Kiko Matamoros abandona el hospital con 14 kilos menos y admite estar “jodido” de salud

Parece que Kiko Matamoros no termina de levantar cabeza. Después de haberse operado de la vesícula hace más de tres semanas y haber tenido que ingresar poco después de recibir un primer alta por culpa de una pancreatitis y una posterior infección de origen desconocido, el colaborador de Mediaset ha salido del hospital este domingo con 14 kilos menos que cuando entró y ha asegurado que no se encuentra demasiado bien todavía.

Tras querer evitar en primera instancia a las cámaras de Socialité, que le abordaron por la calle a su llegada a casa desde la clínica, Matamoros conectó en directo con el mismo programa poco después para contar que, a pesar de su pérdida de peso y de que parecía que estaba perfectamente en las imágenes emitidas desde su alta, está “jodido”.

“La verdad es que estoy jodido. Realmente no estoy bien”, se sinceró Matamoros en su reaparición en la televisión, en la que, a pesar de reconocer que todavía está sufriendo “mucha debilidad y molestias por el catéter”, también admitió que se mantiene muy positivo y está trabajando en su recuperación.

“Estoy con ganas de recuperarme y de volver a encontrarme bien, de hacer deporte cuando toque”, concluyó en su intervención el madrileño, que en los últimos días ha estado acompañado a sol y sombra por su pareja, la modelo Marta López Álamo.

Según quiso actualizar la joven almeriense también en sus redes sociales anoche, tanto ella como el colaborador de televisión agradecen mucho el apoyo recibido desde que este fue ingresado y están muy felices de haber conseguido volver a casa finalmente después de algunas semanas difíciles y muy agotadoras.

“Chicos, mil gracias por preocuparos. Ya estamos en casa, Kiko está bien. Vamos a cenar ahora algo. Ha sido bastante cansadito todo, pero la verdad es que ya está todo bien. Él está bien y mil gracias por preocuparos, sois los mejores”, aseguró Marta a sus seguidores en sus historias de Instagram, donde también compartió una imagen junto al colaborador de Mediaset.

Además de las secuelas de su hospitalización por la operación y por la posterior infección, parte del cambio físico que se ha percibido en Kiko Matamoros en las últimas semanas tiene que ver con unos polémicos retoques estéticos que se hizo justo antes de la intervención de vesícula en una de las clínicas de su nuera Carla Barber , la actual pareja de Diego Matamoros.

Aunque, tanto el colaborador como la cirujana plástica aseguraron que la hinchazón inicial con la que apareció Matamoros en televisión eran normales los primeros días después de someterse a los tratamientos estéticos y que estaban contentos con los resultados, eso no evitó que las redes convirtieran las imágenes de Kiko en memes en cuestión de minutos.