Sara Sálamo se presentó en los últimos premios Goya con la cara lavada. La actriz aprovechó una de las alfombras rojas más importantes para reivindicar la naturalidad y la elección de las mujeres de ir sin maquillaje. Sin embargo, fueron muchos los que cuestionaron este gesto, puesto que consideraban que en realidad sí llevaba un poco de iluminador, colorete e incluso un labial muy natural.
La canaria no era la primera en atreverse a posar frente a los fotógrafos sin apenas maquillaje. En 2016, Alicia Keys fue la precursora del ‘No Make Up’, una tendencia con la que quería liberarse de la presión que sentía por estar siempre perfecta. Apareció en diferentes actos con imperfecciones en su rostro y sin una gota de maquillaje. La intérprete de ‘No one’ ejercía como orgullosa embajadora de esta moda que no era tan auténtica como proclamaba, ya que su maquilladora acabó confesando que había usado polvos bronceadores para iluminar sus mejillas, un rellenador de cejas y un pintalabios con brillo.
La reivindicación de Alicia Keys animó a otras celebridades a subir en redes imágenes con la cara lavada, una tendencia que recientemente también se veía en diferentes desfiles de las ‘fashion week’. Conocida como ‘Clean look’ esta técnica que está triunfando este 2023 es una versión mejorada del ‘No Make Up’ y consiste en un maquillaje muy minimalista, casi imperceptible, con muy pocos productos cosméticos.
Hailey Bieber, Bella Hadid o Zendaya, referentes para la generación Z, son unas grandes defensoras de esta tendencia que pone en valor el ‘menos es más’. Es habitual ver a estas celebridades compartir con sus seguidores selfis “al natural”, con un maquillaje efecto segunda piel con el que consiguen el efecto buena cara. También actrices como Ana de Armas o Cate Blanchett no tienen problemas en renunciar al uso excesivo del ‘make up’ tanto en sus redes como en sus apariciones públicas.
Esta tendencia del minimalismo facial requiere minimizar la cantidad de productos que se aplican en la piel. Básicamente consiste en eliminar las imperfecciones como manchas, acné o pequeñas arrugas y priorizar los rasgos naturales, principalmente con cosméticos que aporten luminosidad a la piel.
Para sumarse a la técnica, se necesita preparar el rostro con un sérum y crema hidratante que puede ser con color, como las cremas BB y CC. Las mujeres que prefieran usar su crema habitual, pueden utilizar una base de maquillaje con base de agua, que son mucho más ligeras.
A continuación, es el turno de un corrector fluido y del colorete, en color rosado para mantener el aspecto fresco y descansado. El último paso es el perfilador, en tono nude, para definir el labio y un bálsamo hidratante.