Rocío Flores está siendo la gran damnificada del testimonio de Rocío Carrasco en su serie en la que su propia hija que salido muy mal parada de algunas de sus confesiones. La joven de 24 años debe ahora hacer frente a una responsabilidad añadida con su padre fuera de combate y el apoyo de Olga Moreno lejos de España.
Flores tiene el peso de su mochila emocional, al que ahora hay que añadir una campaña de acoso y desprestigio por parte de determinados colaboradores de Mediaset. Esta es la radiografía de la situación delicada de una Rocío Flores acorralada y examinada con lupa en todas sus aparaciones.