Noemí Salazar consiguió dar un paso más allá y convertirse en una de las estrellas de Los Gipsy Kings. Si bien lleva un tiempo alejada de la pequeña pantalla, su forma de ser la convirtió en una de las concursantes de GHVIP 7, terminando en cuarta posición. Tras esto, se ha centrado en su trabajo en redes sociales como influencer, donde ha cosechado más de un millón de seguidores.
Y es en estas mismas plataformas donde ha querido exponer un grave problema de salud al que tiene que hacer frente de manera inmediata si no quiere que se haga irreversible. Un diagnóstico médico que ha dejado muy preocupada a la hija de Raquel Salazar.
Noemí ha acudido al hospital Quirón de Pozuelo para conocer el diagnóstico de la enfermedad de oído que padece y de la que ha hablado en numerosas ocasiones. Un problema que parece que ha ido en aumento en los últimos meses. Y es que no ha podido evitar preocuparse al notar que ha perdido más capacidad auditiva de la poca que ya tenía.
Tras varias pruebas, el otorrino le ha dado una noticia que le mantiene en vilo. “Me ha dicho el doctor que tengo una pérdida de audición muy grave y que tengo que operarme”, ha confesado en Instagram.
Noemí Salazar: “Dicen que soy muy joven y que tengo una pérdida de audición muy grande”
La joven de 31 años ha querido compartir que antes de pasar por quirófano deberán realizarle un TAC completo para poder empezar con los preparativos de cara a la operación. Y será en ese momento cuando recibirá la fecha de la intervención que, tal y como le han trasladado, será lo antes posible.
“Dicen que soy muy joven y que tengo una pérdida de audición muy grande, que hay que intentar operar. El médico me ha dicho que debería oír a partir de los 20 decibelios y que yo lo estoy haciendo a partir de los 60”, ha continuado relatando, mostrando su preocupación por el asunto.
Y pese a que tiene miedo ante la intervención, es algo que está esperando con ansias para poder vivir con normalidad. “Esto me está afectando a mi vida cotidiana. No hablo con la gente porque no la oigo. Muy mal. Ando como perdida. Estoy muy sorda”, ha confesado. Un hecho que le hace aislarse del resto de personas al no poder seguir el ritmo.
Aun así, tampoco ha dudado en exponer la preocupación que tiene de cara al futuro. Después de la operación, y tras superar el postoperatorio, podrían quedarle secuelas, como los vértigos permanentes. Un hecho que los médicos le han dicho que deberían ser solo puntuales, pero que no pueden descartar por completo.