Se acabó fue la canción con la que en 1978 María Jiménez alcanzó la fama. Y ayer la vida de la cantante se acabó a los 73 años. Fue su hijo Alejandro quien emitió un comunicado para dar la noticia: “Con profunda tristeza y dolor en nuestros corazones, despedimos hoy a María Jiménez, mujer amada y respetada por su compromiso inquebrantable con su familia, amigos y admiradores. Un espíritu indomable, una personalidad arrolladora, una mujer fuerte y valiente que luchó contra todas las adversidades más allá de lo imaginable”.
María Jiménez ha muerto a causa de un cáncer de colon que le diagnosticaron hace 3 años. Ha pasado el verano sin problemas de salud. El 16 de agosto publicó su última foto en un restaurante de Conil de la Frontera junto a su hijo Alejandro y sus dos nietos, por eso “no nos esperábamos que fuera a pasar esto tan rápido”, dijo ayer su hijo ante los medios: “Hace cuatro días se empezó a encontrar más débil y muy cabezona, no quería ir al médico”.
Hoy un coche de caballos con el féretro de la sevillana recorrerá el barrio de Triana, donde nació
Hace tres días, por fin, la cantante viajó desde Chiclana de la Frontera, donde había fijado su residencia en los últimos tiempos, a Sevilla, para acudir a su médico. Tras una revisión le aconsejan que no vuelva a Chiclana, sino que se quede en Triana, el barrio sevillano en el que nació. Tras dos días ingresada en el hospital Infanta Luisa, de Sevilla, falleció el jueves de madrugada. “Lo importante es que no ha sufrido”, aseguró Alejandro Jiménez.
Anteriormente, María Jiménez sufrió un cáncer de mama y también otro de garganta. Además, hace 4 años estuvo varios días en coma, después de una operación intestinal.
Ayer miles de personas pasaron por la capilla ardiente de la cantante instalada en el Ayuntamiento de Sevilla. También famosos como Eugenia Martínez de Irujo, Fran Rivera, Carlos Herrera, Los Morancos, India Martínez, Toñi Moreno, Victorio & Lucchino, Los del Río, María del Monte o el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. El féretro estaba cubierto con un mantón de manila y con plumas de pavo real, las mismas que llevaba en la cabeza en el 2002, en la portada del disco Donde más duele . Ese trabajo fue su resurgimiento, con el que resurgió como el ave fénix, después de dar carpetazo a su matrimonio con Pepe Sancho.
“Pionera en alzar la voz por la libertad, la igualdad y contra el maltrato hacia la mujer, su Se acabó fue aliento y ejemplo frente al machismo”, fue la acertada definición que hizo Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones ayer sobre María Jiménez.
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Hace 45 años, en una España recién salida del franquismo, la cantante con voz desgarrada, melena rubia platino y levantándose la falda para bailar revolucionó el flamenco y retrató lo que era la violencia de género en Se acabó . Una canción y un título convertido en grito feminista contra la violencia de género que ha llegado hasta nuestros días. La futbolista Alexia Putellas lideró la revuelta en contra de Rubiales con #seacabó.
Pero María Jiménez no pudo decir definitivamente “se acabó” hasta el 2002, cuando puso punto final a su unión con Pepe Sancho, marcada por los celos, las infidelidades y el maltrato. Se casaron tres veces. La primera, por la iglesia en 1980. Ella era la cantante más famosa del momento y él un actor muy popular gracias al éxito de la serie Curro Jiménez . “Fue un flechazo, pero luego fueron 20 puñaladas”, dijo ella en el programa Lazos de sangre . En 1983 nació el único hijo en común, Alejandro, y al año siguiente se separaron.
María Jiménez y Pepe Sancho junto a su hijo Alejandro Sancho
El 7 de enero de 1985, una tragedia les unió. María fue madre soltera con 17 años de una niña, Rocío, que Pepe adoptó. El mismo día que la joven cumplió 17 años murió en un accidente de tráfico. Una desgracia que María jamás superó, “la vida va pasando, pero el dolor no”, le confesó a Jorge Javier Vázquez. En 1987 la pareja volvía a casarse, esta vez en Costa Rica, pero volvieron a separarse, y en 1991 se casaron por tercera vez. Una boda que los dos calificaron luego de farsa, celebrada solo para vender una exclusiva.
En el 2002, con el divorcio formalizado, María Jiménez resurgió después de años en silencio. Relató su vida conyugal en el libro Calla Canalla . Se vistió con plumas de pavo real para cantar “¿Quién hará tu trabajo debajo de mi falda?” ( en el disco con Sabina, y también “tú que te mereces un príncipe, un dentista”, con La cabra mecánica. Pero los problemas de salud la fueron apartando de los escenarios, aunque en el 2020 publicó un disco. En los últimos años, sus nietos y la Fundación María Jiménez Sevilla, creada contra la violencia de género, eran sus alegrías.
Esta mañana el féretro de la cantante saldrá del Ayuntamiento y, cumpliendo sus últimas voluntades, recorrerá el barrio de Triana en un coche de caballos hasta el cementerio de San Fernando, donde será enterrada en el panteón familiar. Alejandro Jiménez pidió a todos los que quieran homenajear a su madre que “brinden por ella y escuchen su música”.