Kesha está feliz. Tras años en silencio por su complicada batalla legal con el productor Dr. Luke, la artista regresa con Joyride un tema que a sus seguidores les recuerda a los éxitos fiesteros del comienzo de su carrera. Un tema que lanzaba el 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos, algo que sus seguidores notaron que no era casual.
Esta nueva Kesha no piensa dejar que sus detractores vuelvan a amedrentarla. “Libertad, te estaba esperando”, clamaba en sus redes sociales, poco antes del lanzamiento de este nuevo sencillo. Feliz, la cantante compartía dos imágenes suyas en bikini unos días después que la convertían en protagonista de la polémica.
Espectacular a sus 37 años, lo primero que llamó la atención entre los comentarios fue cómo algunos usuarios no tardaban en volver a las andadas, criticando sin piedad el cuerpo de la cantante. Sin embargo, la cantante ha dejado el pasado atrás, y no dudó en lanzar un mensaje a todos estos haters.
Un dardo directo en forma de poderoso alegato y mensaje de amor a su cuerpo, por el que la cantante lleva luchando y tratando de cuidar desde que era muy joven. Ha sufrido trastornos alimenticios, acoso escolar, ansiedad... Un círculo vicioso del que ha conseguido salir y en el que no piensa volver a entrar.
“No pensé que en 2024 la gente seguiría avergonzada por su cuerpo, pero...”, suspira la artista. “Estoy muy orgullosa de mi cuerpo. Ha pasado por mucho”, asegura. “Se rompió el ligamento cruzado anterior en el escenario y terminó el espectáculo. Ha mantenido unido mi maldito corazón roto”, sentencia, dando a su cuerpo el mérito que merece.
En los últimos años me he dado cuenta de que una vez que das el paso para ayudarte a ti mismo, estarás muy feliz de haberlo hecho
“Para aquellos que piensan que me están avergonzando, en realidad me estáis haciendo sentir muy poderosa”, asegura. “Así que, espero que algún día te sientas lo suficientemente completo como para no destrozar a otras mujeres”, sentencia. “Mientras tanto, ódiame más, perra”.
La artista reveló hace unos años la artista a Teen Vogue que pasaba muy malos ratos viendo fotos suyas tomadas por los paparazzi, cosa que hacía sin descanso, retroalimentando su ansiedad. Llegó un momento que incluso casi pierde la vida matándose de hambre. Según reveló al New York Times, Dr. Luke criticaba su peso delante de todos al comienzo de su carrera, insultándola y llamándola “nevera gorda”.
“Lo peor es que cuando estaba en uno de los peores momentos de mi vida, seguía escuchando que me veía mucho mejor. Sabía que estaba destruyendo mi cuerpo con mi trastorno alimentario, pero el mensaje que recibí fue que lo estaba haciendo muy bien”.
La artista reconocía ya entonces que ”trabajar en uno mismo requiere valentía“, pero ella no se arrepiente de haber dado el paso. ”En los últimos años me he dado cuenta de que una vez que das el paso para ayudarte a ti mismo, estarás muy feliz de haberlo hecho".