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Carlos Latre: “Necesito rodearme de energía positiva”

Entrevista

“Soy hijo de la televisión, pero como pasa con el foie gras o con el caviar, si comes demasiado te atiborras y te hace sentir mal”,asegura el actor, presentador y humorista

El cómico lleva veinte años de carrera profesional

Ana Jiménez

Carlos Latre Ruiz (nacido el 30 de enero de 1979 en el Grau, el barrio marítimo de Castellón de la Plana) vive un momento muy dulce. Pasó su infancia en Tarragona. Ahora vive entre Madrid y Barcelona. Está casado y es padre de Candela, una chica de 12 años. Es un amante del mundo del vino. Le gusta la gastronomía, viajar, el cine, las puestas de sol y bañarse en la playa cuando anochece. Ha colaborado en infinidad de programas de radio y televisión, en la que ha destacado por sus imitaciones. De él han dicho que es el hombre de las 1.000 caras. Crónicas marcianas fue uno de sus principales trampolines a la fama. Actualmente colabora en Onda Cero ( Más y Surtido de ibéricos), con El hormiguero 3.0 de Pablo Motos en Antena 3 y también como juez de la séptima edición de Tu cara me suena de Antena 3. Durante una década ha hecho tres giras teatrales con casi un millón de espectadores y acaba de llegar de Los Ángeles, donde ha participado en un concurso de talentos mundial de la CBS que se emitirá próximamente. No le gusta hablar ni de política ni de fútbol.

¿Vive un momento dulce?

Si tengo que ser franco, acumulo veinte años muy dulces a pesar de las idas y venidas del mundo en que me muevo. Tan importante es no hundirte cuando tocas fondo como no creértelo cuando tienes éxito. El equilibrio es lo más importante de la vida.

¿Tenemos que saber reírnos de nosotros mismos?

Es muy importante, aunque también es muy difícil. Ahora nos lo cogemos todo con papel de fumar. España ha sido un país de sacar punta a todo. Sólo tienes que seguir las redes sociales, en las que impera el sentido del humor.

¿De cuál de las imitaciones que ha hecho se ha quedado más satisfecho?

No tengo ningún hijo predilecto, aunque Boris Izaguirre me queda bastante clavado. Una buena imitación no es aquella que se parece mucho al imitado, sino aquella que recuerda el original.

¿Quién se ha molestado más con sus imitaciones?

Lo cierto es que no se ha molestado nadie, aunque sé que hay personajes a quienes no les gusta que les imiten. He tenido mucha suerte y aceptación, y eso es fantástico. En las imitaciones no hace falta ser cruel, pero sí tiene que haber un punto de picante.

Usted estudió hasta COU en el instituto Antoni de Martí Franquès de Tarragona. ¿No hacen falta carreras universitarias y títulos para triunfar en la vida?

No, no tengo másters ni nada de eso (ríe), aunque me arrepiento. Yo soy un caso especial y nunca he querido ser ejemplo de nada. En mi época los jóvenes podíamos saltar al vacío aunque no hubiera agua. Hoy en día hay demasiadas redes protectoras, y quizás ahora sobreprotegemos a nuestros hijos y los hacemos menos espabilados de lo que son.

¿Qué hace Carlos Latre cuando no trabaja?

Soy una persona muy sensitiva y sensible. Me gusta leer, el teatro, el cine... Soy muy familiar y amigo de mis amigos. Necesito rodearme de energía positiva. La negatividad, la gente tóxica, no la quiero a mi alrededor.

¿Hay vida más allá de la televisión?

He aprendido que la televisión es promoción, y que la radio es pasión, romanticismo, silencios... El teatro es más bestia: te examinas cada día en directo en el escenario ante el público. Soy hijo de la televisión, pero como pasa con el foie gras o con el caviar, si comes demasiado te atiborras y te hace sentirte mal. En la televisión tienes que estar muy mentalizado ante la presión.

¿Qué le debe a Crónicas Marcianas?

Mucho, eso sí que ha sido un máster universitario para mí. Fue un programa muy bestia en que estuve cinco años, y aprendí mucho. Entré con 19 años y salí con 25. Fue una escuela inmejorable.

Últimamente se ha aficionado mucho por el buen vino. ¿Qué le atrae, del vino?

Que es un mundo muy similar al del entretenimiento: hay mucho esfuerzo detrás, pero también mucha pasión. Hay vinos que te ponen los pelos de punta, y eso pasa en pocos mundos. Me gustan los vinos simpáticos, equilibrados y frescos, y no empalagosos.

Alguna vez le he oído recordar con socarronería a Diógenes de Sinope, filósofo griego de la escuela cínica, cuando dijo que el vino que más le gustaba beber es el de los otros. ¿Quizás es demasiado caro, beber bien?

Beber bien no. Para mí el vino no es caro, aunque entiendo que lo pueda ser para mucha gente. Ahora bien, no creo en las botellas exclusivas. El vino es para compartir con amigos o la pareja y crear momentos inmejorables.

¿Es complicado, eso de vivir entre Madrid y Barcelona?

No. Es fantástico. Me ayuda mucho tener diferentes perspectivas de una misma cosa.

¿Cómo es que le gusta bañarse en la playa cuando anochece?

Es lo mejor que hay. Sientes libertad y ayuda a reflexionar. Soy absolutamente mediterráneo. Es el mejor lugar del mundo con respecto a la cultura, la gastronomía, la meteorología, el talante de la gente...

¿Cuál es el mejor sitio donde ha viajado?

No he ido, todavía.

¿Cuál es la mejor película que ha visto?

Lo que sí puedo decir es que me ha tocado mucho Ha nacido una estrella, en la que Bradley Cooper descubre a Lady Gaga. Entiendo perfectamente los miedos de quien sube a un escenario. Tenemos demasiado miedo de desnudarnos, ya que todo el mundo tiene complejos e inseguridades.