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Juan Diego Botto y los antihéroes

Cine

El actor argentino acaba de rodar en Hollywood la última película del universo DC

Juan Diego Botto

Sergio R Moreno / GTRES

Apareció por primera vez en una película cuando tenía ocho años y trabajó, siendo también muy joven, a las órdenes de Ridley Scott interpretando al hijo del hoy polémico Cristobal Colón, en la superproducción que en 1992 celebró los 500 años del descubrimiento de América. En los años que siguieron no hubo nada que Juan Diego Botto no haya hecho, desde desarrollar una vasta carrera en España que incluye cuatro nominaciones a los Goyas, trabajar a las órdenes de John Malkovich en Pasos de baile, filmar en su nativa Argentina de la mano de Adolfo Aristarain y de Marcelo Piñeyro y hasta tener su propia serie estadounidense, Buena conducta, junto a Michelle Doherty.

Sin embargo, a un par de meses de que cumpla los 45 años todo parece indicar que está a punto de dar un gran salto. Y es que si bien nunca se ha alejado de su pasión por las producciones independientes, como la brillante Rocambola , que se ha estrenado este mes en Filmin, ya ha terminado de filmar The Suicide Squad , la película con la que James Gunn regresa como director tras su distanciamiento de Disney y de Guardianes de la Galaxia , y que además de ser la segunda parte de Escuadrón suicida del 2016, es el décimo capítulo en la franquicia del universo de DC que intenta competir de igual a igual con el de Marvel. Allí ha podido compartir cartel con estrellas como Margot Robbie, que regresa como Harley Quinn, Idris Elba, Viola Davis, Joel Kinnaman, la brasileña Alice Braga y el ganador del Oscar al Mejor guion adaptado por Jojo Rabbit , el neozelandés Taika Waititi.

“Yo nunca había jugado en esa liga; cada día de rodaje era como un viaje a Disneyland”

En una entrevista reciente en los Globos de Oro, Botto señaló que participar de ese rodaje fue una experiencia inusual para él: “Yo nunca había trabajado en una película de ese calibre presupuestario. No había jugado en esa liga. Había hecho filmes de mucho presupuesto pero nada donde todo era extraordinario. Los decorados eran impresionantes, el vestuario era apabullante, los efectos eran asombrosos y eso, debo reconocer, me pareció muy divertido. Cada día de rodaje era como un viaje a Disneyland. Era estar en contacto con el niño que sueña con ver extraterrestres y pelear con monstruos gigantescos. Realmente conectó otro tipo de pasión infantil mía con el cine”, señaló.

Pero si con algo se quedó verdaderamente impresionado, fue con los talentos con los que tuvo que trabajar: “ Ver actuar a Margot Robbie fue sorprendente. Me ocurre cada vez que comparto el set con actores que me parecen muy buenos. Cuando los ves de cerca lo común suele ser que hay mucho trabajo detrás. En mi experiencia siempre suelen ser gente muy disciplinada. Luego está James, que para mí fue magnifico. Es un tipo que tiene un conocimiento y un amor por su trabajo que me gustaría encontrar en otros directores que hacen otro tipo de cine. No había una sola secuencia que no estuviera trabajadísima, ni una sola pregunta que le pudieras hacer que no supiera. Conocía todos los personajes, tenía ideas para todos ellos y además le gustaba crear un ambiente de trabajo en el que todo el mundo pudiera participar. Todo estaba muy elaborado y dentro de esa elaboración hay mucha cancha para jugar”, afirmó sobre la película que se estrenará el año próximo.

Botto, que también puede ser visto en White Lines , la nueva serie de Álex Pina que está disponible en Netflix y ha terminado Los europeos con Raúl Arevalo, espera que termine la desescalada para poder filmar su debut como director, On the Fringe , la que será protagonizada por su amiga Penélope Cruz, que también es productora, y Luis Tosar: “Yo estaba haciendo teatro y Penélope vino a ver la obra. Somos amigos desde los 15 años. Estudiamos juntos en la escuela de mi madre. Me pidió que escribiera una historia y me sugirió un tema. Yo empecé a escribir sobre eso que ella me pidió y no me salió, pero había algo en esos escritos que me resultó interesante, entonces empezamos a tirar del hilo que nos llevó a una realidad social de algo que estaba pasando en España en aquel momento y que tiene que ver con los desahucios, una realidad social muy brutal. Terminó siendo una película muy coral, que habla de la relación de las parejas cuando están sometidas a ese estrés cruel de una crisis económica. Penélope dijo que quería hacer uno de los personajes y participar en la producción. De hecho es una de las coproductoras desde el primer momento y si hemos conseguido cosas en este proyecto es porque ella ha empujado para que así fuera”, cuenta.