Charles Spencer, IX conde de Spencer, no ha dejado de ser noticia en las últimas semanas por su divorcio, que se anuncia escandaloso, y porque siguen las investigaciones de la policía británica sobre el caso de abusos sexuales que reveló el hermano de lady Di en su último libro, A very private school (Un colegio muy privado).
Según confirmaron las autoridades británicas esta semana, están investigando a una segunda víctima por presunto abuso sexual en el internado Maidwell Hall, un colegio privado situado en Northamptonshire, al norte de Londres, donde Charles Spencer, de 60 años, contó que fue abusado durante su infancia.
Imagen aérea de Maidwell Hall, el internado al que acudió el hermano de lady Di.
Los abusos sexuales que sufrió adquieren relevancia ante la investigación de nuevos testimonios
También esta semana, el centro anunció que finalmente cerrará sus puertas al acabar el curso con “profundo pesar” meses después de revelar el conde su drama infantil. “La escuela se ha visto afectada negativamente por factores externos que han hecho imposible que la escuela continúe”, aseguran en su página web tras años de gestión al margen de polémicas en ese sentido.
Spencer, historiador y autor de varios libros, causó conmoción en el Reino Unido al compartir el pasado mes de marzo que había sido víctima de malos tratos y abusos durante sus años de internado. Según su relato fue “golpeado” por el director del centro, Jack Porch, y abusado sexualmente por una asistente de veinte años, quien, al parecer, habría reiterado esa conducta delictiva durante años con más alumnos. La policía también reveló recientemente que una mujer de 67 años había sido arrestada y puesta en libertad bajo fianza en junio mientras continuan las investigaciones.
Una de las preguntas que plantea el libro del conde Spencer, en el que también usa el testimonio de otros alumnos del internado, es: ¿en qué estarían pensando los padres que enviaron a sus hijos de siete y ocho años a estas instituciones tan crueles? Y una de las respuestas es que aceptaron esa noción británica, ya desfasada, de que los niños pequeños, en particular los niños privilegiados, debían acostumbrarse al dolor y al sufrimiento. Pero el hermano de lady Di cuenta que pensó varias ocasiones en pegarse un tiro en el pie en el final de las vacaciones para evitar volver a esa escuela.
Charles Spencer y Karen Gordon en la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle.
El conde de Spencer mantuvo enterrado ese dolor durante mucho tiempo, pero esos cinco años profundamente traumáticos en Maidwell Hall, a solo unos pocos kilómetros de Althorp House, el hogar ancestral de la familia Spencer, dejaron una huella duradera que obligó al tío del príncipe Guillermo a iniciar terapia al cumplir 40 años, un proceso de sanación que culminó años después con la publicación de su libro.
En cuanto a su también traumático tercer divorcio todavía en proceso, Spencer, que acaba de ser abuelo por primera vez, guarda silencio mientras la revista People reveló hace unos días algunos detalles acerca de su separación de su todavía esposa, Karen Gordon. Según documentos judiciales, ella le acusó de poner fin a su matrimonio de 13 años a través de un mensaje de texto para estar con su “amante desde hace mucho tiempo”, la arqueóloga Cat Jarman, al menos desde el 2022, “y más probablemente desde el 2021”.
Charles Spencer, Cat Jarman y el reverendo Richard Coles.
Jarman, de 42 años, conoció al conde Spencer en el 2021 al llegar a Althorp House para realizar una investigación arqueológica en los restos de la villa romana que fue descubierta en los terrenos de la propiedad hace un siglo. Tras conocerse parece que todo fue rodado cuando el hermano de lady Di “ni siquiera estaba pensando en un romance”. Lanzaron juntos el podcast sobre historia The Rabbit Hole Detectives (que inspiró un libro del mismo nombre) con el reverendo Richard Coles en el 2023. “Es realmente agradable estar con alguien que quiere hacer cosas”, le dijo a Daily Mail a finales de noviembre.
En junio del año pasado, Charles y su esposa, Karen, anunciaron que se divorciaban después de casi 13 años de matrimonio. Él contrató al mismo abogado que el rey Carlos cuando se divorció de la princesa Diana en 1996.
La arqueóloga a su vez tuvo que interponer otra demanda contra Gordon en octubre por uso indebido de información privada. Al parecer, distribuyó de alguna forma información médica de Jarman.