Después de varias sesiones agitadas en los órganos de dirección de Cepyme, las de esta tarde han sido tranquilas. Ha ayudado que su presidente, Gerardo Cuerva, decidierael pasado viernes que se mantendría el voto delegado en las próximas elecciones a la dirección de la patronal, de manera que hoy las aguas estaban calmadas cuando ha anunciado la fecha estos comicios. Será el próximo 20 de mayo en un proceso que Cuerva ha pedido que sea “limpio, transparente y constructivo”.
Será este día el que se dirima quién va a dirigir la patronal de las pymes, en un enfrentamiento entre el actual presidente, Cuerva, y la candidata apoyada por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Se trata de Ángela de Miguel, la responsable de la CEOE en Valladolid, que el viernes pasado anunció que se presentaría y que contaba con el apoyo explícito de Garamendi.
Los dos candidatos ya se están moviendo para promover sus opciones en una campaña que tuvo unos prolegómenos tensos, con acusaciones de Cuerva de que Garamendi estaba presionando a las patronales para obtener su voto, que registró la máxima tensión con el cambio del reglamento interno para eliminar el voto por delegación, y que recuperó una cierta calma al rectificar Cuerva y permitir que en estas elecciones se pueda seguir ejerciendo este voto.
Por su parte, Ángela de Miguel, que ya se distinguió por su intervencionismo en la Junta Directiva del 18 de febrero en la cual cuestionó la legalidad del cambio de reglamento interno y el momento para llevarlo a cabo. “No se pueden cambiar las normas cuando interesa” dijo en aquella reunión para añadir que “es muy importante salvaguardar la seguridad jurídica en los procesos”, según consta en el acta de la reunión. En aquel momento, no se sabía todavía que sería la candidata “tapada” que contaría con el apoyo de Garamendi.
El enfrentamiento entre Garamendi y Cuerva se ha puesto de manifiesto de manera pública en las últimas semanas. Después de un periodo en que se empezó a saber que el presidente de la CEOE buscaba activamente un candidato para ocupar la dirección de Cepyme, el punto álgido del choque llegó en una reunión entre los dos en la que Garamendi le pidió abiertamente que no se presentara. Cuerva dijo que él seguía y en la reunión del 18 de febrero explicitó a la Junta Directiva de la patronal que Garamendi le dijo “que no quería que Cepyme tuviera tanta voz”.
A partir de ahí, Cuerva defendió que no había habido nunca un problema entre Cepyme y CEOE y añadió que la exposición pública sobre las relaciones entres las dos patronales estaba poniendo en entredicho su rerpresentitividad. “Estamos poniendo de relieve que CEOE manda en Cepyme y eso hace un flaco favor a la propia Cepyme”, añadió Cuerva.