Nunca es tarde para intentar hacerse con las nuevas tendencias y todas las modas que, aunque fugaces, atrapan la atención de los consumidores. Marcas, productos y famosos que se unen a compartir este tipo de nuevas modas, porque es la manera de llegar a esas nuevas generaciones obsesionadas con las redes sociales y el entretenimiento fácil.
El último en convertirse en estrella absoluta entre los más jóvenes en Internet ha sido el actor Anthony Hopkins, quien a sus 86 años ha demostrado que todavía tiene algún que otro as bajo la manga guardado para sorprender a sus seguidores. Lo ha hecho en redes sociales, donde con más de ocho millones de seguidores comparte videos suyos bailando y haciendo el tonto y viviendo según “su edad”, que para él son 68 años.
El actor, ganador de dos premios Oscar durante toda su carrera, ha dado rienda a esta nueva faceta como rey del vídeo corto; algo que, aunque reacio al principio, terminó haciendo por su mujer, Stella Arroyave (67) y su sobrina, quienes le convencieron para hacer los vídeos.
“Soy un poco reacio. Digo: 'Oh, no, otra vez no'. Pero hago tonterías porque necesitamos humor. Necesitamos reírnos en la vida. Supongo que por una buena razón. La vida es dura. El mundo es un lugar salvaje, pero la vida tiene su belleza”, insiste el actor.
Así, ya es habitual verle haciendo cosas de todo tipo: desde bailar al ritmo de Mambo italiano a revolver salsa de tomate mientras se mete en la piel de su celebrado Hannibal Lecter.
El protagonista de La última sesión de Freud está preparando un documental sobre su vida, y a pesar de su edad, no tiene pensado jubilarse por el momento. “Tengo mucha suerte de trabajar a mi edad”, admite.
Los abuelos, auténticas estrellas de TikTok
Hopkins no es el único, y es que TikTok cada vez tiene más estrellas de más de 80 años, que han encontrado en la red social una nueva manera de divertirse y conectar con las nuevas generaciones, aportando de paso un toque de dulzura al medio. La canadiense Jenny Krupa (88), la abuelita “gángster” Ross Smith (94) o el Viejo Steve (82) son solo algunos de ellos. Todos ellos, con algo en común: no tomarse nada demasiado en serio.