El abogado de Britney Spears compara su estado con el de un paciente en coma
Caso Spears
Sam Ingham III afirma que la cantante no tiene capacidad mental para firmar una declaración jurada
Britney Spears está luchando para que su padre, Jamie Spears, deje de ser su tutor legal. El juez que instruye el caso de su tutela y el abogado de la artista discutieron sobre la necesidad de que sea ella misma, y no sus representantes, quien declarase y expresase sus deseos ante la corte de Los Ángeles, tal como solicitaron los abogados de su padre. Pero lo que sorprendió fue la respuesta del abogado de la cantante, Samuel Ingham, quien comparó la incapacidad de Britney para acudir ante el tribunal o firmar un documento que exprese sus deseos sobre su custodia con la de un paciente en coma, según ha revelado el medio TMZ.
“Soy la fuente exclusiva de información en los alegatos públicos sobre lo que quiere mi cliente”, dijo Ingham. Por su parte, la abogada de Jamie, Lauriann Wright, argumentó que el abogado de Britney había citado declaraciones de la artista que no se ajustarían a la realidad, por lo que pidió que “la Sra. Spears sea quien aparezca en la sala para que todos sepamos lo que está pensando”, dijo Wright.
Ingham respondió que no era posible. Lo que dijo no fue que ella estuviera en coma, pero lo usó a modo de ejemplo para demostrar que no es capaz de firmar un documento legal. Ingham recordó que los pacientes comatosos pueden hacer que sus abogados hablen por ellos y eso es lo que pidió al tribunal que hiciera con Britney, ya que en este momento no podría dar su consentimiento para un arreglo legal. El juez fijó una fecha posterior para abordar el problema, dejando el asunto de la declaración de la cantante para más adelante en el proceso.
El juez fijó una fecha posterior para abordar el problema de la declaración de Britney
Estas nuevas desavenencias entre Jamie Spears y el abogado de la cantante llegan después de conocerse el gasto en representación legal de la cantante durante 2019. Según documentos judiciales a los que tuvo acceso E! News, Britney pagó a su equipo de abogados un total de 1.015.941,77 euros (1.202.504.30 dólares) en concepto de representación y asesoría legal en 2019. Los documentos también han revelado el sueldo del padre de Spears por esa tutela, percibió un total de 108.000 euros (128.000 dólares) por hacerse cargo de su hija. El pasado septiembre fue cuando Jamie se apartó debido a sus problemas de salud y dejó las decisiones en manos de la representante y amiga de la artista, Jodi Montgomery, quien en estos momentos estría operando como su tutora legal.
Paralelamente, el movimiento #freebritney pide libertad para la artista
El juicio se está desarrollando paralelamente al movimiento #freebritney, con el que los fans de la artista intentan evidenciar que su diva no es libre para expresar sus propios deseos tras 12 años de tutela. “Depende de la corte de California decidir qué es lo mejor para mi hija. No es asunto de nadie más”, dijo Jamie al New York Post cuando la campaña #freebritney cobró fuerza. “Todos estos teóricos de la conspiración no saben nada. El mundo no tiene ni idea”, añadió.
El movimiento #freebritney, al que se han sumado personas con alta popularidad en redes sociales, habla de que el círculo de Brintey estaría conspirando para mantener controlada a la artista, e incluso dispersan rumores de que las extrañas publicaciones en redes sociales de la artista no estarían siendo controladas por ella misma o que es su manera de enviar mensajes encriptados pidiendo ayuda. Más allá de teorías conspiranoicas, la cantante sigue publicando en las redes sociales contenido que alegra el día a sus seguidores, pero que está bastante alejado del material que comparten otros artistas de su talla en activo.
La salud mental de Britney volvía a ser tema de portada en abril de 2019, cuando volvió a ingresar en un centro de salud mental, según publicaron sus redes, por la angustia que le provocaron los problemas de salud de su padre. La cantante ya había vivido varios altibajos emocionales y crisis bien públicas, como la del 16 de febrero de 2007, cuando ella misma se rapó la cabeza frente a las cámaras y también otra días después, cuando se enfrentaba a los paparazzi con un paraguas en la mano. Después de ese ingreso el año pasado, resucitó la controversia de que su padre Jamie aún era su representante y que la cantante no era libre de tomar decisiones. Antes se decía que si Britney superó 2007, podrá superar lo que sea, pero estos cambios abren un nuevo horizonte y, como ha dejado entrever TMZ, se está hablando en el juicio de la continuidad de su carrera como cantante.