Manuela Vellés: “Me siento más expuesta cantando sobre el escenario que en una escena de desnudo”
Este viernes, en Barcelona
La actriz, de gira con su primer disco (‘Subo bajo’) y una pequeña guitarra bajo el brazo, es también compositora de todos los textos que canta
Lo ha conseguido. Nunca fue un capricho, pues estaba acostumbrada a expresarse desde niña tanto con la guitarra como con el teatro en la escuela, sino un anhelo. “Apuntaba maneras”, señala algún hermano marista recordando cuando cantaba en misa. Manuela Vellés (Madrid, 1987) acaba de publicar su primer disco, Subo bajo, una obra compuesta por ella misma y en la que se desnuda sobre el escenario mostrando todo cuanto lleva dentro. La cita más inmediata para verla y oírla es este mismo viernes 12 a las 20 h., en la Casa Corona de Barcelona.
Escribes mejor cuando estás hecha polvo: hay una necesidad de desahogarse, de sacar tu pena. En general, apetece más cuando estás triste. También escribir, bien sea un libro o un cuaderno de reflexiones. Aunque cuando estás feliz también quieres celebrar la vida”
Resulta difícil ser original preguntándote por el título de tu primer disco, Subo bajo, así que quisiera que recordaras cuál ha sido el momento en que te has sentido más arriba y cuál más en el fondo del abismo.
Más arriba, literalmente, tirándome en paracaídas (risas). Lo hice por primera vez el año pasado; me atreví por fin, era algo que tenía en la cabeza hace mucho tiempo y significaba desprenderme de mis miedos. Me encantó la sensación de volar y estar en el aire. Tenía pavor a que no me gustase la experiencia pero una vez que estás en el aire, y ya no puedes volver atrás... (risas). Y no, me encantó. Fue espectacular. Lo recomiendo muchísimo. El peor momento, quizá tiene que ver con frustraciones y no tanto con sucesos concretos, como el desamor o la desaparición de alguien. Lo peor es cuando tú no te ves capaz de disfrutar de la vida, de valerte por ti misma y te sientes desvalida o sola. Quizá es esa sensación, no ver salida e incluso llegar a pensar cosas horribles, como no querer vivir. También te digo que es algo que se remonta a la adolescencia.
No hay tantas actrices (o actores) que, además, canten: Ana Belén, Leonor Watling, Najwa Nimri... ¿Cómo te sientes al entrar en un círculo tan selecto?
Las he tenido absolutamente como referentes. A Leonor, con quien coincidí en la película Musa, le pregunté cómo era eso de coordinar la profesión de actriz, la música y ser madre. Me contestó que con mucho esfuerzo y dedicación, pero era posible. Al principio pensaba que yo no podría ser cantante, como que había elegido ser actriz y en esta vida ya no me tocaba hacer otra cosa. Y hoy estoy sorprendida. No me lo acabo de creer del todo.
Te compraste un guitalele, guitarra del tamaño de un ukelele, y creo que lo llevas a todas partes. Y que te ayuda a componer. ¿Cuál es tu escenario preferido para ello?
Te diría casi el sofá de mi casa o cualquier habitación con vistas, al mar, a la montaña, al horizonte… Me inspira mucho la naturaleza porque tiene algo de volver a la esencia de las cosas. Y en la ciudad es complicado.
¿Cómo se escribe mejor, cuando eres feliz o cuando estás hecha polvo?
Tremendamente te diría que cuando estás hecha polvo: hay una necesidad de desahogarse, de sacar tu pena. En general, apetece más cuando estás triste. También escribir, bien sea un libro o un cuaderno de reflexiones. Aunque cuando estás feliz también quieres celebrar la vida. En mi caso, siento que la felicidad me acompaña todo el rato: tengo mucha suerte con lo que me pasa y soy consciente. Al igual que me quejo cuando me va mal, cuando algo me va bien o me pasa algo bueno, lo celebro un montón. Me encanta no dar por hecho las cosas buenas.
Manuela comenzó a tocar la guitarra cuando estudiaba con los maristas: “He cantado mucho allí y no solo canciones de misa. También interpreté playbacks de las Spice Girls o Ella baila sola (risas)”
“Este es un espacio que pretende ser un oasis urbano para que la gente pueda escaparse del día a día y escaparse a un paraíso de los que disfrutamos en vacaciones. Esa es la filosofía de la marca, disfrutar del aire libre y extender el verano”, nos explica Borja Allué, desde el departamento de marketing de Corona. “Cada día hay una actividad distinta en cuatro territorios: música indie nacional en formato acústico, creatividad, gastronomía y radio en directo. Así, en Madrid ha emitido Carne Cruda y en Barcelona, Fricandó Matiner (RAC 105)“.
Mi viaje a la India me iluminó más el alma que provocarme otra sensación. existe mucha gente buena aunque por las noticias siempre nos enteramos más de las cosas malas. Me reconforta muchísimo comprobar que el ser humano puede ser tan bonito y tan bueno como para ayudar a ese nivel... Recobras la fe en la humanidad”
Dame dos pinceladas sobre tu reciente viaje a la India. ¿Aún sigue atrapando como antaño al occidental con anhelos espirituales?
Absolutamente sí. Lo recomiendo muchísimo. Tenía algunos prejuicios porque gente que conozco y había estado, me recomendaba prepararme psicológicamente, ya que es una experiencia dura. Así, iba con cierta precaución pero ese viaje me iluminó más el alma que provocarme otra sensación. También se debe a que encontré a una gente con una sonrisa inmensa que vivían con muy poco y agradecían tanto de lo que se les daba… Fui de la mano de la ONG Sonrisas de Bombay y son maravillosos: estar rodeada de personas que ayudan tanto me iluminó mucho; existe mucha gente buena aunque por las noticias siempre nos enteramos más de las cosas malas. Me reconforta muchísimo comprobar que el ser humano puede ser tan bonito y tan bueno como para ayudar a ese nivel... Recobras la fe en la humanidad.
“Es mi proyecto personal; cuando eres actriz interpretas a alguien que no eres tú y dices textos que no has escrito. En este caso yo escribo las canciones y muchas letras tienen que ver con cosas que yo he sentido” me dijiste hace ahora casi un año. ¿Cómo te sientes más desnuda, cantando sobre un desamor propio o en un desnudo real en el cine?
Cantando en el escenario, sin duda, con cosas que yo he vivido. Esto está siendo muy intenso para mí. Estás ahí sola con tu voz, tus letras y tu composición. En el cine, si no gusta, me digo “Bueno, es cosa del dire” (risas) pero aquí no. Me siento más expuesta por todo, no tanto por lo que dicen las letras sino porque el conjunto es mío. Este proyecto es como un regalo a mí misma, no pienso mucho en qué va a pasar. Es algo honesto, que me sale natural, y he intentado ser muy cercana, sin otra pretensión que mis canciones hagan sentir al público.
¿Qué crees que pensarán los hermanos maristas con quienes cantabas ‘Alabaré’ y ‘Tengo un gozo en el alma’?
Yo creo que estarán encantados. Estuve muchísimos años con ellos y, de hecho, en el último concierto vino un compañero mío del colegio y me recordó muy orgulloso que ya apuntaba maneras. He cantado mucho allí y no solo canciones de misa. También interpreté playbacks de las Spice Girls o Ella baila sola (risas).
Acabemos hablando de cine. Este verano has rodado una de miedo, La influencia. ¿Cuándo estrenas tu próxima película?
Enseguida, el 16 de noviembre y estamos ya de promo: se trata de Alegría, tristeza, que rodé el año pasado con Roberto Álamo y dirección de Ibon Comenzana. Es un drama acerca de un bombero que tras un trauma se queda sin capacidad de sentir. Yo soy su psicóloga.