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La Barcelona de Clara Chía Martí

Curriculum y aficiones

Así es la vida en la ciudad de la discretísima novia de Gerard Piqué

Gerard Piqué durante el Trofeo Joan Gamper el pasado 7 de agosto. 

GTRES

Todos los consultados coinciden, “Clara Chía es tan buena chica como lo es de guapa” y hemos podido comprobar que las imágenes publicadas hasta ahora en las revistas no le hacen justicia, pero es tan discreta que no hay fotografías claras de ella que se puedan publicar. Según ha podido saber este diario por el entorno de la nueva pareja de Gerard Piqué, a la barcelonesa de 23 años le está sobrepasando un poco la atención mediática que recibe tras darse a conocer que es la mujer que ha sustituido a Shakira en el corazón del futbolista azulgrana. Pero no es posible participar en un triángulo amoroso junto a dos estrellas internacionales y seguir siendo anónima por mucho tiempo.

Clara Chía Martí (1999) forma parte de una familia catalana de clase media acomodada de Barcelona, y está bien conectada en los ambientes jóvenes de la zona alta. En su perfil real de Instagram, y no en esas decenas de cuentas falsas con fotos de otras chicas rubias, Chía solo permite que vean sus fotos 177 seguidores, un grupo muy reducido entre los que se encuentran Piqué y también la modelo Julieta Gracia.

Gustos y tiempo libre

Chía estudió protocolo, está bien conectada en los ambientes jóvenes de la zona alta y practica yoga y el método Pilates

Junto a sus padres —él es abogado y su madre trabaja como administrativa—, Chía ha residido en un ático cercano a la Plaça Kennedy. Durante su adolescencia estudió en varios colegios de la zona alta, siendo la Escola Frederic Mistral en la que más tiempo permaneció. Su familia, catalanista y acérrima seguidora del Barça, suele elegir la isla de Menorca para pasar sus vacaciones en familia, donde han alquilado residencia vacacional durante algunas temporadas.

La catalana cursó sus estudios hasta en tres centros educativos diferentes de la ciudad. Tras abandonar la Escola Frederic Mistral, pasó por el Institut Escola Costa i Llobera, y el último año de bachillerato lo cursó en la Escola Lleó XIII, un centro en el que el bachillerato es privado, y que proporciona una enseñanza personalizada a atletas de élite y a alumnos no deportistas. Por eso, a este último centro también asisten tradicionalmente los atletas de La Masía-Centro de Formación Oriol Tort, es decir, los jugadores más jóvenes de la cantera del Futbol Club Barcelona.

Más tarde, Chía centró sus estudios en la organización de eventos. Para ello se matriculó en la Escuela Internacional de Protocolo de Barcelona, con sede en la Gran vía barcelonesa, donde ha cursado algunos años del grado universitario en Protocolo y Organización de Eventos. Esta catalana es una enamorada de la organización de actos, y más en concreto de la planificación de bodas. Las prácticas curriculares que realizó durante la carrera fueron en la empresa de wedding planners Escrivá Events, experta en enlaces celebrados en la Costa Brava.

El padre de Chía es culé hasta la médula, y por herencia ella también lo es, pero el fútbol no es uno de sus pasatiempos favoritos. Fuera del deporte estrella, sí comparte con Piqué el amor por el ejercicio físico, pues es una de las alumnas más notables del centro de fitness Serotonin Studio.

Joven y trabajadora

Chía realizó prácticas en la empresa de wedding planners Escrivá Events y trabajó en la coctelería La Traviesa, de Tuset

En este gimnasio de bienestar 360º, situado en la Carrer de Muntaner, Chía sigue participando en muchas de las actividades que ofrecen. Toma clases de yoga, Pilates, TRX, HIIT y cardio alternadamente. El centro, que despegó en plena pandemia con clases online, nació con la intención de traer a la ciudad las últimas tendencias en fitness a nivel mundial. Según su página web, sus clases son “cañeras” pero sin olvidar la importancia del mindfulness, algo en lo que podría estar apoyándose Chía para superar estos tiempos de repentina e indeseada atención mediática.

Para ser más independiente y costearse sus propios gastos, mientras estudiaba se buscó un trabajo de camarera en la elegante coctelería La Traviesa, situada en el Carrer de Tuset. La misma zona de bares y clubs nocturnos que se sabe que frecuenta el futbolista desde hace años. Entre las discotecas a las que salía Chía junto a sus amigas del colegio, los clubs Bling Bling y Sutton eran sus favoritos. El resto es una historia de amor.