Loading...

J. K. Simmons, mejor actor de reparto en los Oscar 2015

El intérprete de Detroit es un habitual en muchos filmes, pero no ha sido hasta los 60 año cuando la Academia le ha hecho justicia con su primera estatuilla dorada

El actor J.K. Simmons en la alfombra roja de los Oscar 2015

Propias

La interpretación de un profesor de jazz obsesionado con la perfección técnica de sus alumnos en Whiplash ha valido a J K Simmons su primer Oscar como mejor actor de reparto en los Oscar 2015. El actor ha cumplido con su papel de favorito tras haber ganado antes el Globo
de Oro y el de los actores SAG, entre otros, y ha dedicado sentidamente el premio a su mujer, sus hijos y sus padres y ha recomendado, emocionado, a todos que hablen con sus seres queridos, que les llamen y que no se comuniquen con ellos por un mensaje o las redes sociales "porque nunca se sabe cuánto tiempo van a estar ahí".

Actor de dilatada carrera en cine y televisión estadounidense –con 150 películas en su haber-, Simmons es ese secundario de ultralujo garantía total para muchos directores. Su rostro resulta de lo más familiar al público norteamericano, no así su nombre. Notable es su participación en la trilogía original de Spiderman dirigida por Sam Raimi donde se metía en la piel de J. Jonah Jameson, el mítico jefe de Peter Parker, y su trabajado a las órdenes de su amigo el director Jason Reitman en Juno y Gracias por fumar. Simmons es el secundario imprescindible en cualquier papel que requiera autoridad y carácter, tal y como ha demostrado en su rol de policía en Ley y Orden o enfundado en la piel de un sádico prisionero en el drama carcelario Oz.

El actor de Detroit ha tenido que esperar a los 60 años con Whiplash para que podamos ver una actuación en estado puro capaz de robare el protagonismo al mismísimo intérprete principal de la cinta: Miles Teller.

Simmons es Terence Fletcher, un exigente profesor de música dispuesto a pulir a sus estudiantes al ritmo –literal- de la letra con sangre entra llevándolos al límite físico y mental, muy al estilo del sargento Hartman de La Chaqueta metálica. Solitario, imprevisible, violento y taciturno, el profesor vive, en el fondo, la frustración personal de no haber podido ser él mismo un gran instrumentista proyectando su exigencia en sus alumnos. Cuando conoce a Andrew Neiman, un prometedor estudiante de batería, decide exprimirle para saber si en realidad vale o no para formar parte de la orquesta más prestigiosa del conservatorio de Nueva York.

El duelo interpretativo entre maestro y alumno es una carrera en la que los polos opuestos, al final, se acaban encontrando. Fletcher empuja a su pupilo en el camino de la perfección poniéndole al límite de sus habilidades y de su cordura. Damien Chazelle, director del filme, quiso ser músico de Jazz y cuando no lo consiguió dirigió sus esfuerzos al cine. El personaje de Fletcher está basado en uno de los profesores que tuvo en el instituto. Simmons ha asegurado que no comparte los dudosos métodos de su álter ego para alcanzar la excelencia. "Lo que más me gusta de Fletcher es su pasión por la música y lo que menos me gusta es su negativa a dejar que la decencia humana se interponga en esa pasión", opina.

La película de Damien Chazelle ha generado polémica. El implacable y manipulador profesor de música ha conquistado a críticos y espectadores en la misma medida en que ha soliviantado a parte del sector musical profesional que no se ve para nada representado.

Estaba claro que ni Ethan Hawke (Boyhood), Mark Ruffalo (Foxcatcher), Robert Duvall (El juez) o Edward Norton (Birdman) tenían opción alguna de arrebatarle la estatuilla a este intérprete que antes de comenzar en el mundillo del celuloide se hizo un hueco como cantante de Broadway.