”Siempre he sido muy teatrera. De pequeña me disfrazaba, contaba chistes…”. Así empieza el vídeo de presentación de Azahara Margón –antes MarGon, abreviatura de Martínez González– como estudiante de Arte Dramático en su Málaga natal. Tiene 30 años. Tras dedicar su vida al kárate y la alta competición –compitiendo desde los seis años, ha sido 13 veces campeona de España– lo aparcó a un lado junto con sus oposiciones para ingresar en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para volcarse en el teatro.
Con 22 años, Azahara ya había participado en cuatro producciones y una campaña publicitaria. Con 25 se encontraba en Lisboa de Erasmus y con 26 marchó a Miami, donde ya se habían instalado sus padres, para abrirse camino en el mundo de la interpretación. Y allí coincidió con Colate.
El ex de Paulina Rubio se quedó a vivir en la ostentosa ciudad del sur de Florida para estar cerca de su hijo (Andrea, 11 años) y aunque viene con frecuencia a España –también para hacer caja, como con su participación en diversos realities– en Miami colabora en el show ‘Sin Rollo’, que emite Univisión y por el que ingresaría alrededor de 4.000 dólares mensuales. Además, ha conseguido establecer un negocio de visitas guiadas por las bahías de Miami para turistas a bordo del yate que él mismo patronea. Y si bien la embarcación no es suya, un buen día de trabajo puede reportarle otros 2.000 dólares.
Colate y Azahara oficializaron su relación apareciendo de la mano en el 30º aniversario de los Premios Lo Nuestro, si bien no hallamos vestigios de ello en las redes sociales respectivas. Van poco a poco. Sí sabemos que Azahara y Colate tienen más cosas en común que su pasión por la pantalla y se trata de la familia Iglesias: Colate y Julio se conocen y celebran verse, como aquí les mostramos, y Azahara ha trabado amistad con Cristina y Victoria, las mellizas nacidas del matrimonio entre el cantante y Miranda Rijnsburger, con quien también ha coincidido en Marbella.
Colate y Azahara pasan mucho tiempo juntos en el apartamento del relaciones públicas, situado una urbanización compuesta por cinco edificios llamada Nirvana, en el emergente vecindario de MiMo. Está en Biscayne Bay y disfruta de vistas directamente al mar, los residentes disfrutan de actividades como paddleboard y kayak, dos piscinas, jacuzzi y una playa de arena con área de barbacoa y cancha de voleibol. También jardín, gimnasio de última generación y seguridad las 24 horas.
El complejo dispone aún de 21 apartamentos a la venta y de 33 para alquilar de uno o dos dormitorios. Los de mayor número de habitaciones están todos ocupados. No puede alquilarse ninguno por menos de 1.600 dólares semanales (el más caro actualmente cuesta 2.195) ni comprarse por menos de 340.000 dólares y hasta los 290.000. Finalmente, Nirvana presume de aceptar perros grandes y de que hay muchas parejas jóvenes con niños. Siendo Miami, se trata de una oportunidad interesante.