En su segundo día de mandato, Donald Trump ha anunciado lo que ha denominado “el mayor proyecto de infraestructuras de inteligencia artificial de la historia”, una joint venture de 500.000 millones de dólares entre OpenAI, Oracle y SoftBank que construirá una red de centros de datos alrededor de Estados Unidos. El anuncio ha llegado en una declaración desde la sala Roosevelt de la Casa Blanca junto a los fundadores y consejeros delegados de las tres empresas tecnológicas, Sam Altman, Larry Ellison y Masayoshi Son.
Esta empresa conjunta, a la que ha bautizado como Stargate, desarrollará en Texas la infraestructura informática para los centros de datos, así como la generación de energía eléctrica, necesarios para este sector en auge, que requiere una gran capacidad computacional. Según la Casa Blanca, creará más de 100.0000 puestos de trabajo “casi de inmediato”.
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El presidente Donald Trump gesticula mientras el CEO de Open AI, Sam Altman, habla en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca
Sam Altman, CEO de OpenAI: “Este será el proyecto más importante de esta era”
Aunque se trata de una inversión privada, Trump ha dicho que su administración facilitará el trabajo, entre otras maneras, utilizando declaraciones de emergencia para acelerar el desarrollo del proyecto. Un ejemplo es la declaración de emergencia energética que firmó la noche del lunes, después de su toma de posesión, que permitirá expandir la explotación de hidrocarburos. El republicano ha enmarcado el proyecto como “una declaración rotunda de confianza en el potencial de Estados Unidos”, sugiriendo que no pondrá trabas al desarrollo empresarial de esta contaminante industria.
Trump ha señalado que uno de los objetivos es competir con China en la carrera por el desarrollo de IA: “Es un competidor, como otros competidores. Queremos que se haga en este país, y lo vamos a hacer posible. Voy a ayudar mucho a través de declaraciones de emergencia, porque tenemos una emergencia, tenemos que lograr construir estas cosas. Tienen que producir mucha electricidad, y vamos a hacer posible que consigan esta producción fácilmente, en sus propias plantas si quieren”.
Durante la rueda de prensa, el presidente ha avanzado que tiene previsto implantar el prometido arancel global del 10% para todas las importaciones chinas el día 1 de febrero. Trump prometió que lo haría el “día uno” si no se frenaba el tráfico de fentanilo, pero este asunto no estuvo entre sus decenas de órdenes ejecutivas. Ayer anunció que también implantará los aranceles a México y Canadá “a partir del 1 de febrero”.
El anuncio del proyecto Stargate llega un día después de que Trump revocara la orden ejecutiva de su predecesor, Joe Biden, sobre las normas de seguridad y marcas de agua de IA, incluida en el paquete de 78 órdenes que revocó para ejemplificar el cambio de era. Esta medida ordenaba a las agencias federales a monitorear los riesgos de la inteligencia artificial y desarrollar nuevos posibles usos de la tecnología.
“Este será el proyecto más importante de esta era”, ha dicho Altman, quien donó un millón de dólares para la investidura del magnate. “Es muy importante que construyamos infraestructura en Estados Unidos, la IA es un poco diferente de otros tipos de software en el sentido de que requiere cantidades masivas de infraestructura, energía, chips de computadores, centros de datos”, ha añadido.
Trump derogó la orden ejecutiva de Biden que instruía al gobierno federal a monitorear los riesgos de la IA
“Este es el comienzo de la edad de oro”, ha asegurado Son, haciendo referencia a las primeras palabras de Trump después de su toma de posesión. El multimillonario japonés ya avanzó en diciembre que, a través de su empresa Softbank, iba a invertir 100.000 millones de dólares en proyectos en los próximos cuatro años. Por su parte, Ellison, de Oracle, ha dicho que el proyecto ya está en marcha y hay diez centros de datos en construcción.
Preguntado por el futuro de TikTok en la misma rueda de prensa, Trump ha asegurado que le parecería bien que lo comprara Elon Musk, su multimillonario aliado y futuro miembro de su gobierno, “si quisiera comprarlo”. Este desenlace permitiría a la aplicación seguir funcionando en Estados Unidos, pues la ley aprobada en abril por amplias mayorías en el Congreso tan solo lo prohíbe sigue siendo propiedad de la empresa china Bytedance.
La compra de TikTok por parte del hombre más rico del mundo, que ya es propietario de la red social X, un importante activo para Trump en la última campaña presidencial, le permitiría tener el control de otra influyente plataforma, con 170 millones de usuarios activos.