Misión cumplida. La Reina regresa este viernes a España cumplido el objetivo de dar visibilidad a los programas de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID) desarrolla en Paraguay. Un abanico de acciones que van desde la recuperación arquitectónica de los restos arqueológicos de las misiones jesuíticas a los centros de ayuda a mujeres vulnerables, pasando por escuelas taller de formación para jóvenes sin recursos. Un viaje, el sexto desde que Letizia asumió la tarea emprendida hace años por la reina Sofía, y el primero a América del Sur, que se ha saldado con el compromiso expreso de la Reina de que España seguirá y ampliará los programas de cooperación.
Letizia habla Con artesanos sobre sus proyectos durante una visita al Centro Cultural Juan de Salazar, en Asunción
Los viajes de cooperación, además de respaldar los programas en marcha, también tienen la finalidad de rendir cuentas al contribuyente: mostrar dónde y a qué se dedica el dinero que España aporta en diferentes países para la ayuda al desarrollo. El miércoles por la tarde, durante la visita a las misiones jesuíticas de Trinidad y Jesús, la Reina, en presencia Silvana López, esposa de presidente paraguayo, Mario Abdo, recordó la visita que en 2003 realizó el entonces príncipe de Asturias, después de que las misiones fueran declaradas Patrimonio de la Humanidad y España ya llevaba más de diez años interviniendo en su rehabilitación. El resultado, de casi treinta años de trabajo, ha convertido la zona en una atracción turística y cultural, con el consiguiente aumento de visitas y crecimiento económico. También ha sido una manera de reconocer la labor de los jesuitas españoles que en el siglo XVII se empeñaron en dignificar la vida de los guaraníes.
Solidaridad
La visita se cerró en un suburbio de Asunción, donde 26.000 familias viven de lo que reciclan de un vertedero
De recuperar la dignidad se trata el trabajo que realiza el centro de atención integral a la mujer Luna, ubicado en el asentamiento de El Bañado Sur, uno de los barrios más desfavorecidos de la capital paraguaya, asentado en una zona inundable y limítrofe con un vertedero, donde buena parte de su población, especialmente mujeres, separan los desperdicios para encontrar algún material del que sacar provecho.
La reina de España conversa con un sacerdote jesuita, Francisco de Paula, en un centro de atención a las víctimas de violencia machista y de tráfico de mujeres en la capital paraguaya
Cuando un vertedero es la fuente de ingresos de más de 26.000 personas todo está por hacer. El programa de integración social que la Aecid sigue en El Bañado Sur, que ayer visitó la Reina, pasa por formar a las mujeres para darles alternativas de trabajo; cuidando de sus hijos para que puedan acudir a los talleres y, sobre todo, dándoles herramientas que les permitan salir de un círculo en el que son víctimas de violencia de género, embarazos adolescentes, prostitución y trata. El centro desarrolla programas de apoyo a niños y jóvenes y promueve el acceso de mujeres a pequeños proyectos con microcréditos. Se han organizado talleres de artesanía hecha con materiales reciclables que salen del vertedero, para ir reduciendo en lo posible el número de personas subidas a las montañas de basura. Se han organizado brigadas a las que se les asigna un camión para que seleccionen el material reciclable antes de abocar los retos en el vertedero y se les enseña a utilizar los materiales y convertirlos en objetos aprovechables, como piezas de ebanistería, tejidos o bisutería de diseño.
Residentes del barrio San Cayetano de Asunción que la reina Letizia ha visitado en su estancia de tres días en Paraguay
El viaje de cooperación de la reina Letizia se cerró con una visita al centro cultural Juan de Salazar, un referente de actividades culturales, promovidas por España que potencia, principalmente las de música alternativa y artistas emergentes.
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Antes de emprender viaje de regreso a Madrid, la Reina acudió al palacio presidencial donde el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y su esposa, Silvana López, le ofrecieron un almuerzo. Ni para acudir a la cita, la Reina se desprendió de su chaleco rojo de cooperante que no se ha quitado en todos las visitas y recorridos. Una prenda, por cierto, que al igual que portaban todos sus acompañantes, ha sido suministrado por una cooperativa textil de Paraguay.
La reina Letizia rodeada de la primera dama, Silvana López, y el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez