Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo pueden presumir de poder permitirse pasar sus vacaciones en cualquier rincón del mundo de su elección. En esta ocasión, el internacional portugués, la influencer y casi todos sus hijos se han desplazado al exclusivo St. Regis Red Sea Resort, ubicado en una lujosa isla privada en el archipiélado de Ummahat, a orillas del Mar Rojo.
Un destino de ensueño en el que el jugador se relaja tras la última jornada de la Liga de Arabia, dispuesto a recargar pilas junto a su familia. Relajados y felices se les ha podido ver en las imágenes que la pareja ha compartido en sus perfiles oficiales en las redes sociales, donde han dejado ver a sus seguidores alguno de los secretos de este increíble lugar, apto para muy pocos.
La pareja y sus hijos pequeños: los mellizos Eva y Mateo (6), Alana Martina (6) y Bella Esmeralda (a punto de cumplir 2 años), vivieron unos días de ensueño en este complejo de ensueño, que muchos denominan la "joya" del Mar Rojo. El resort es la primera isla privada que se abre en la zona, uno de los destinos turísticos regenerativos de lujo en la costa occidental del país, situado en la isla de Ummahat, en Al Wajh Lagoon.
Diseñado por el arquitecto Kengo Kuma, el complejo es un auténtico oasis en el que vivir una experiencia de ensueño cuesta entre 5.000 y 7.000 euros la noche, lo que lo hace apto para muy pocos. El resort está formado por 90 villas lujosamente decoradas y vistas inigualables, todas a pie de playa con arena blanca y sobre el agua, de uno a cuatro dormitorios; con piscina privada, ducha exterior y solárium.
Por si fuese poco, cuenta con un exclusivo servicio de mayordomos dispuestos a atender todo tipo de necesidades, restaurantes de lujo, un balneario-spa, gimnasio con todo tipo de actividades y un club infantil con animación para los más pequeños. El sitio es también famoso por su programa de buceo, pues el Mar Rojo está rodeado por la cuarta barrera de arrecifes de coral más larga del mundo, rodeada de abundante vida salvaje.
Además, solo se puede acceder por barco o hidroavión desde el aeropuerto internacional del Mar Rojo, inaugurado hace solo unos pocos meses.