Bob Pop: “La adaptación es la mejor solución para la vida”

Un día llamaron a Bob Pop (Roberto Enríquez, Madrid, 1971) para proponerle hacer una serie de televisión sobre su vida. En principio le pareció una osadía pero tras una primera reunión con los responsables del canal TNT, ya había escrito su primer guión en la cabeza. El próximo viernes 18 se estrena Maricón perdido , serie creada y escrita por él, cuyo protagonista es un chico homosexual que vive en un pueblo y que trata de buscar una identidad propia. Le veremos en diversas etapas de su vida: los años ochenta, cuando es un adolescente con sobrepeso; el periodo de descubrimiento durante su etapa de estudiante en Madrid, y el presente, ya convertido en escritor. Bob Pop se ha hecho popular por sus colaboraciones radiofónicas y televisivas como en el Late Motiv de Movistar+ junto a Andreu Buenafuente.

¿Cuánto hay de autobiográfico en la serie?

Todo lo que le pasa al protagonista no me pasó a mi pero lo viví todo. Desde el temor, la imaginación, lo vivido, lo inventado… Más allá de que lo que se cuenta sea real o no -que lo es en un 90%- , lo importante es que todo esos hechos acaban construyendo la identidad de la persona en la que me he convertido.

¿Y la violación ?

Sí, la sufrí. Y he intentado reflejarlo lo más fielmente posible.

¿Usted nunca tuvo que salir del armario?

A mi me sacaron del armario. Yo lo tenía muy claro, por los libros que leía, por lo que intuía… Como debe pasarles a otras personas LGTBI, primero tienes claro los sentimientos y la sexualidad nace después. Primero te enamoras de los muchachos y después de sus pantorrillas.

La serie aborda de una forma poco usual en pantalla cierta parte sórdida del mundo homosexual como las saunas gay o el cruising .

Me parecía importante contarlo así porque es cómo lo viví. En el cuarto capítulo hay una reflexión sobre que pasa cuando eres un niño marica en un pueblo, te sientes oprimido por un ambiente hostil y según vas creciendo te planteas que la salvación, la tierra prometida, es el ambiente gay incipiente que en ese momento era el barrio de Chueca. Y cuando llegas por fin allí te das cuenta de que tampoco es tu sitio, de que tampoco encajas, de que es un mundo que no está hecho para gordos, gafotas y empollones. No es que entonces sientas nostalgia del pueblo pero si me encontré tremendamente decepcionado e incluso abandonado en un territorio en que pensaba que los míos me iban a recibir con los brazos abiertos.

¿Cuantas veces le han llamado ‘maricón y gordo’?

Muchas y de todas las maneras. Pero tampoco era mentira. Era un hecho objetivo. ¿Cómo defenderse entonces? Sobre todo porque era una época en la que cuando a un niño o una niña le llamaban gordo o gafotas, podía llegar a casa, contarlo y tener el refugio de la familia. A mi me llamaban maricón en clase o en la calle y no podía explicarlo en casa porque era abrir un melón que yo no quería abrir. Y porque sabía que era algo de lo que no se quería hablar.

Hablando de la familia. ¿En qué se parece la madre que interpreta Candela Peña a su madre real?

Seguramente soy injusto con ella pero en mi cabeza de niño mi madre y mi relación con ella era como se ve en la serie. Una persona admirada pero al mismo tiempo temida, que siempre está triste, enfadada o sobreactuada.

¿Y el padre que interpreta Carlos Bardem? ¿Por qué no le vemos nunca la cara en la serie?

Tuve muy claro cuando empecé a redactar los guiones que iba a hacer un borrado de la figura paterna. En mi memoria ese rostro no está y era importante reflejarlo así. Mi padre significaba el miedo constante y representaba los mismos valores que el mundo hostil exterior utilizaba para agredirme constantemente.

En la serie también vemos cuando le detectaron la esclerosis múltiple.

Sí, tenía unos 20 años. Cuando te diagnostican una enfermedad crónica degenerativa, primero lo niegas, quieres vivir a sus espaldas pero hay un momento en que ella se impone. Según han pasado los años ha habido un cambio brutal en cuanto a ser muy consciente de que tengo que economizar y hacer solo aquello de que me vea capaz y que me guste. Con la pandemia hemos aprendido que hay que vivir lo esencial, pero cuando tienes medio cuerpo paralizado eso no hace falta que te lo plantees teóricamente porque ya lo vives cada día.

¿Cómo le afectó en su vida profesional? En la serie vemos que iba para ‘fashion manager’…

Cambió el destino de mi vida porque hizo plantearme qué es lo que quería realmente hacer para ser feliz, que era escribir. Y aunque he acabado siendo conocido por la televisión, en realidad allí también ejerzo de escritor porque cuento lo que pienso y escribo para mi. En ese sentido me parece que la serie da una visión de cómo a veces la adaptación es la mejor solución para la vida.