En privado con...
Nandu Jubany se somete a 'En privado con...': un personaje y cinco preguntas a quemarropa sin darles la oportunidad de pensar más allá de dos o tres segundos de cortesía.
Nandu Jubany está de celebración. Pocos días antes de cumplir 54 años regresó de su segundo rally Dakar, donde quedó en la posición 28.º en la categoría de coches (el primero lo completó en el 2018 y en moto). El mundo de las ruedas le apasiona casi tanto como el de los fogones por donde deambula desde niño en el restaurante familiar en Monistrol de Calders.
En otoño celebrará los 30 años de Can Jubany, el restaurante que abrió con su mujer Anna en una masia de Calldetenes (Osona) con el propósito de ofrecer recetas de la cocina tradicional pero innovadas. Sólo tres años después, en 1998, recibe una estrella Michelin, que sigue manteniendo y cuenta también con tres soles de la guía Repsol.
A medida que aumentaba la familia (Nandu y Anna tienen tres hijos), expandía también su oferta gastronómica y actualmente el chef catalán tiene restaurantes en Viladrau (Mas d'Osor), Sant Julià de Vilatorta (Mas Albereda), Andorra (Diamant), Singapur (Foc), Formentera (Can Carlitos, Es Còdol Foradat, Agua Aire) Barcelona (Pur, Impur) y Eivissa (Pecador). También gestiona El Convent de Blanes, donde el verano pasado se casó su gran amigo el también chef Jordi Cruz.
El mediático chef catalán también está muy volcado en causas benéficas, así en diciembre participó en la cena de Ametller Origen para recaudar fondos para el hospital de Sant Joan de Deu, o en la organizada por cocineros con estrella Michelín para ayudar a los afectados por la Dana en Valencia. Y el próximo 12 de mayo repetirá, por octavo año consecutivo, en la People in red Barcelona, sirviendo la cena solidaria.
Nandu Jubany en cinco preguntas
Si tuvieras una segunda vida, ¿Qué cambiarías o a qué te dedicarías?
Probaría ser piloto de coches o de motos, me gustaría más. Acabo de participar en el rally Dakar pero no he podido hacerlo en moto sino en coches porque me he hecho mayor. Acabo de cumplir 54 años.
Si pudieras tener una cena con cualquier persona, viva o muerta, ¿Quién sería y qué pregunta le harías?
Me encantaría poder cenar con Bruce Springsteen. Quizás es picar demasiado alto, pero me gustaría preguntarle por la receta de su vitalidad, que tiene muchísima más que yo y yo reconozco que tengo mucha. Pero bien cayó en la olla de la pócima o no sé. Aunque Springsteen ha venido muchas veces a Catalunya no he podido cumplir ese sueño, pero quien sabe si algún día tengo la suerte de poder dale de comer y de charlar un rato con él.
¿Cuál es el hábito más raro que tienes y que crees que nadie más comparte?
Soy muy tozudo, demasiado. Yo estoy lo considero una virtud, pero los que están a mi alrededor no lo consideran así y lo tienen que sufrir.
¿Quién es tu amor platónico?
No he tenido muchos, pero durante muchos años, cuando era pequeño estaba enamorado de Farrah Fawcett, la rubia de Los ángeles de Charlie
¿Qué es lo más raro que llevas en el bolso o en la cartera?
Pues siempre llevo dinero metálico, aunque lleve tarjetas de crédito. Puede sonar raro, porque mis hijos y los jóvenes en general no llevan, pero yo me siento más protegido con dinero.