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Imanol Arias, de cura en ‘Bearn’ a vendimiador

Un lugar especial

El actor regresa a Mallorca para cortar el primer racimo de la DO Pla i Llevant

Vendimiador y capellán.Imanol Arias el pasado jueves ejerciendo de vendimiador en las viñas Pere Seda, una de las bodegas del Pla i Llevant de Mallorca

Hace 37 años, cuando rondaba los 26, Imanol Arias llegó a Mallorca para rodar Bearn , la mítica película de Jaime Chávarri basada en el libro homónimo de Llorenç Villalonga que retrata la decadencia de la aristocracia balear. Cada vez que regresa a la isla, el actor recuerda un rodaje que supuso el lanzamiento de su carrera gracias a su papel de Joan Mayol, el capellán de la posessió, y probablemente hijo natural del señor de Bearn, encargado de narrar la historia. La película se rodó en Raixa, una finca de Bunyola, pero el jueves la escena que protagonizó Arias tuvo lugar en Manacor, en las viñas de Pere Seda, donde ejerció de veremador d’honor 2019 de la DO Pla i Llevant.

Siguiendo la estela de James Costos, exembajador de EE.UU. en España, que fue vendimiador de honor de la cosecha del 2018, Arias hizo el primer corte de racimos de uva utilizando un trixet (cuchillo típico mallorquín que se emplea para la vendimia) grabado con su nombre. Herramienta y vinos que el actor recibió de manos de Toni Benassar, presidente de la denominación de origen que agrupa bodegas de 19 municipios de las comarcas mallorquinas del Pla i Llevant, cuyos viñedos ocupan 444 hectáreas.

Para Imanol Arias la del jueves no fue su primera vendimia pero sí la más cómoda

Durante el rodaje de Bearn, que duró tres meses, Arias se alojó en el hotel Valparaíso, al que ahora ha vuelto con su mujer, la fotógrafa Irene Meritxell. El actor recuerda aquel trabajo y su implicación con la historia de la isla que, entonces, ya estaba sepultada bajo la imagen de Mallorca como meca turística. Con los años, Imanol Arias regresó a la isla con su casi hermano Juan Echanove para rodar un programa de la serie Un país para comérselo, experiencia que le hizo enamorarse de los tomates de ramellet. También pasó vacaciones en Pollença.

Imanol Arias, como cura, en una escena de la película Bearn,al lado de Fernando Rey

SensaCine

Para Imanol Arias la del jueves no fue su primera vendimia pero sí la más cómoda. Con 17 años se fue con un primo suyo a recoger uvas en Miguel Esteban (Toledo) y ya de mayor tuvo negocios con una bodega de la Ribera del Duero –como su personaje en Cuéntame, que es bodeguero en la ficticia Sagrillas– y aún participa en el coupage de una bodega de Jumilla. El viernes le tocó loar las virtudes del vino mallorquín y lo hizo con cariño y dedicación, alabando la magia de la elaboración desde la viña a la botella.

Como integrante de la cosecha del 56 (en la que también figuran Miguel Bosé e Isabel Pantoja), Arias lleva más de cuarenta años dedicado a su oficio, en los últimos 18 alternando (y, en ocasiones compaginando) su papel de Antonio Alcántara en Cuéntame con otros trabajos en cine y teatro. Con ellos ha logrado buenos ingresos y también un conflicto con Hacienda, el trago más amargo que le colocó en el grupo de los defraudadores de donde salió con valentía. De todos los famosos señalados por el fisco, Arias ha sido el único que ha dado la cara: pagó su abultada deuda (4,9 millones de euros) y admitió ser responsable de haberse fiado de unos gestores que le señalaron caminos alternativos que le llevaron al abismo.

Su conciencia está tranquila, pero el golpe económico le obliga a seguir en la brecha, aunque no pensaba jubilarse. Parafraseando a Fernando Fernán Gómez, recuerda que alguien tiene que hacer de abuelo aunque él aún no lo es. Su hijo Jon, también actor, tiene 32 años y Daniel, 17; ambos nacieron de la relación que durante 25 años mantuvo con la también actriz Pastora Vega. En el 2017, tras una relación de seis años y una ruptura, que parecía definitiva, se casó con Irene Meritxell (42), pero no quiere tener más hijos.