No todos los días se cumplen 60 años. Juan y Medio celebra la entrada en una nueva década con la suerte de haberse convertido en todo un referente para la televisión en nuestro país tras 21 años de carrera. En especial, la andaluza, donde el presentador ha sabido ganarse el corazón de los espectadores.
Tremendamente discreto con su vida privada, el presentador se abre como nunca en una entrevista con la revista Semana, a cuenta de su cumpleaños y haber sido elegido un año más para presentar las Campanadas en Canal Sur, en la que admite tener miedo de la soledad que ve vivir a muchos de los mayores que acuden de invitados a sus programas; además de reconocer que no es feliz.
Portada de Semana.
El presentador admite que tiene "lo que nadie tiene en el planeta", haciendo referencia a su familia: "Yo empecé tan arriba, que toda mi vida ha sido cuesta abajo", asegura el presentador, explicando que ha tenido lo mejor que ha podido tener en cuestiones de amor familiar y amigos. Sin embargo, sorprende que reconozca que no es feliz: "Feliz es una palabra que, para mi, se aleja bastante", insiste, explicando que "A menos que seas un poquito inconsciente de la realidad. Uno puede tener destellos de felicidad. Yo lo que soy es un hombre satisfecho", asegura.
El presentador inicia una nueva etapa a sus 60 años en la que puede presumir de haber conseguido el éxito y haberse hecho un hueco en los hogares de media España. Sobre todo, en Andalucía, donde lleva más de 13 años buscando el amor a los más mayores. Algo que le sigue llenando de ilusión y le ha hecho aprender muchas cosas.
Juan y Medio daba el salto desde Canal Sur a TVE, tras décadas como presentador estrella de la televisión andaluza, con 'Dúos Increíbles'.
"Es imposible no aprender de ellos, porque yo esa vida no la he vivido", asegura el presentador, "Somos lo que somos por ellos [...] Cuando oigo a la gente que viene a mi programa, me doy cuenta de lo cretino y lo pequeño que soy, todas las tardes. Son lecciones de vida diaria, todos los días distintas".
Unas lecciones muy valiosas y que le han hecho darse cuenta más aún si cabe de la importancia de la familia, los amigos y sentirse querido. El presentador asegura que le da miedo la soledad: "La soledad escogida ayuda, porque te vuelves creativo y luchas contra el aburrimiento. Pero la soledad impuesta... A ciertas edades y con las facultades mermadas, no la quiero ni para mis enemigos", insiste, asegurando que pretende con su programa hacer compañía a toda esa gente que se siente sola cada tarde: "A todos nos gusta comer con alguien, comentar las cosas con alguien o hablar con alguien".
El presentador, con su galardón en los Premios Iris de la Academia de la Televisión el pasado mes de noviembre.
Poco se sabe de la vida personal del almeriense, salvo que no está casado ni tiene hijos. Siempre ha sido muy reservado, y casi nada se ha desvelado de sus parejas a lo largo de los años: "Yo no he elegido no ser padre, la vida me lo ha dado así. A mí me hubiese encantado ser padre", insiste, bromeando: "No lo descarto, eh".
Tengo la inmensa suerte de sentirme muy querido
Tiene cinco hermanos y, como bien dijo él mismo en una entrevista para Diez Minutos, sólo uno de ellos ha tenido hijos: “A nivel funcional somos un desastre porque tampoco hemos tenido parejas de vivir en la misma casa y eso es porque nos llevamos muy bien entre nosotros y tenemos una vida bastante plena”.