Casi desde el mismo momento en el que Banc Sabadell recibió la opa hostil de BBVA activó la carta de la remuneración al accionista como la mejor garantía de que sería más rentable para ellos quedarse en la entidad (ahora sí) catalana que pasar a la vasca. En el mes de mayo, pocos días después de recibir la opa, el consejo de administración ya anunció el compromiso de repartir a sus accionistas una cantidad récord. Ahora espera triplicar el pago respecto a lo abonado en el 2024.
El consejero delegado, César González-Bueno, siempre ha dicho que el objetivo es incrementar este abono a los tenedores de títulos todavía más. Es uno de los secretos mejor guardados en la estrategia del Sabadell. Es igual de confidencial como el del cambio de sede que estuvo sobre la mesa de trabajo del presidente, Josep Oliu, desde el mes de mayo cuando Carlos Torres y su equipo empezaron su ofensiva contra el Sabadell.
La recompra de acciones puede intensificar la entrada de la prima en terreno negativo
Las casas de análisis esperan que el Sabadell multiplique por tres la retribución al accionista este año respecto a los 666 millones de euros del año pasado. Una parte del dinero para pagar a los accionistas provendrá del beneficio ordinario y, otra parte, del exceso de capital por encima del 13%.
Si como apuntan los analistas el beneficio es de 1.700 millones, el consejo se ha comprometido a repartir el 60%. Además quedan por repartir los 250 millones que no se gastaron el año pasado al quedar frenada la recompra de acciones. Por último, el exceso de capital serán unos 500 millones adicionales. Total, unos 1.800 millones para remunerar en el 2025.
La cifra podría ser incluso superior si los beneficios son mayores a los calculados por los analistas.
La segunda incógnita que resolverá el Sabadell en la presentación de resultados es qué parte de esos 1.800 millones se destina a recomprar acciones. La recompra es una óptima estrategia en una opa con intercambio de acciones como la del BBVA porque puede facilitar que las acciones del Sabadell suban su cotización. En esencia una recompra es una manera de sacar acciones en circulación. Si hay menos títulos en el mercado de compra y venta, las acciones que quedan suben de precio.
Y las subidas de las acciones del Sabadell ya es uno de los problemas que miran con más interés desde el cuartel general del BBVA en el edificio La Vela, en Madrid. La semana pasada fue la primera vez en la que la prima que ofrece el BBVA a los accionistas del Sabadell pasó a terreno negativo desde que arrancó el proceso en mayo. Y no fue flor de un día. El lunes estaba en -02% y acabó la semana en el -0,8%.
Una hipotética recompra de acciones podría intensificar aún más la subida de la cotización y, por lo tanto, intensificar la prima hacia el terreno negativo.
Pero para que esa recompra se pueda llevar a cabo es necesario que lo apruebe la junta, algo que no se producirá hasta mediados del mes de marzo. La anterior recompra de acciones quedó paralizada por la opa. La CNMV exigió al Sabadell que dejara de recomprar acciones porque la autorización recibida por el banco fue antes de que se lanzara la opa. Al haber cambiado las condiciones es necesario que la junta vuelva a dar su consentimiento.
Se da por hecho que los 250 millones que quedaron pendientes en la anterior recompra se usen a partir de la junta. También que una parte significativa del dinero del exceso de capital (500 millones) podría ir a recompra de acciones.Teniendo en cuenta los títulos que ya tiene el Sabadell en autocartera y los que pudiera recomprar, el porcentaje de acciones podría acercarse a un 10%, si bien la última palabra la tendrán el consejo y la junta.
La batalla por el Sabadell se acerca al momento de la verdad con la atenta mirada del Gobierno de Pedro Sánchez.
Cambio de sede sin protestas
Durante las primeras horas posteriores al cambio de sede, en los servicios de atención al cliente del Sabadell apenas se registraron media docena de llamadas de clientes preguntando por el traslado. Nada que ver con lo que pasó en el 2017 cuando un grupo de entidades independentistas como la ANC o Òmnium pidieron retirar dinero del Sabadell en protesta por la fuga de sede a Alicante. El regreso a Catalunya siempre se había pospuesto por miedo a las consecuencias comerciales por una medida de este tipo. Ahora el Sabadell ha comprobado que no ha tenido ninguna. Por eso, la ausencia de protestas o de pérdidas de clientes mete presión a CaixaBank para que siga el mismo camino. La prueba empírica de esta semana es que los cambios de sedes o la situación de Catalunya ya no afecta al mercado minorista de los bancos de origen en la comunidad.