La cantante Taylor Swift ha emprendido acciones legales contra Jack Sweeney, un estudiante universitario de Florida, por rastrear y compartir públicamente la ubicación de su jet privado. Este movimiento se suma a una serie de controversias relacionadas con la privacidad y la seguridad de las celebridades, donde Elon Musk también ha tenido un papel destacado.
A finales de diciembre, Swift envió una carta de cese y desistimiento a Sweeney, acusándolo de poner en peligro su seguridad personal al proporcionar información sobre la ubicación de su avión a través de las redes sociales. La carta, redactada por los abogados de la ganadora de 14 Grammys a lo largo de su carrera, denunciaba el seguimiento sistemático realizado por Sweeney y lo acusaba de ignorar la seguridad personal de la cantante.
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Sweeney, por su parte, ha argumentado que está utilizando datos públicos proporcionados por la Administración Federal de Aviación (FAA) y entusiastas de la aviación para rastrear los vuelos de la cantante, y que su intención nunca ha sido causar daño.
Sin embargo, la intérprete de Shake it off ha insistido en que este seguimiento representa una amenaza para su seguridad y bienestar, especialmente considerando los precedentes de acosadores que han intentado hacerle daño en el pasado.
Elon Musk ya tuvo que intervenir
La situación se complica aún más con la intervención previa de Elon Musk, quien también ha tenido disputas con Sweeney por el seguimiento de sus vuelos en jet privado. En 2022, Musk cerró la cuenta de X, antes Twitter del estudiante que rastreaba sus movimientos, argumentando preocupaciones por su seguridad y la de su familia.
Sweeney, también gestiona cuentas que se encargan de rastrear los movimientos en jets privados que realizan otras celebridades como Mark Zuckerberg y Bill Gates, entre otros. El magnate tecnológico dueño de Starlink o Tesla advirtió de que este tipo de cuentas son un "riesgo para su seguridad" y la de su familia.
Taylor Swift irá a la Super Bowl
En medio de esta polémica, Swift se prepara para asistir al Super Bowl LVIII en Las Vegas, donde su pareja, Travis Kelce, jugará con los Kansas City Chiefs. La asistencia de la cantante al evento ha generado aún más interés público sobre sus viajes y movimientos, especialmente teniendo en cuenta su concierto previo en Tokio, Japón, unas horas antes del partido.
De hecho la embajada japonesa en EE.UU. se encargó de informarlo en un comunicado publicado en redes sociales en el que señalaron que había 17 horas de diferencia desde Tokio; por lo que la presencia de la cantante podría estar garantizada.