Bruselas apuesta por el proteccionismo para relanzar la industria del automóvil

Un plan para el motor

La Comisión quiere que las ayudas públicas potencien la producción de vehículos en Europa

Horizontal

Coches nuevos aparcados en el puerto belga de Zeebrugge

Yves Herman / Reuters

Bruselas quiere demostrar que ha escuchado atentamente las preocupaciones de la industria del automóvil, una de los más golpeados por la competencia china y ahora, por los aranceles de Donald Trump, y ha movido ficha. Después de haberse mostrado flexible con las multas millonarias que debían abonar los fabricantes de coches si no hacían los deberes con los objetivos de emisiones, este miércoles la Comisión Europea presentó su Plan de Acción Industrial para el Automóvil Europeo, que pretende ser un programa específico para impulsar a uno de los sectores que está viviendo más dificultades en el Viejo Continente, y que representa el 7% del PIB de la UE. 

La propuesta contiene una serie de medidas de estilo proteccionista que pretenden impulsar la producción automovilística Made in Europe. Europa, opinan en Bruselas, camina varios pasos por detrás de competidores como el gigante asiático, que ha impulsado muchas veces con ayudas desleales esta industria, y ahora quiere ponerle remedio. “Nuestro objetivo es claro: garantizar que la próxima generación de vehículos no solo se fabrique en Europa, sino que también se innove en Europa, esté impulsada por tecnología europea y se base en valores europeos”, aseguró el comisario europeo de Transporte Sostenible y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, durante la rueda de prensa de presentación.

Una industria en dificultades

El plan nace de un diálogo estratégico entre la Comisión y los grandes jugadores del sector

Todo ocurre como resultado de una serie de reuniones entre la Comisión Europea y los grandes jugadores del sector, como Volvo, Mercedes-Benz o Renault. Entre las líneas maestras, se plantean incentivos para que los vehículos que se vendan en la UE contengan una gran parte de los componentes fabricados también aquí. Por eso, para promover la producción europea de estos componentes clave, el texto señala que “cualquier apoyo público que beneficie a la industria de la automoción estará condicionado a los criterios de resiliencia y sostenibilidad” que serán propuestos en una nueva ley –que será presentada este mismo año– sobre la aceleración de la descarbonización.

Una de las claves pasa por la fabricación de las baterías, algo en lo que China ya tiene una enorme ventaja. Con el objetivo de potenciar la producción europea y evitar depender de terceros países, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que dispondrá 1.800 millones de euros del Fondo de Innovación para comprar los materiales críticos necesarios para fabricarlas. Además, se le sumarán otros 350 millones para desarrollar baterías de nueva generación. Lo que se busca es que desde su fabricación hacia su reciclaje, todo pase por Europa. El objetivo de aquí a 2030 es que el 50% de la cadena de valor sea europea. 

Horizontal

El comisario europeo de Transporte Sostenible y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, durante la rueda de prensa de presentación

OLIVIER MATTHYS / EFE

“Los actores europeos de la automoción necesitan un acceso fiable y seguro a materias primas y refinadas de bajo coste. Al mismo tiempo, el valor añadido de estas actividades debe localizarse en Europa”, escriben en el plan. También contiene otro aviso a Pekín, después de los aranceles a la importación de coches eléctricos chinos que entraron en vigor en otoño. La Comisión Europea advierte que podrá investigar cuando sea necesario las prácticas desleales en niveles superiores de la cadena de suministro, incluido este segmento de baterías y componentes clave para la fabricación de los vehículos.

Descarbonización

La Comisión apuesta por incentivos fiscales a los coches eléctricos en las flotas corporativas

La Comisión piensa que uno de los riesgos que corre la industria es que China o EE.UU. les pase por delante en tecnologías estratégicas como estas baterías, pero también el software o la conducción autónoma. También plantea estudiar cómo endurecer las condiciones para la inversión extranjera en la industria automotriz europea, con obligaciones para crear empresas conjuntas, por ejemplo. “La Comisión y los Estados miembros velarán por que las inversiones extranjeras directas se utilicen para crear valor añadido en Europa, especialmente cuando se trate de financiación pública”, apuntan.

Todo esto después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya se abriese a ampliar el plazo de uno a tres años para alcanzar los objetivos de descarbonización de este 2025, tras una enorme presión del sector. Para impulsar las compras de vehículos eléctricos, la Comisión también apuesta por incentivos fiscales para las flotas corporativas que apuesten por este tipo de coches.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...