Durante su viaje de luna de miel a Japón, Carlos Vallhonrat quedó enamorado –con el permiso de su recién contraída esposa– de una variedad de fresas muy apreciada por su sabor. Fruto de ese amor a primera vista, ahora es copropietario de Aloalto, una empresa que se dedica al cultivo de una variedad de fresas que han bautizado como Oky berry. “Empezamos cultivando plantas aromáticas, pero muy pronto nos dimos cuenta de que en el caso de las hierbas lo que realmente importaba al cliente era el precio y no tanto el producto, así que apostamos por especializarnos en un alimento de mayor valor añadido”, recuerda el emprendedor. Los otros dos propietarios de Aloalto son Alejandro Casacuberta y Mauricio Cano.
A Vallhonrat le entró la fiebre emprendedora tras cursar un máster en dirección y administración de operaciones en la escuela de negocios Esade. Empezó trabajando para una empresa de climatización y refrigeración que acababa de crear su padre. Fue en esta etapa cuando Vallhonrat conoció el método de cultivo de Aloalto: la hidroponía en vertical y en espacios interiores. El destino se encargó de presentarle a sus dos actuales socios: con Casacuberta compartía la inquietud de fundar un negocio con un impacto positivo en la sociedad y vinculado a la tecnología, mientras que Cano posee un doctorado en ciencia de las plantas. Los tres fundaron Aloalto a finales del 2022.
La primera cosecha de fresas Oky berryde Aloato fue recolectada las pasadas Navidades en las instalaciones que la startup posee en Cerdanyola del Vallès. En la actualidad producen entre 15 y 20 kg de fresas al mes, pero están ampliando su capacidad para ser capaces de producir 220 kg mensuales a finales de este año, que les deben permitir alcanzar una facturación mensual de 25.000 euros. Comercializan directamente a restaurantes y tiendas gourmet de Madrid y Barcelona y cuentan con una lista de espera para los compradores que acuden a ellos a través de su página web. La empresa ha supuesto una inversión inicial de 630.000 euros.