuales en la España musulmana
20.09.1982 Nuestras abuelas las bacterias
21.10.1982 En torno a nuestra aspereza temperamental
25.11.1982 El oficio de un historiador
11.12.1982 Mis colaboradores espontáneos y mis espontáneos corresponsales
05.03.1983 Los vaivenes de la Historia
15.04.1983 Lo hispanoamericano. Una singular exposición en Buenos Aires
05.05.1983 Testamento. El servilletero de mi abuela
03.07.1983 En torno al inventor de la cama