Acababa de cumplir 22 años cuando Agoney se presentó a los castings de Operación Triunfo con la canción OS d’un terrien en détresse, del artista de Kazajistán Dimash Kudaibergen, y que le valió ser uno de los elegidos para concursar en el conocido talent show musical de RTVE. Cinco años más tarde, su universo ha cambiado por completo, pero no sus convicciones hasta el punto de que el cantante canario eligió el mismo tema para ponerse en la piel de uno de sus referentes para ganar la final de Tu cara me suena que se celebró el pasado viernes.
El intérprete canario también es noticia por el buen recibimiento de su nuevo sencillo Bangover, un nuevo punto de inflexión a una carrera artística que está reinventando desde hace dos años con la misma exigencia de siempre pero con la lección aprendida de TCMS de no olvidarse de disfrutar la vida y no tomársela tan en serio. Estas son sus reflexiones.
Ganador de Tu cara me suena 9, su sencillo Bangover número en la plataforma iTunes…¡Está usted espléndido!
Es un torbellino de emociones enorme, ¡una locura! Estoy muy agradecido con el público. Primero por esas votaciones en Tu cara me suena: ¡no es normal el porcentaje con el que salí ganador! Después por como la gente está recibiendo el sencillo…Estoy en un sueño.
¿Estamos ante su mejor época profesional hasta el momento?
Nunca me había sucedido algo así. Cuando me dí a conocer en Operación Triunfo era un niño de 22 años; salí del programa muy formado pero no sentía mucho apoyo. Es algo que fui viendo con el tiempo, y ahora que han pasado casi cinco años y con la vorágine de Tu cara me suena, me he dado cuenta del apoyo que tengo y me siento muy afortunado. Solo puedo dar las gracias por ello.
Desde fuera tengo la sensación de que Tu cara me suena es un programa sanador para la mayoría de famosos que concursan…
Tú los has dicho, es sanador. Lo que yo he aprendido con el programa es a no tomarme la vida tan en serio. Soy una persona que se lo toma todo muy a pecho y que sufre muchísimo. ¡Voy a hacer un concierto y sufro! Me encanta, pero durante la previa estoy muy nervioso y cada actuación la sufro mucho. Llegar a este programa y romper con todo esto fue maravilloso. Recuerdo que en las primeras galas me decían que sonaba muy bonito: “¡Agoney, tienes que hacerlo mal!”. Aprendes a vivirlo todo de otra forma, y eso te rompe los esquemas y hace que aprendas mucho.
¿Esta ha sido la gran lección que ha aprendido en el concurso
Eso es: ¡no te tomes la vida tan en serio!
Agoney en el plató de 'La Vanguardia'
¿Cree que ser tan sufridor y exigente le ha penalizado estos años tanto en su faceta personal como profesional?
¡En todas! Y me sigue pasando factura. Yo soy un tío que me gusta que todo esté perfecto, pero es imposible llegar a ese nivel de perfección que hay en mi cabeza. Cuando veo que no lo consigo, hay veces que me enfado y me frustro mucho.
Soy un tío que me gusta que todo esté perfecto, pero es imposible llegar a ese nivel de perfección que hay en mi cabeza
Sus compañeros en el programa le han ayudado mucho…
¡Es así! Coincidir con Lydia Bosch, Los Morancos, David Fernández, Loles León…¡Ellos llevan toda la vida en esto! No había semana que Loles León no me contara una anécdota seguida de un aprendizaje. En la última gala me ayudó a trabajar la confianza porque me veía sentado en el sofá tiritando del miedo. “¿Confías en ti?”, me preguntaba. Y yo le respondía que no. Y me dijo de una forma que jamás olvidaré: “¿Si no confíes tú mismo en tus posibilidades, quién lo hará?” Todo eso me lo llevo a mi vida, me lo guardo en mi maleta y lo voy a usar siempre.
Ha sido su coach personal…
Una de ellas, sí. Lydia también. O Los Morancos, que entre broma y broma también han sido una gran lección para mí. David Fernández me ha dado una lección de humanidad…También los más jóvenes han sido maravillosos. ¡Son para comérselos!
Eva Soriano es quien más me ha sorprendido en el programa
¿Quién le ha sorprendido más?
¡Eva Soriano! Yo no sabía que cantaba tan bien, ¡es muy fuerte! En la primera gala que no sentamos a comer juntos ya me hablaba de técnica vocal. ¿Tú no eres humorista?, le pregunté. Y me dijo que Mamen era su vocal coach y cuando cantó vi el nivel que tenía y que sabía lo que hacía. La verdad es que me sorprendió mucho.
¿Por qué eligió a Dimash como carta para la final?
La canción que canté fue la misma con la que me presenté al casting de Operación triunfo y era la que tenía seleccionada su llegaba al final del talent y no pude cantar. Dimash es considerado por muchos profesionales como el mejor vocalista del mundo. Así que decidí jugar: yo no canto con ese timbre tan lírico como él, nunca lo había hecho. Pero como a mí me gustan los retos decidí hacerlo para unir todo eso en un número que pensaba que sería brutal. Tengo que decirte que se me puso gente en contra…¡pero lo logramos! (Ríe).
Agoney caracterizado como Dimash
Y el propio artista se pronunció sobre su número…
Me felicitó de forma pública por mi talento. ¡Estamos hablando de la mejor voz del mundo! El mismo día que Dimash me felicitó, también lo hizo Mónica Naranjo por la misma actuación. ¡Dos referentes para muchísima gente que me están felicitando por mi calidad vocal y mi talento! Mi yo de 12 años aún no se lo puede creer.
Y dos artistas en los que usted se transformó en el programa: ¿Valentía o inconsciencia?¿
Inconsciencia! (Ríe). Con Mónica estaba obligado por el pulsador, pero a Dimash lo elegí yo y ni lo pensé. Me fui de viaje a París y cuando volví empecé a entrenar duro. Durante esa semana me preguntaba, qué estoy haciendo? De hecho, una hora antes de salir a plató, una persona del equipo me dijo: “¡Qué vas a hacer, la puedes liar parda!” (Ríe). Pero salió muy bien…
53% de los votos. Además, decidió repartir el premio para llegar a más onegés…
Es que yo no sabía que había 30.000 euros para repartir y cuando me enteré antes de empezar el programa pensé que estaría bien que los repartiéramos y que tocaran a 6.000 por concursante. Los míos los he destinado a ACNUR que ahora está trabajando con las personas refugiadas en la guerra de Rusia y Ucrania.
¿Cuál ha sido su espina clavada y, quitando la actuación final, su mejor reto interpretativo de la edición?
La espina clavada la tengo con Camilo Sesto, que creo que lo podría haber hecho muchísimo mejor. Podía haber sido un número muy emocionante y me he quedado con esa pena. ¿Costarme mucho? ¡Todos! Empezando por Lady Gaga, pero también con Bruno Mars que quizás es con el que lo he pasado peor porque se me daba muy mal cantar como él.
Sufrí mucho en 'OT' porque no conseguía disfrutar del programa y romper con las cosas, soltarme y cantar como soy capaz
En OT se quedó a las puertas de la final con un sexto lugar. ¿Se ha resarcido de aquella experiencia televisiva gracias a TCMS?
Sí que lo vivo así, pero no por no haber ganado OT, ni mucho menos. La espina vino porque sufrí mucho en OT porque no conseguía disfrutar del programa y romper con las cosas, soltarme y cantar como soy capaz. Lo pasé muy mal: la edad, problemas en casa, miles de cosas que también había en mi cabeza. Con Tu cara me suena logré disfrutar cuando dejé de obligarme a que tenía que disfrutar. Bruno Mars fue precisamente el punto de inflexión: lloré todo el día y luego me calmé y me tomé un vino permitiéndome sentir lo que sentía. A partir de ahí ya fue ir para arriba. A partir de ahora voy a disfrutar más…
Agoney se dio a conocer mediáticamente en OT
No debe ser fácil salir de la burbuja de un programa como Operación triunfo y empezar a buscarse la vida con la desorientación que eso comporta conforme van pasando los meses y los años…¿Tuvo muchas crisis existenciales?
Todos hemos pasado por eso, pero también los que trabajan en otros oficios. Yo lo pasaba mal cuando viajaba y sentía que estaba fuera de lugar continuamente. Hubo un momento en el que me sentía fuera de lugar, incluso en mis propios conciertos, y la verdad es que me costó mucho encontrarme. No fue hasta que publiqué el disco Libertad que eso sucedió y rechacé todo tipo de ofertas para cantar otras canciones, de publicidad o de otros caminos que podría haber hecho en televisión para centrarme en lo que quería, que era mi música. También tuve buenos consejos, por parte de mi familia, de amigos o de otros compañeros de la profesión que me dijeran que hiciera lo que sentía, solo eso.
Vamos a la música, pues. ¿Cuál es su objetivo artístico actualmente?
La verdad. No sirvo para fingir, o para hacer música comercial vacía que a mí no me representa. No podría cantar canciones que me compongan otras personas y que no tengan nada que ver conmigo por el simple hecho de vender, que esto es algo que pasa mucho. Necesito escribir, componer, cantar e interpretar mi propia música y que lo que yo esté contando sea verdad. Quiero que este año esté lleno de mucha música, pero música con verdad. Si tengo que sentarme mil horas y escribir mil canciones para quedarme con una, lo haré.
No sirvo para fingir o para hacer música comercial vacía que a mí no me representa
En una canción de Agoney suelen pasar muchas cosas. Es muy difícil etiquetarle en un género o especialidad…
Como bien dices, concibo los temas como micro universos dentro de cada tema que van más allá de la música o la lírica, sino que cada canción tiene un concepto y para mí es muy importante porque, a la hora de interpretarlo, es genial jugar con eso y con la puesta en escena. Soy muy lento creando música, pero me lo paso muy bien y es precioso. Le dedico todo el tiempo del mundo para que sea un universo completo, con su cielo y su suelo (Sonríe).
Muchos de sus mensajes artísticos están relacionados con la necesidad de romper cuerdas o grilletes que limitan libertades, ¿es un grito personal?
Es un mensaje que me repito a mí continuamente. Siento que sin darme cuenta me ato, me amordazo y vuelvo a tiempos de oscuridad en casa. Por eso me repito que quiero salir adelante y que quiero romper con todo. Incluso cuando siento que he roto con cosas, suelo mirar para atrás y me doy cuenta de que en realidad podría romper más. Ahora tengo herramientas, pero también hay que usarlas bien, que a veces es complicado.
Siento que sin darme cuenta me ato, me amordazo y vuelvo a tiempos de oscuridad en casa. Por eso me repito que quiero salir adelante y que quiero romper con todo
¿Está satisfecho con su nuevo sencillo a pesar de su exigencia
Bangover significa resaca sexual. Así que tu dirás si estoy satisfecho o no…(Ríe).
¿Siente que estos días vive una resaca sexual?
Todavía estoy en el proceso del sexo y lo estoy disfrutando mucho. Ya tendré tiempo cuando llegue a los 50 o los 60 para tener resaca sexual.
Se ha hablado mucho del beso que le dedicó a su pareja cuando le entregó el premio, aunque no dejar de ser un acto muy natural…
Yo es que soy muy natural (Sonríe). ¡Al final es solo un beso! A mi lo que me sorprende es que no nos llame la atención cuando la gente se insulta en televisión, incluso es algo que nos parece normal, pero sin embargo cuando vemos dos personas dándose un beso es algo que nos llama la atención. Debería ser al revés, así que ojalá que el mundo cambie.
Me sorprende que no nos llame la atención cuando la gente se insulta en televisión pero que cuando vemos dos personas dándose un beso es algo que nos llama la atención
Nos repetimos como un mantra que cada vez somos una sociedad más avanzada, pero los episodios de homofobia, por poner un ejemplo, no cesan. ¿Cómo lo vive?
Yo no puedo negar que hay un avance, y echando la vista muchos años atrás se ve. Dicho esto, podría ser un avance más rápido. La clave está en la educación y todavía falta que ese tipo de educación se implante en las escuelas. La diversidad sexual existe y debe ser conocida por todo el mundo.
¿Se ha sentido profesional o personalmente por su orientación sexual?
Nunca me he sentido señalado ni perseguido. Sí que he vivido algún momento absurdo pero que no son ni dramáticos para mí. Si me hace daño es por el resto de personas, ya que yo soy un tío que soy algo frío con las injusticias contra mí, pero pienso en gente que mentalmente no sea como yo y esté sufriendo o le pueden destruir. Y ahí es cuando se me cruzan los cables, me insultan cuando voy en bicicleta y te persigo para decirte que te voy a arrancar la cabeza: y esto es anecdótico y real (Sonríe).
Agoney pasa por su mejor etapa profesional y personal
Eurovisión. ¿Sigue ilusionado con ir algún día al festival?
Lo pensé en su momento pero somos personas cambiantes y, aunque en 2018 me hacía toda la ilusión del mundo, actualmente no me veo. Me invitaron a presentarme este año y les dije que no. No estoy preparado para ello, no me veo preparado a enfrentarme a todo lo que se está enfrentado Chanel, por ejemplo. Ni tengo ganas. Tengo el cuerpo lleno de soriasis por el estrés que acumulo actualmente y ha sido un programa maravilloso, imagínate si me cae la que le está cayendo a ella.
No estoy preparado para Eurovisión, no me veo preparado a enfrentarme a todo lo que se está enfrentado Chanel
¿Qué valoración hace de lo que le está pasando?
Que no aprendemos. Cuando pasó lo de Verónica Forqué, todo el mundo se llevó las manos a la cabeza y hablaba de salud mental. Ahora son muchas de las mismas personas que no aprenden y se meten con una chica cuya única ilusión es cantar y representar a un país en un festival. Si la cosa sigue así, no habrá ningún artista que se querrá presentar. Todavía no he recibido una crítica buena por parte de los artistas, y eso es un problema grave porque la música está para disfrutarla y compartirla, y más representando a un país precioso. Hay que disfrutar más, que es solo música no una operación a corazón abierto.
El cantante canario prepara disco para los próximos meses
Termino con sus proyectos de presente y futuro inmediato. ¿Se avecina disco?
Por mi parte estoy preparando mucha música nueva de la que me siento orgulloso y que no sé si terminará en un disco. Yo creo que sí…(Ríe). Queda un año muy movido.