De Cayetana a Cayetano (La esfera de los libros) sale mañana a la venta y promete ser uno de los bombazos del otoño. Se trata de una biografía de Cayetano Martínez de Irujo (56 años), el quinto hijo de la duquesa de Alba, escrito por una periodista, de la que no se ha revelado identidad. En 300 páginas, el conde de Salvatierra revela detalles de su vida, que no dejan indiferente por la dureza de algunos episodios. Además se acompañan de 64 fotografías, la mayoría inéditas de su álbum familiar.
“Un niño perdido en la soledad de palacio. Un adolescente en busca de respuestas. Un hombre marcado por el legado de su familia”. Estas son las definiciones de la trayectoria personal de Cayetano que aparecen la portada. Algunos de los episodios que aparecen en el libro no son nuevos y ya los explicó en el programa Lazos de sangre de Televisión Española, dedicado a los Alba, hace sólo unos meses.
El conde de Salvatierra fue adicto a la cocaína y a las mujeres y entró en la cienciología
Su infancia dice que estuvo marcada por la soledad, la falta de cariño, el miedo que tenía a su madre, la nula relación con sus hermanos y por las palizas que le daban las niñeras sin ningún motivo. Uno de los episodios que relata con más dolor es el de enterarse de la muerte de su padre, una semana después. Explica que esto se lo reprochó a su madre tres décadas después y que finalmente la perdonó porque “yo soy como ella”. A partir de aquel momento, la relación cambió por completo, hasta el punto que la duquesa eligió a Cayetano para poner al día el legado de la Casa de Alba. En cambio no ha perdonado a sus hermanos mayores, Carlos y Alfonso, que en su momento fueron los encargados de comunicarle fríamente la muerte de su padre.
Su adolescencia y juventud estuvieron marcados por el desenfreno. Con 15 años lo enviaron a Inglaterra para mejorar su inglés y allí se lió con la madre de la familia con la que vivía, que tenía 50 años. Al año siguiente, a su regreso a Madrid, mantuvo una relación con una mujer casada a la que conoció en el Club de Campo. Luego vivió intensamente la movida madrileña. Allí descubrió la cocaína, que “me perturbó por completo” y “vivía con una obsesión: seducir a mujeres de todas las nacionalidades. Ninguna se resistía”, cuenta Cayetano en el libro.
Entre sus conquistas está Mar Flores y la infanta Elena, aunque reconoce Cayetano que “se asustó” con la relación. Sobre Genoveva Casanova, la madre de sus hijos Luis y Amina, dice que la conoció en un concurso de saltos en Jerez, que ella lo acompañó a varias competiciones en Europa y tres semanas después él decide cortar con ella, pero se entera que está embarazada y decide afrontarlo: “Esta vez no iba a resolver como en casos anteriores. Me había encontrado en una tesitura similar dos veces en el pasado, una de ellas con una chica alemana y otra con una francesa y en ambos casos se solucionó”.
Cayetano también desvela que practicó la cienciología, en 1999, como terapia para superar los traumas de su infancia. Reconoce que le fue de gran ayuda y que después de dos años salió, aunque le costó y tuvo que abonar dos millones de pesetas. En el 2014 esos fantasmas del pasado volvieron y cayó en una depresión. Ingresó en un centro especializado en traumas de la infancia, donde parte de la terapia tenía que realizarla con un familiar. Pero nadie le acompañó y de nuevo la soledad volvió a invadir su vida.