Tras alzarse con el Globo de Oro a mejor actor de drama por su alabada interpretación como Freddy Mercury en Bohemian Rhapsody, Rami Malek se confirma como el hombre del momento. Este actor estadounidense de ascendencia egipcia en cuyo talento ya habíamos reparado a propósito de su papel como hacker antisistema en Mr.Robot, serie que este 2019 llegará a su fin con la emisión de su cuarta temporada y que le valió un Emmy en el año 2016, es uno de esos actores que han hecho de sus peculiares rasgos una virtud mucho más atractiva que la belleza convencional.
Una singularidad que va más allá de su apariencia más bien menuda y poca cosa con un punto algo excéntrico (solo hay que ver cómo se mueve y expresa); y si no, ahí está la locura desatada en Internet tras ver la entrañable prudencia con la que se acercó a saludar a Lady Gaga en mitad de la ceremonia de entrega de premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, o la cara que se le quedó cuando, esa misma noche, Nicole Kidman decidió ignorarlo sobre el escenario del Beverly Hilton.
Malek no es Michael Fassbender ni Chris Hemsworth ni Noah Centineo (porque en la televisión también hay sitio para rostros tan difíciles como los Simon Helberg de The Big Bang Theory o Paul Rust, protagonista de Love ) sino que, recogiendo el testigo de fisionomías fuera de lo común como las de Adrien Brody o Vincent Cassel, es un galán raruno. De esos que aunque objetivamente extraños son mucho más interesantes que los bien parecidos al uso. Igual que lo fue a su manera y en su momento Ryan Gosling, uno de los actores que ha contribuido a descatalogar definitivamente físicos universalmente perfectos como el de Brad Pitt.
A finales de 2018 Idris Elba se hizo con el título de hombre más sexi del mundo según la revista People, pero en esa misma lista constaban famosos como John Krasinski (el carismático marido de Emily Blunt), Adam Driver (Kylo Ren en las últimas entregas de La guerra de las galaxias) o Riz Ahmed, además de Drake o The Weeknd (se siente Shawn Mendes y Justin Bieber); nombres que se repiten en otros tantos ranquins elaborados últimamente por varias publicaciones femeninas y masculinas, lo que confirma el triunfo de un nuevo prototipo que nada tiene que ver con especímenes tipo Cristiano Ronaldo.
Elba ha desterrado para siempre la clásica imagen de guapo de manual que en su momento puso de moda Jude Law. Y es que de la misma manera que en España no todos los pibones son Mario Casas, Jesús Castro o Andrés Velencoso mientras ahí siga Quim Gutiérrez para demostrarlo, ahora los ingleses más deseados son altos, flacos y pecosos al estilo de Benedict Cumberbacht, Tom Hiddleston y Eddie Redmayne; o exóticos y tan desconcertantes como Dev Patel y Matt Smith - a Matt primero lo vimos en Doctor Who y luego encarnó al príncipe Felipe de Edimburgo en The Crown-. Todo con permiso de otro de los hombres de los que más se hablará en 2019, el guardaespaldas más cautivador de la pantalla desde tiempos de Kevin Costner: Richard Madden.