La pureza de espíritu de Ted Lasso
Cuando se trata del día a día, solemos tener claro un principio: rodearnos de buenas personas. Hace falta alejarse de la toxicidad, de las malas intenciones, de a los que los importa un rábano nuestro bienestar. Cuando se trata de series, sin embargo, los criterios parecen ser opuestos. Al principio del milenio siempre había dos series enfrentadas: el presidente idealizado de El ala oeste de la Casa Blanca y el mafioso con ansiedad de Los Soprano . Eran el bien y el mal. Y la partida no hace falta decir quién la ganó: quizá los diálogos veloces de Aaron Sorkin crearon escuela pero fue Tony Soprano quien marcó la televisión posterior. Los hombres con más defectos que virtudes pasaban al primer plano, los corruptos y los antihéroes, los que cometían pecados imperdonables. La bondad absoluta no parecía tener cabida en la televisión considerada de calidad. Y quizá por eso es imprescindible mirar Ted Lasso de Apple TV+. Es hora que un hombre bueno nos vuelva un poco la fe en la especie humana (y, además, es bueno de verdad también a nivel televisivo, no como la floja y manipuladora The good doctor ).
Ted Lasso ( Jason Sudeikis) es un entrenador de fútbol americano que acepta la oferta de liderar el AFC Richmond, un equipo de la Premier League. Él no tiene ni idea de fútbol europeo pero considera que lo importante no es ganar sino despertar las virtudes personales y deportivas de los jugadores, y eso sí cree poder hacerlo. Allí se encuentra un vestuario dividido entre la arrogante estrella del equipo ( Phil Dunster) y un veterano ( Brett Goldstein) que no le pasa ni una, pero sobre todo una propietaria ( Hannah Waddingham) que no lo ha contratado porque confíe en él: espera que Ted Lasso, una estrella viral por su optimismo y buenos resultados, hunda el equipo que tanto amaba su exmarido. Pero Ted Lasso no pierde nunca la sonrisa: es honesto en todo momento, siempre tiene la mejor de las intenciones con cada una de las acciones, tiene en cuenta todos los miembros y trabajadores del club, hace galletas exquisitas para subir la moral e, incluso cuando lo insultan, no pierde los estribos. Es mejor (y mira que es extremo decirlo) que Leslie Knope de Parks and recreation , la política con mejor corazón de la televisión (y que Amazon Prime Video sacó de su catálogo).
Esta comedia de Apple TV+ busca más la sonrisa cómplice y sincera que las carcajadas fáciles (y mira que hace reír), con un equipo de creadores ( Bill Lawrence, Joe Kelly, Brendan Hunt y el propio Sudeikis) que extraen oro de todas las dinámicas de personajes que exploran. Funciona desde el primer episodio, cosa extraña en una comedia televisiva, tanto en el bando del humor como en los momentos más tiernos. Pero sobre todo se tiene que admirar que sea un oasis en un año como el 2020; una carta de amor, de optimismo y de comprensión en un entorno cínico e implacable; sin hacer que en ningún momento Ted Lasso sea irritante, paródico o absurdo. Es bueno, no es estúpido, y todos necesitamos tener cerca una persona como él. ¡Quién pudiera tener esta pureza de espíritu...!