La vida de Rocío Carrasco vuelve a las portadas de las revistas del miércoles esta semana. La hija de Rocío Jurado protagoniza la portada de Lecturas debido a que la revista ha obtenido más detalles sobre las ya conocidas deudas que acumula el matrimonio formado por Carrasco y Fidel Albiac con la Agencia Tributaria.
Según la revista, “un nuevo y grave varapalo monetario empeora su ya maltrecho patrimonio” y afirma que este sería el motivo por el que se ha recrudecido la batalla legal que está librando contra Antonio David Flores, en la que le reclama a su exmarido 80.000 euros por el impago de la pensión alimenticia de Rocío Flores y su hermano durante varios años.
Por su parte, Hacienda reclama a Fidel casi 150.000 euros por el impago del IRPF de 2015 y eso se sumaría a otras cargas, como la todavía pendiente de medio de euros que corresponde al impuesto de sucesiones tras haber heredado Carrasco el patrimonio de su madre, fallecida el 1 de junio de 2006. Elevadas deudas con el Estado que, según la revista, si no se liquidasen, podrían suponer el embargo del patrimonio de la pareja, incluida la casa donde viven, en los próximos meses.
La difícil situación económica que retrata Lecturas estaría haciendo mella en la pareja, sobre todo en Rocío, que tras ser la gran beneficiada en el reparto de la herencia de su madre, estaría viendo el embargo de las propiedades que le legó, pues a esta deuda de Albiac se suma otra de Carrasco por la que ya le ha sido embargado un terreno en Chipiona.
Teniendo en cuenta la fortuna en bienes con la que cuentan –que solo en el caso de Albiac asciende a dos millones de euros– no debería ser problema liquidar esos 150.000 euros de la deuda, pero la revista asegura que no es así y que están en verdaderos apuros económicos. “Rocío y Fidel llevan un vida muy austera y necesitan muy poco para vivir”, decía hace algún tiempo su amiga Terelu Campos.
A Fidel Albiac no se le ha conocido actividad profesional continua en los últimos años, al igual que a Rocío, que solo ha participado en un puñado de programas de televisión con contratos intermitentes. El musical Qué no daría yo por ser... Rocío Jurado, que podría haber sido su salvación económica, se ha visto cancelado indefinidamente por la crisis sanitaria con las correspondientes pérdidas que eso conlleva.